Efectos perniciosos del ruido

Actualmente la contaminación acústica es uno de los principales problemas medioambientales y de salud pública a los que se enfrentan  los habitantes de las grandes ciudades del mundo, que constituyen el 54% de la población mundial. Cuando el sonido se encuentra por debajo de los 45 dB se considera que estamos en una zona de bienestar, y a partir de los 55 dB se empiezan a manifestar los efectos nocivos del ruido. Desde el punto de vista fisiológico, se produce una contracción de los vasos sanguíneos de la zona precapilar y se aumenta la resistencia periférica de la circulación de la sangre, reduciéndose el volumen total impulsado por el corazón a lo largo del cuerpo. La manifestación de estos efectos depende de la intensidad del ruido y del tiempo de exposición al mismo. También se suelen producir excitaciones nerviosas, una reducción de los reflejos y falta de atención. En ocasiones, y como consecuencia de la fatiga de los huesos del oído, se producen momentáneas sorderas. Otros síntomas son la hipertensión, molestias digestivas, problemas respiratorios y vasculares, disfunciones nerviosas y endocrinas, vértigo, estrés, insomnio e irritabilidad.

Para valorar la incidencia del ruido sobre nuestra salud basta con señalar que una persona sometida a un estrés por contaminación acústica, necesita media hora de tranquilidad si ha sido sometida a 100 dB durante diez minutos, y requerirá  de 36 horas de reposo auditivo si la exposición ha sido de hora y media.

 

¿Sabes por qué los sonidos se puede transformar en ruidos molestos?

La diferencia entre sonido y ruido es subjetiva. En función de cómo se perciban los sonidos, éstos pueden ser agradables o percibirse como ruidos molestos. En realidad el sonido es una sensación que reciben los órganos auditivos, debida a las variaciones en la presión del aire que se producen en sus inmediaciones. En el umbral en el que estas variaciones se producen desde 20 veces por segundo, es decir 20 Hz, hasta 20.000 Hz, el sonido es audible y por tanto lo percibe el oído humano. Un ruido molesto se producen cuando un sonido, debido a su intensidad y características nos parece molesto.

 

Cómo se mide el sonido

Medir el sonido consiste en medir su presión. La presión es fuerza por unidad de superficie, y se puede expresar en varias unidades: Kp/cm2, atmósferas o Pascales (Pa). De entre ellas el Pascal es la más adecuada para tratar temas relacionados con la acústica. El oído humano es capar de detectar 20 millonésimas de Pascal (20 Micropascales), y es capaz de soportar la nada desdeñable presión de 20 Pa. Partiendo de la presión se obtienen los decibelios, que nos permiten medir el sonido en el umbral en el que es percibido por nuestro oído. De esta forma queda establecido el umbral auditivo entre 0 dB y 120 dB, punto a partir del cual comienza el umbral del dolor y el sonido afecta seriamente a nuestra salud auditiva. A continuación se describen los valores admisibles de ruido en las situaciones más frecuentes:

  • Interior de una vivienda: por el día 40 dB y por la noche 35 dB
  • Exterior de una vivienda: por el día 65 dB y por la noche 50 dB

 

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