Gas monóxido de carbono

Llega el invierno y con ello la calefacción, los braseros y las chimeneas. Porque, por supuesto, hemos de combatir el frío. Pero con el uso de estos sistemas de calentar el hogar también llega problema que puede ser muy grave, la posibilidad de intoxicación por monóxido de carbono. Un envenenamiento a través del aire que se produce por culpa de una mala ventilación. La consecuencia fatal es que el aire se mezcla con un gas inodoro que no avisa pero que cada año se lleva miles de vidas en el mundo.

En España se producen unos 2.000 casos de intoxicación por monóxido de carbono cada año, de los cuales hasta un centenar acaban en fallecimiento, según datos oficiales. ¿Cuál es la causa? El envenenamiento que produce el aumento de este gas en una estancia que se produce en sistemas de calefacción de gas, de brasa o en quemadores.

Otros venenos avisan. Pero la intoxicación por monóxido de carbono es casi indetectable. No produce ningún tipo de humo, no huele. Tampoco produce irritación. Cuando alguien se expone a ella, simplemente siente sueño y adormecimiento. Produce una muerte dulce, en la que los afectados no se dan cuenta de lo que está ocurriendo. Por eso es más peligrosa que otras.

La causa principal en este envenenamiento por monóxido de carbono es una mala eficiencia en ventilación, provocando habitualmente por un mal estado de los sistemas calefactores. Un porcentaje de gas menor al 1% en el aire puede ser mortal. ¿Cómo prevenirse?

 

Identificar una intoxicación por monóxido de carbono

 

Intoxicación por monóxido de carbono

Exponerse al monóxido de carbono puede ser un riesgo casi mortal en muy poco tiempo. Una leve exposición puede afectar al sistema nervioso y forzar dolores de cabeza o cambios de animo. Si continúa la intoxicación, afecta al sistema nervioso y en caso de seguir expuesto llega a provocar la muerte en minutos.

Lo principal es tomar las medidas oportunas de seguridad. Pero, si esto ha fallado, hay que conocer qué clase de señales nos avisan de una intoxicación por monóxido de carbono. Inciso: los niños y las personas mayores tienen mayores riesgos.

  • Si sientes dolores de cabeza, náuseas y vómitos en una situación en la que estés usando un sistema de calefacción de gas, ten en cuenta que puede ser provocado por este gas. Si la debilidad y el cansancio aumentan, toma precauciones antes de perder el conocimiento.
  • Abre las puertas y las ventanas si estos síntomas aparecen. No pienses que se debe a un leve dolor de cabeza ni desistas al sueño. Prueba de ventilar la estancia, una correcta ventilación es lo que combate a la intoxicación por monóxido de carbono.
  • Ve al médico en caso de que creas haber estado expuesto a este gas. Y revisa con un profesional la instalación de la que dispones en tu hogar.

Ya sabemos que muchas personas no se dan cuenta que es mejor prevenir que curar hasta que sufren un problema de este tipo. Así que, si antes no has tomado precauciones, ten en cuenta estos síntomas en invierno antes de verte en una situación de intoxicación por monóxido de carbono.

Prevenciones a tomar ante este gas

 

Como ya hemos comentado en este blog, podemos identificar la presencia de este gas mediante un detector en el hogar. Pero más allá de ello, podemos tener en cuenta una serie de recomendaciones en casa:

  • Conviene apagar las estufas, braseros o chimeneas por la noche o cuando no estemos en casa. En el momento en que dormimos es más que importante, ya que es cuando podemos sufrir una intoxicación sin darnos cuenta.
  • En lugares cerrados como el baño se han de usar los sistemas de calefacción ideados para estos espacios.
  • Los aparatos de cocina como son los hornos o los fuegos de gas nunca pueden ser utilizados como medios de calefacción. Es uno de los problemas más importantes en esta intoxicación por monóxido de carbono.
  • Necesitamos una buena ventilación en casa. Tener la casa aireada es imprescindible.
  • Las estufas y los calefactores han de pasar las revisiones. Las chimeneas que dejen manchas azuladas en las paredes también pueden ser sospechosas de fugas de gas.
  • Los braseros y las estufas de queroseno son bastante peligrosas para la aparición de este gas, es importante tenerlo en cuenta. No son recomendables en lugares donde se vaya a dormir.

El riesgo de intoxicación por monóxido de carbono es más real de lo que se piensa. Merece la pena protegerse ante ello y hacer uso de una buena ventilación en los hogares.