La Ley de Ordenación de la Edificación y las instalaciones de ventilación
La Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) es un documento normativo anterior al Código Técnico de la Edificación (CTE). La ley, con el objetivo de establecer los requisitos básicos que deben satisfacer los edificios, pretende regular el difícil proceso de la edificación, actualizando la figura legal de todos los agentes que intervienen y fijando obligaciones. De este modo, se pueden depurar responsabilidades, proteger a los ocupantes (mediante el alta obligatoria de pólizas de seguros) y dar cumplimiento al derecho a una vivienda digna que fija la Constitución. Asimismo, establece periodos de responsabilidad en relación con los daños que puedan presentar los edificios.
Ante la laguna legal que suponía la asignación de responsabilidades en el marco de la edificación que la sociedad de la época exigía, en el 1999 quedó decretada la LOE. El de la edificación era uno de los principales sectores económicos del momento y, sin embargo, no existía una normativa en consonancia que regulara las obligaciones, responsabilidades y garantías de los usuarios de los edificios. La demanda creciente por parte de la sociedad del momento de un parqué inmobiliario de calidad afectó tanto a las estructuras como a los sistemas de instalaciones (protección en caso de incendio, protección contra el ruido, sistemas de aislamiento, etc.).
¿Cómo afecta la Ley de Ordenación de la Edificación a las instalaciones de ventilación?
Algunos de los requisitos de la ley inciden, directa o indirectamente, en los sistemas de ventilación. De este modo, estipula que las instalaciones no pueden suponer un obstáculo para el correcto funcionamiento del edificio, así como tampoco poner en riesgo la seguridad de sus ocupantes en caso de incendio. Además, las instalaciones han de cumplir con los requisitos de habitabilidad (higiene, salud, protección del entorno, protección contra el ruido, ahorro energético y aislamiento térmico).
Soy suministrador, ¿qué obligaciones tengo?
De acuerdo con la Ley de Ordenación de la Edificación, todos los suministradores de productos de construcción (importadores, vendedores y fabricantes) tienen la obligación de realizar las entregas según lo acordado en el pedido y responder acerca de su origen y calidad. Asimismo, deberán cumplir con los requerimientos que fije la normativa técnica aplicable. Deben, también, facilitar los manuales de uso y mantenimiento de los productos, con sus respectivas garantías de calidad. Por último, deberán acreditar los certificados de calidad pertinentes que expiden las diferentes entidades nacionales e internacionales (para que garantizar fehacientemente que los productos suministrados funcionan correctamente).
Empresas de certificación de calidad, ¿qué obligaciones tienen?
Las empresas de certificación de calidad son entidades que proporcionan asistencia técnica confirmando el proyecto y los materiales empleados cumplen con la calidad exigida. Durante la ejecución de la obra garantizan que las instalaciones se ajustan al proyecto y satisfacen la normativa aplicable. Una vez obtenido los resultados, los hacen llegar al promotor o profesional técnico responsable. Las empresas de certificación de calidad deben de garantizar que ellas mismas se rigen por un sistema de gestión de calidad que define sus métodos de ensayo o control empleados y que disponen de los trabajadores, los medios y el instrumental apropiado para desarrollar su actividad de modo competente.
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