Tipos de instalaciones geotérmicas: geotermia vertical

Mediante una bomba de calor comunicamos nuestra casa con la energía geotérmica, y utilizando un intercambiador térmico se consigue un intercambio de calor entre el aire frío de la superficie y el aire caliente procedente del subsuelo. Una vez realizado este intercambio ya disponemos de aire caliente para suministrar al sistema de calefacción de nuestra casa ya sea mediante el uso de radiadores o de un suelo radiante.

Dependiendo del sistema de captación podemos distinguir tres tipos de instalaciones geotérmicas:

Sistema de captación horizontal: la instalación se coloca próxima a la superficie, entre 1 y 2 metros de profundidad. Esto condiciona su funcionamiento ya que se ve afectada por las fluctuaciones de la temperatura ambiente. Este sistema necesita ocupar una gran superficie en planta, por lo que también se aumenta el riesgo de rotura en las sondas. Su uso es recomendable cuando se conecta con instalaciones que funcionan con baja potencia.

Sistema de captación vertical: se emplea una perforación que alcanza una profundidad de entre 50 y 200 metro. Esta profundidad  permite al sistema funcionar sin verse afectado por la temperatura ambiente del exterior. La superficie empleada en planta es mucho menor. El coeficiente de rendimiento COV de la geotermia vertical es mayor que el el caso de la geotermia horizontal.

Sistema de captación abierta: está formado por un colector abierto con dos tomas de agua, una que bombea agua de un acuífero (motivo por el cual también se le denomina captación freática) y otra que la re-inyecta Se necesita un conocimiento hidrólógico del nivel del agua de captación, para evitar su reacción con las partes metálicas de los intercambiadores.

Así como la mayoría de las energías renovables tienen su origen en el Sol, como la energía eólica y la energía solar, la energía geotérmica por el contrario se origina gracias a las diferencias de temperatura que existen entre el interior de la Tierra y la superficie. Este gradiente térmico varía entre 2º C y 4º C  a medida que nos adentramos 100 metros en el interior de la Tierra. Por este motivo es necesario contar con estudios de la superficie terrestre para localizar los lugares donde la temperatura es mayor. Son los llamados yacimientos geotérmicos que se pueden encontrar en zonas donde existen roturas en las placas tectónicas, o donde se da algún tipo de actividad sísmica o volcánica.

Si quieres conocer más sobre el concepto de geotermia te recomendamos este vídeo

 

Tipos de yacimientos geotérmicos

Se distinguen cuatro tipos de yacimientos.

Yacimientos de alta temperatura: en ellos existe un foco de calor donde el fluido se almacena a 100º C. Ese foco está rodado de una roca permeable, que a su vez está rodeada por una capa de rocas que presentan grietas.

Yacimientos de baja temperatura: son yacimientos cuya temperatura se encuentra entre 100ºC  y 60ºC.

Yacimientos de muy baja temperatura: su temperatura está comprendida entre 15º C y 60ºC

Yacimientos de roca caliente: son rocas que se encuentran a una profundidad  de entre 5 y 8 Km bajo tierra.

 

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