Aunque el COVID-19 es una enfermedad que todavía genera mucha incertidumbre, sí es cierto que, poco a poco, se va conociendo más información de calidad sobre su transmisión.

Uno de estos aspectos destacados es que, como asegura el ministerio de Sanidad en múltiples informes, los virus contenidos en los aerosoles tienen la capacidad de generar infección, sobre todo en determinadas circunstancias: en proximidad al caso índice durante tiempo prolongado y en espacios cerrados y mal ventilados.

Por ello, las recomendaciones sanitarias siempre apelan a la reunión de personas no convivientes en entornos al aire libre.

No obstante, este hecho no siempre se puede llevar a cabo, ya que existen actividades que obligan a la permanencia en espacios interiores. Por ejemplo, los alumnos que cursan sus estudios de manera presencial. En estos casos, es vital contar con sistemas de ventilación para colegios, institutos y universidades.

 

¿Es suficiente contar con sistemas de ventilación para colegios, institutos y universidades?

El propio Gobierno español ha establecido una serie de pautas para este tipo de espacios. Recalcan lo importante que resulta la renovación del aire y para ello, recomiendan, al menos, 12,5 litros por segundo (l/s) y ocupante, que es el valor que el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios otorga a un aire de buena calidad.

Además de contar con buenos sistemas de ventilación para colegios, institutos y universidades, también es necesario tomar algunas medidas para reducir el riesgo de contagio en estos espacios cerrados:

  • Reducir el número de alumnos por aula.
  • Mantener la distancia de seguridad.
  • Usar mascarilla todo el tiempo.
  • Lavarse las manos con frecuencia.
  • No hablar alto o mantenerse en silencio, siempre que sea posible.
  • Ventilar de forma natural y con frecuencia la estancia, es decir, abriendo las ventanas y/o las puertas para conseguir una óptima ventilación cruzada.

Monitorización de colegios para determinar la calidad del aire

Un estudio realizado por la Universidad de Burgos en el año 2017 vuelve a estar más de actualidad que nunca. En su desarrollo, se buscaba recopilar resultados gracias a la monitorización de un aula en cada provincia española durante el horario y calendario escolar.

Las conclusiones extraídas fueron bastante esclarecedoras. Las condiciones de calidad ambiental en el interior de los centros escolares españolas son, en general, muy malas.

Por ejemplo, en cuanto a confort higrotérmico (parámetro que relaciona la temperatura ambiente y la humedad relativa), tan sólo durante el 68% del tiempo las aulas se encuentran en adecuadas condiciones. Un dato que es más preocupante es el caso de los niveles de CO2, puesto que se reduce a casi el 30% el volumen de centros con niveles aceptables.

Existen estudios científicos que relacionan unas malas condiciones de ventilación en el interior de las aulas con una afectación del rendimiento escolar y, por supuesto, también con la salud de los alumnos. Por tanto, el objetivo es claro: trabajar en la prevención de la transmisión aérea de virus y enfermedades mejorando la calidad del aire.

Para profundizar más en este estudio realizado por la Universidad de Burgos dejamos a continuación un enlace al vídeo de presentación de los resultados del estudio.

 

¿Qué se puede lograr con los sistemas de ventilación para colegios, institutos y universidades?

En múltiples ocasiones, se ha afirmado que los centros de estudios debían elegir entre pasar frío o contar con un aire limpio. Incluso en multitud de ocasiones, mantener las ventanas abiertas, durante largos periodos de tiempo, no es suficiente. Así pues, hay que tener en cuenta que la ventilación natural no siempre es la única alternativa disponible. Es muy recomendable disponer de equipos de ventilación mecánica.

En estos tiempos de pandemia hemos visto como muchos centros se están decantando por adquirir equipos portátiles de purificación con filtros HEPA, con los que continúan necesitando abrir ventanas y pasar frío para renovar el CO2 del interior del aula. Mientras que con un sistema de ventilación mecánica centralizada, con una conveniente filtración, esa necesidad de pasar frío se vería minimizada, sino eliminada.

Si tuviéramos que diseñar un sistema de ventilación ideal, no hay duda que sería una combinación por un lado de la filtración y la purificación, y por otro de la renovación del aire viciado que es suplido por aire fresco. Un buen sistema de ventilación mecánica consigue ambos efectos simultáneamente, renovando de forma continua el aire interior de las aulas, lo que minimiza el riesgo de contagio.

En definitiva, está claro que la elección de los sistemas de ventilación para colegios, institutos y universidades dependen tanto de las necesidades de los propios centros como de su presupuesto. Aún así, son una herramienta vital, no sólo en la lucha contra el coronavirus, sino también en asegurar un aire sano y renovado en las aulas que permita a los alumnos dar lo mejor de sí mismos.

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