Ventilación eólica

La energía eólica en España es una de las principales soluciones de suministros sostenibles y renovables. En nuestro territorio, las zonas de viento son muy comunes y por eso hemos visto que los molinos que generan energía gracias al girar de sus aspas se han convertido en parte del paisaje nacional. Pero, de cara al sector laboral o o de grandes espacios interiores, existe la ventilación eólica, que usa el mismo fenónemo de la conocida fuente renovable, solo que en este caso se trata de renovar el aire utilizando como fuente energética únicamente el aire.

Ante todo, podríamos decir que hacer uso de la ventilación eólica en España tiene sentido en los lugares donde el viento tenga suficiente fuerza. Desde luego, la península ibérica es un lugar de muchos movimientos de aire, por lo que este tipo de sistema de renovación del aire es una buena alternativa a los modelos eléctricos. Al fin y al cabo, la energía eólica en España cada año genera más suministros. El viento es sin duda una gran solución de energía a coste cero. Sin embargo, ¿es suficiente?

La ventilación eólica es más común de lo que parece. Para quienes desconozcan su uso, basta con mirar la foto sobre estas líneas y ver los extractores eólicos, con forma de seta, que suelen alojarse en los techos de muchas construcciones industriales y grandes naves. Igualmente, también pueden usarse en casas.

Podemos decir que el sistema de ventilación eólico es un sistema mecánico de ventilación, si bien su característica principal es que opera con extractores que usan energía eólica y nunca eléctrica. Se trata de una solución totalmente sostenible, ya que utiliza el viento como fuente de energía.

El funcionamiento es sencillo. Colocado en el techo de una construcción, cuenta con unas aspas en las que entra el viento exterior y hace girar el extractor. De esta forma, aspira el aire que se almacena en la zona superior de la edificación. ¿Cuál es su principal beneficio? Principalmente, que es capaz de proporcionar una renovación permanente del aire las 24 horas del día, lo que ofrece mejores condiciones ambientales.

  • No requiere mantenimiento y funcionan en todo momento.
  • No genera ruidos al encontrarse en el exterior y no ser alimentado por electricidad.
  • Es totalmente renovable y su coste energético es cero.
  • Es una solución ecológica en lugares mal ventilados donde se genera aire viciado.
  • Son muy económicos en su instalación.

El sistema de ventilación eólico ha de tener en cuenta también la admisión de aire. En muchos casos, puede ser mediante ventanas colocadas estratégicamente para crear un flujo de aire entre cada una de las entradas y el extractor. Eso crea un flujo de aire que, en verano, logra que se refrigeren las estancias. Es más, el aire caliente suele almacenarse en las zonas superiores de una estancia, por lo que lo extrae con los mejores resultados. Por eso suele utilizarse más en entornos cálidos.

Es muy importante tener en cuenta que la extracción de aire ha de compensarse con la admisión a través de ventanas, puertas o rejillas de ventilación. Para garantizar la salud y el correcto funcionamiento del sistema de ventilación, es necesario que se logre una correcta admisión de aire.

 

Pros y contras de la ventilación eólica

 

Si analizamos los beneficios y los pormenores de la ventilación eólica vemos que son muy similares a los de la energía eólica. Las bondades principales se centran en el hecho de que es una fuente de energía totalmente renovable y sostenible. Se trata de una extracción de aire a coste cero.

El problema es que, como ocurre con la energía eólica, no podemos controlar cuándo hace viento. Si nos encontramos en un clima poco ventoso o estamos en una estación en la que no sopla el viento, el sistema podrá dejar de funcionar al ritmo que debiera. Igualmente, no puede almacenarse la energía que se genera mientras gira el extractor en momentos de gran viento: solo funciona el extractor eólico cuando el viento hace girar sus hélices.

Otro problema es que no se adapta a las necesidades reales de ventilación de una sala. Los sistemas de ventilación mecánicos suelen contar con medidores y sensores para, en todo momento, saber las necesidades reales de renovación del aire y adaptarse a ellas. Así, mediante la ventilación forzada podemos lograr un entorno confortable y que garantice la necesaria salud en el aire que respiramos.

La ventilación mecánica de doble flujo, por ejemplo, garantiza la máxima salud en interiores sin necesidad de abrir las ventanas ni depender del clima exterior. Es capaz de extraer el aire en su justa medida e impulsar aire filtrado de calidad también en base a las condiciones de cada estancia.

Sin embargo, la ventilación eólica puede ser una buena alternativa en lugares industriales y climas cálidos donde no exista otro mecanismo de renovación del aire.