La ventilación es uno de los elementos principales en la búsqueda de la eficiencia energética en nuestros hogares y en todos los edificios. Los sistemas mecánicos han revolucionado la forma en que se ventilan y airean las casas, y han demostrado que es posible gastar mucha menos energía para obtener todo el confort que necesitamos. Pero también hay sistemas naturales que pueden ayudar a mejorar las temperaturas en nuestros hogares, como son la cubierta ventilada o las fachadas con efecto chimenea. Y si aprovechamos la energía que hay bajo tierra, aparece la opción del pozo canadiense, una alternativa que hace uso de la geotermia de manera sencilla.

El pozo canadiense está dentro de la tendencia de la arquitectura bioclimática, y su idea es que entre aire caliente en casa desde el exterior aunque haga mucho frío en invierno, o al revés: que en verano el aire que llegue desde la calle sea más frío. Un sistema de ventilación casi natural que no gastará mucho en mantenimiento o suministros y que además tiene un coste de instalación asumible.

Su origen, obviamente, procede de Canadá, donde se usó para mejorar las temperaturas en las casas de su frío territorio. Si bien hay que señalar que existe la misma tendencia en la región de Provenza, en Francia, pero para enfriar en verano. Por eso, al pozo canadiense también se le llama pozo provenzal. En cualquier caso, el mismo sistema sirve para el verano y para el invierno.

El funcionamiento de esta técnica que procede de la geotermia es sencillo. Se conecta la vivienda con el exterior a través de unos conductos que han de estar enterrados bajo suelo. La profundidad suele estar al menos a un metro y medio, siendo lo habitual que no superen la profundidad de cinco metros. A partir de ahí, se hace circular aire entre estos conductos. El aire en su interior se adaptará a la temperatura del subsuelo, que acostumbra a ser más o menos constante, para luego entrar en la vivienda. El sistema podría explicarse de esta manera:

  1. A partir de los dos metros de profundidad, se entiende que la temperatura oscila mucho menos, y que puede encontrarse en unos baremos entre los 18 y los 24 grados.
  2. El sistema para poder atemperar el aire frío o cálido del exterior es el de un intercambiador de calor, que es natural, ya que no son más que los tubos que conectan la vivienda con el aire de fuera.
  3. La potencia del sistema de pozo canadiense o provenzal dependerá de los conductos instalados, las situaciones climatológicas y geográficas y la estanqueidad de la casa.
  4. Hemos dicho antes que es casi natural, ya que se necesita un impulsor de aire desde el exterior.

Sin duda, se trata de una tecnología muy a tener en cuenta para refrigerar o atemperar nuestros hogares. Y si bien no es la más potente, puede combinarse con otras. ¿Es suficiente para no depender de los sistemas de climatización? No tanto y depende de la zona.

En veranos no muy cálidos, suele ser suficiente el uso de esta tecnología para olvidarnos del aire acondicionado. Si bien en invierno el pozo canadiense no será capaz de ofrecer suficiente potencia, al menos la necesidad de climatización será menor.

También hay que tener en cuenta que el pozo provenzal o canadiense no extrae el aire. Para encontrar una solución más eficiente, el sistema de ventilación de doble flujo es una mejor alternativa, al extraer el aire viciado y mantener el hogar siempre en las mejores condiciones de ventilación.

 

Condicionantes a tener en cuenta para instalar un pozo canadiense

 

pozo canadiense

El pozo canadiense es verdaderamente sencillo en su funcionamiento, pero para ser instalado es necesaria la intervención de los profesionales. En cualquier caso, es mejor si puede ser montado en el momento en que se construye la finca que no posteriormente. Eso reduce el coste de instalación de manera significativa.

Otra característica a tener en cuenta es que, al menos, ha de llevar una rejilla para evitar la entrada de pequeños roedores o insectos en el hogar. Un filtro de aire es otra opción, mejor para evitar la entrada de contaminantes.

En relación a los conductos, han de ser impermeables y también resistentes a la presión y a la deformación de los terrenos. No pueden romperse en el interior del subsuelo, ya que reemplazarlos es realmente trabajoso. Por otro lado, es imprescindible que tengan mucha conductividad térmica para que el aire se atempere con facilidad.

Se ha de instalar un sistema de drenaje que sea eficiente para que, en el momento en que llueva, el agua se elimine rápidamente de los conductos. Además, el ventilador ha de estar colocado de manera que no se vea afectado por las condiciones climatológicas.

Otro factor a tener en cuenta es que en las zonas afectadas por el gas radón este veneno no se filtre en los hogares.

En definitiva, es interesante tener como opción a tener en cuenta el pozo canadiense en la ventilación para optar a él en hogares donde sea suficiente utilizar esta fuente geotérmica sencilla y ecológica.