Respirando vida: cómo la calidad del aire y el CO₂ impactan nuestra salud y el medio ambiente
Sin duda, la calidad del aire que respiramos es un factor clave en nuestra salud y bienestar. En este sentido, la creciente contaminación ha puesto contra las cuerdas este preciado bien de la naturaleza. Esto ha contribuido a que Gobiernos y organismos tomen cartas en el asunto para tratar de concienciar e implantar medidas destinadas a preservar la pureza del aire.
Aire de buena calidad: ¿qué es y cómo medir la calidad del aire?
El aire es un elemento vital para la supervivencia humana y del resto del planeta, pero ¿cómo sabemos si es de buena calidad? La Agencia Europea del Medio Ambiente utiliza un índice denominado ICA con el que es posible conocer el estado del aire en cualquier lugar del mundo.
Este sistema se basa en las mediciones de los contaminantes del aire más peligrosos para la salud y el medioambiente (partículas finas, ozono, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre). De este modo, proporciona una indicación de la calidad del aire en una escala de 0 a 500:
- Bueno (de 0 a 50): El aire es óptimo.
- Moderado (de 51 a 100): Poco o ningún riesgo para la salud.
- No saludable para grupos sensibles (de 101 a 150): Conlleva efectos negativos en la salud de los niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias o cardíacas.
- Dañino a la salud (de 151 a 200): Es perjudicial para todas las personas.
- Muy dañino a la salud (de 201 a 300): Respirar este aire es peligroso, por lo que se recomienda evitar las actividades al aire libre.
- Peligroso (más de 300): No se aconseja salir al exterior sin mascarilla.
Cómo una mala calidad del aire impacta en la salud
A medida que los niveles de contaminación del aire aumentan, se incrementa el riesgo de enfermedades (irritación ocular, tos, asma, bronquitis, enfermedades del corazón…). Según datos de la OMS, se estima que se producen alrededor de 6,7 millones de muertes prematuras en todo el mundo cada año debido a los efectos nocivos de la contaminación del aire.
Impacto medioambiental de un aire de mala calidad
La mala calidad del aire no solo tiene un impacto en la salud humana, sino que también conlleva graves consecuencias para nuestro entorno. En primer lugar, muchos de los contaminantes, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido de nitrógeno, son gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera, lo que favorece el calentamiento global y acelera el cambio climático.
Además, no hemos de olvidar que la contaminación presente en el aire puede depositarse en los suelos y las aguas superficiales y subterráneas a través de la precipitación y la deposición seca. Esto tiene efectos negativos en la agricultura, la pesca y la vida silvestre.
Sistemas de ventilación mecánica controlada
Un sistema de ventilación mecánica controlada resulta un gran aliado para mejorar la calidad del aire interior en los edificios, ya que garantiza una circulación adecuada del aire fresco en el interior.
De este modo, se reduce la concentración de contaminantes, como el dióxido de carbono, los compuestos orgánicos volátiles, los alérgenos, los virus y las bacterias. También combate la humedad y evita el crecimiento de moho y hongos, lo que a su vez puede prevenir problemas respiratorios y de alergias.
La calidad del aire es un tema de creciente preocupación a nivel global. Por fortuna, las innovaciones y nuevas tecnologías acuden a nuestro rescate con soluciones tan eficientes como los sistemas de ventilación. Si quieres saber más sobre este tema, solo has de acceder a este artículo relacionado: Definición, tipos y fases de la ventilación mecánica controlada.
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