los materiales más usados en construcciones sostenibles

Los diferentes materiales que se vayan a utilizar para la construcción de un edificio sostenible deberán estar comprometidos con la búsqueda de la reducción de la contaminación. Debemos evaluar el impacto ambiental de los productos utilizados, tratar de trabajar con materiales con el menor nivel de procesado industrial posible, o directamente reciclados como la fibra vegetal, animal o la madera.

Además, muchos materiales no sólo tienen menor impacto medioambiental sino que cuentan con mejores rendimientos. En el caso de la madera, su capacidad aislante supera con creces a la del hormigón. Se consigue amortiguar el ruido a la vez que se mantiene una temperatura dentro del edificio o vivienda estable. Además, con el tratamiento adecuado puede regular la humedad del ambiente.

En búsqueda del material perfecto

Es tan importante encontrar materiales de construcción sostenibles, que existen ramas de la ingeniería, como la ingeniería de Materiales, que se ocupa de encontrar nuevas maneras de fabricar materiales produciendo el mínimo impacto medioambiental posible.

Un ejemplo de estas prácticas lo desarrollan los investigadores en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quienes investigan diferentes fórmulas para conseguir que la fabricación de los materiales de construcción sean lo más sostenibles posibles. Su última investigación se basa en encontrar nuevas manera de fabricar cemento sin producir emisiones de efecto invernadero, lo que hoy representa un 8 por ciento del total mundial.

Otros materiales sostenibles

Destacamos la evolución del ladrillo tradicional, pieza de arcilla roja, dando paso a ladrillos ecológico, no contaminantes y más baratos.

En el mercado de la construcción, la más reciente innovación en ladrillos ecológicos es conocida como “Blac Brick”, ya que se caracteriza por su color negro proveniente fundamentalmente de cenizas resultantes de calderas de la industria del sector papelero en un 70%, con un 20% de arcilla y un 10% de extracto de lima e hidróxido de sodio.

La ventaja de los “Blac Bricks” es que se endurecen a temperatura ambiente, es decir sin cocción. Esto evita el paso de la cocción a 1.000 grado Celsius, que requería el ladrillo tradicional. Este ahorro supone una reducción de consumo de recursos energéticos y una menor emisión de gases contaminantes para el medio ambiente.

Respecto a los aislantes térmicos, aquellos que son ecológicos son biodegradables, y evitan fundir vidrio en un proceso industrial, y al ser más gruesos que los clásicos, aportan también un aislamiento acústico y absorben más y mejor la humedad.

Para las paredes, es recomendado el aislamiento térmico ecológico de corcho colocado en forma de paneles o planchas, utilizado también en sótanos por su gran capacidad de absorción de la humedad. El aislante de madera utiliza residuos del procedimiento de la madera para su fabricación, o sea las pérdidas de la trituración de la madera. Hay diferentes tipos de paneles aislantes de madera, y cuando se combinan con otros materiales suelen mejorar su eficiencia, aunque resultan menos ecológicos.

El aislante de celulosa se compone de los residuos de papel y actualmente es uno de los más utilizados en el mercado, pudiendo decir que es completamente reciclado. También en forma de panel, la celulosa ha tenido que ser tratada para protegerla del fuego y evitar el moho y aun así, su coste de producción es muy bajo.

También el aislante de lana, proveniente de la oveja es conocido por su capacidad térmica al humedecerse y por su capacidad de expulsar su humedad cuando el ambiente pasa de húmedo a seco.

Para aberturas como puertas y ventanas, la estrategia común es el triple vidrio con dos cámaras de aire. Una de las cámaras se llena de Argón (gas) que provoca un gran aislamiento térmico. Para las carpinterías, el material por excelencia de los últimos años ha sido el PVC (Policloruro de vinilo), se trata de un material económico, fácil de mantener y con gran eficiencia energética.

 

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