Sistemas de ventilación de doble flujo, cómo optimizarlos

La búsqueda de una mayor eficiencia energética nos lleva a optar por soluciones de ventilación mecánica que vayan más allá. En un hogar o en lugares profesionales, el consumo derivado de ventilar de manera óptima siempre es elevado. Y si hay una opción que nos facilita un ahorro mucho mayor, esa es la de los sistemas de ventilación de doble flujo.

Además, con los cambios de normativas y las exigencias medioambientales, los sistemas de doble flujo se imponen como una de las mejores alternativas consideradas ecológicas, ya que consumen mucha menos energía. Con la ayuda de regulaciones en pos de la energía ecológica, también se han convertido en una apuesta de futuro importante.

Como ya comentamos en este especial sobre la ventilación de doble flujo, este sistema se llama de esta forma porque es capaz de realizar por sí mismo la extracción del aire hacia el exterior y también la introducción del aire renovado, de manera mecánica. Esta solución monta también una unidad recuperadora de calor que conecta los impulsos de entrada y salida de aire, por lo que es considerado eficiente energéticamente.

Con los sistemas de ventilación de doble flujo es posible ahorrar energía en invierno y también en verano.

¿Qué inconvenientes tiene esta solución ecológica? Básicamente, que al ser un sistema de ventilación mecánica, si no tienen un buen diseño y dimensionado podrían llegar a ser ruidosos. Aun así, podemos hacer bastante para optimizar su uso y disfrutar de su confort de manera silenciosa, además de conseguir que el equipo tenga un mejor rendimiento.

Maximizar el uso de los sistemas de ventilación de doble flujo

En los sistemas de ventilación de doble flujo encontramos que las soluciones más económicas son las que, comúnmente, también generan un mayor nivel de ruido. En viviendas y sobre todo en estancias donde se haga mucha vida puede llegar a suponer un problema.

Principalmente, encontramos dos tipos de soluciones de ventilación de doble flujo disponibles:

1. Sistemas de ventilación de doble flujo independientes. En estos casos, los ventiladores que harán circular el aire para introducirlo y extraerlo están separados de la unidad recuperadora de calor. Requieren de una mayor instalación.
2. Sistemas de ventilación de doble flujo compactos. En este caso, los extractores y ventiladores están unidos de la unidad de recuperación. Son más sencillos y tienen una menor complejidad.

Los equipos de doble flujo son los más habituales en el mercado y los que están más extendidos. Cumplen todas las funcionalidades en eficiencia energética y logran las mismas características a un precio menor, pero tienen la problemática de acarrear un ruido mayor.

Para poder funcionar con el mejor rendimiento, la unidad recuperadora de calor del sistema de doble flujo ha de montarse en una zona calefactada, ya que se han de evitar las perdidas energéticas. ¿Qué problema aparece aquí? Los sistemas compactos instalan los dos ventiladores, el de extracción y el de introducción, obligatoriamente junto al recuperador de calor. Ello puede provocar ruidos y sonidos no deseados muy cerca del lugar donde está la vivienda.

¿Qué podemos hacer? Buscar una zona para los ventiladores y el recuperador de calor que elimine parcialmente o casi en su totalidad el ruido generado. Para ello, obviamente, los sistemas independientes son los que mejores resultados nos dan. De esta forma, la unidad de calor puede estar en una zona calefactada y los ventiladores donde no molesten.

Al ser soluciones mucho más flexibles, los sistemas de ventilación de doble flujo independientes hacen posible que la unidad recuperadora de calor se instale en una zona climatizada. De esta forma, se evitará una posible pérdida de energía por las diferencias de temperaturas entre el clima del exterior y el del interior.

En el caso de los sistemas independientes, podemos instalar los ventiladores en zonas no habitables. Puede ser el parking, por ejemplo, o en sótanos y buhardillas.

De la misma manera, los equipos independientes son más generosos con el espacio y nos restan menos parte del área evitable. Son más cómodos al poder instalarse en lugares menos concurridos.

Con todos los sistemas de ventilación de doble flujo lograremos las siguientes ventajas:

• El principal beneficio será la eficiencia energética, con un ahorro en los costes de suministros y también un uso inteligente de la energía.
• Gracias a los filtros de aire que el sistema incorpora, podremos disfrutar de un aire más limpio y evitar molestias respiratorias en el hogar.
• Introduciremos aire climatizado gracias a la unidad recuperadora de calor.
• Evitamos en buena medida el uso de sistemas de combustión o de aire acondicionado.
• Consumo mínimo, gasta como el standby de un televisor.

Si además contamos con sistemas de ventilación de doble flujo independientes, también logramos evitar los ruidos por completo. El ventilador está fuera de la vivienda, así que dentro no se sufre ningún problema de acústica. Aun así, eso no significa que no deba optarse por los modelos compactos, si bien conviene conocer las características de ambos. Para saber qué podemos hacer para reducir el nivel de ruido en los ventiladores podemos visitar el siguiente enlace.