Una correcta ventilación de naves industriales es fundamental para cumplir con unas condiciones óptimas de trabajo

La correcta ventilación de naves industriales es fundamental para cumplir con unas condiciones óptimas de trabajo. En primer lugar, proporciona a las personas que permanecen en su interior -especialmente aquellas presentes durante varias horas a la semana- un confort y salubridad con los que poder operar de forma segura. Pero además, es indispensable para cumplir con las normativas vigentes, cuyos preceptos establecen de forma clara qué condiciones debemos cumplir.

La normativa

●     La NTP 742 sobre Ventilación General de Edificios establece lo siguiente:

“Sin perjuicio de lo dispuesto en relación a la ventilación de determinados locales en el Real Decreto 1618/1980, por el que se aprueba el Reglamento de calefacción, climatización y agua caliente sanitaria, la renovación mínima del aire de los locales de trabajo, será de 30 metros cúbicos de aire limpio por hora y trabajador, en el caso de trabajos sedentarios en ambientes no calurosos ni contaminados por humo de tabaco y de 50 metros cúbicos, en los casos restantes, a fin de evitar el ambiente viciado y los olores desagradables.

 

El sistema de ventilación empleado y, en particular, la distribución de las entradas de aire limpio y las salidas de aire viciado, deberán asegurar una efectiva renovación del aire del local de trabajo

●     En el Real Decreto 486/1997 en cuanto ventilación de naves industriales se establece las siguientes condiciones para cualquier entorno de trabajo en locales cerrados:

“a) La temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27 ºC.

La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25 ºC.

  1. b) La humedad relativa estará comprendida entre el 30 y el 70 por 100, excepto en los locales donde existan riesgos por electricidad estática en los que el límite inferior será el 50 por 100.
  2. c) Los trabajadores no deberán estar expuestos de forma frecuente o continuada a corrientes de aire cuya velocidad exceda los siguientes límites:

1.º Trabajos en ambientes no calurosos: 0,25 m/s.

2.º Trabajos sedentarios en ambientes calurosos: 0,5 m/s.

3.º Trabajos no sedentarios en ambientes calurosos: 0,75 m/s.

Estos límites no se aplicarán a las corrientes de aire expresamente utilizadas para evitar el estrés en exposiciones intensas al calor, ni a las corrientes de aire acondicionado, para las que el límite será de 0,25 m/s en el caso de trabajos sedentarios y 0,35 m/s en los demás casos.”

La ventilación deberá asegurar una efectiva renovación del aire del local de trabajo

Tipología de ventilación de naves industriales

 

  • Ventilación forzada

Se logra a través de la utilización de extractores mecánicos que expulsan el aire hacia el exterior para lograr una temperatura óptima. Una de sus mayores ventajas es que permite extraer el aire directamente desde la fuente de calor o de cualquier zona susceptible de necesitar mayor ventilación. Además permite regular de forma precisa y constante el espacio.

Como contraparte, estas instalaciones suelen generar ruido y suponen un gasto fijo en cuanto a consumo eléctrico, sobre todo en espacios de mayor tamaño. Generalmente son deseables en espacios donde el aire se vicia muy a menudo o cuando es necesario garantizar unos niveles concretos de temperatura.

 

  • Ventilación mixta

Los sistemas de ventilación mixta combinan la ventilación natural y mecánica. Es decir, la presencia de una entrada o salida de aire forzada, y una salida o entrada de aire natural. Aunque puede ser una opción muy recomendable según las características de nuestra nave, no consigue la precisión de un sistema 100% mecánico. En todo caso si requiere de una inversión inicial más moderada.

 

  • Ventilación eólica en naves industriales

En naves situadas en lugares cálidos y con mucho viento puede ser interesante la instalación de extractores eólicos. Estos giran gracias a la fuerza generada por el viento y ayudan a expulsar el aire caliente del interior. Su principal ventaja es que no requieren de energía eléctrica para funcionar, pero su efectividad se ve condicionada por las condiciones climáticas.

 

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