Normativa del gas radón

El gas radón es uno de los venenos más peligrosos que pueden originarse en nuestros hogares. Gran desconocido hasta hace poco tiempo, este gas se origina en el subsuelo de muchísimas viviendas españolas y es casi indetectable, ya que no puede olerse ni verse. Aun así, es el segundo máximo responsable de los cánceres de pulmón, según la Organización Mundial de la Salud. Para combatirlo y exponer su gravedad, desde la Unión Europea existe una normativa del gas radón que en España ha llegado algo tarde. ¿Qué se dice en ella y cuál es el cumplimiento que ha alcanzado en España?

Desde la Comunidad Europea se recomienda que las viviendas de obra nueva cuenten con niveles de radón inferiores a 200 becquerelios por metro cúbico (Bq/m3), pudiendo doblar dicho límite para esos hogares ya construidos. Es por ello que el máximo admitido es de 400 Bq/mpara las viviendas previas a la norma, si bien se recomienda disminuir la presencia del gas radón al mínimo.

La normativa europea obliga a que los estados miembros tomen medidas de análisis y acciones para reducir las concentraciones de más de 300 Bq/m3. En España, dicha directiva comunitaria entró en vigor en 2018, bastante más tarde que en la mayoría de naciones europeas.

Sin embargo, ¿se está aplicando en la actualidad la normativa del gas radón en nuestro país? Desgraciadamente, el Código Técnico de la Edificación aún no recoge las necesarias modificaciones para forzar a los constructores a evitar la proliferación de este veneno que se origina en nuestros hogares. Se espera que durante este 2019 la normativa se incluya en el CTE. Cuando se ponga en marcha la normativa, todos los edificios de nueva construcción y aquellos que se reformen tendrán que lograr que el máximo de gas radón sea de 300 Bq/m3.

En datos y a modo de ejemplo, se estima que el 15,6% de las viviendas construidas desde la aprobación de la normativa en Galicia -uno de los territorios más afectados- superaban el umbral máximo admitido. Eso no podrá ser cuando se ponga en marcha la legislación dentro del CTE.

Frente a esta realidad, es necesario en España que se genere una verdadera concienciación por parte de los usuarios y también del sector constructor de los grandes daños que puede provocar el gas radón.

 

La necesidad de una normativa del gas radón

 

Ventilación contra el gas radón

Como hemos comentado, el gas radón es el mayor culpable de los casos de cáncer de pulmón, solo por detrás del tabaquismo. Los riesgos son mayores porque, para ser detectado, es necesario instalar un equipamiento durante varios días para certificar si hay afectación o no. No puede medirse en una única toma, y además no tiene olor, ni forma alguna. Es un gas incoloro, insípido e invisible. Sin el equipamiento necesario, resulta imposible de detectar.

Este veneno se origina en los subsuelos de muchos hogares, sobre todo en las zonas de Galicia, el oeste de Asturias, el oeste de Castilla y León, Extremadura y también en el noroeste de Andalucía. En dichas localizaciones es imprescindible tomar conciencia de ello, por lo que se avisa a los ciudadanos que se informen sobre ello, más aún si las viviendas están en ubicaciones ricas en minerales.

El periodo de semidesintegración del radón es de 3,8 días. Durante este proceso se emiten partículas radiactivas alfa que pueden penetrar en el organismo a través de heridas, o mediante inhalación o ingesta. Por este motivo, el radón en las viviendas puede presentar riesgos para la salud a grandes sectores de la población.

El gas radón es un gas noble, por lo que no puede descomponerse. Para protegernos contra él y también para reducir sus emisiones a los niveles aceptables, lo que resulta preciso es realizar unas mejoras eficientes en el hogar. La Organización Mundial de la Salud propone lo siguiente:

  • Mejorar la ventilación. Especialmente en las áreas de los hogares que se encuentran en el subterráneo, ya que es allí donde se suele originar este gas noble.
  • Instalar sistemas de extracción mecánica de ventilación en la zona del sótano para extraer el gas radón de lugares de alta concentración y evitar que se propague hacia otras estancias.
  • También es capital sellar todas las filtraciones. Y es que una pequeña fisura puede ser letal para la entrada del gas en las estancias que ocupamos en casa.
  • Es importante sellar todas las paredes de manera exhaustiva para poder protegernos.

Si bien la normativa del gas radón es crucial para todas las viviendas de obra nueva y también para las remodelaciones, lograr una concienciación de la peligrosidad del radón es muy importante en la sociedad para poder combatir este veneno. Ya que son demasiados los hogares españoles que están afectados por este veneno, y en demasiados casos se ignora por desconocimiento y porque, hasta hace poco, en España no se ponía de manifiesto los peligros del radón.