Gas radón en edificios públicos

El gas radón es uno de los venenos del aire más peligrosos que existen. No puede detectarse fácilmente, porque es incoloro e inodoro, pero puede ser letal si se instala en nuestros hogares. Según la Organización Mundial de la Salud, es el segundo culpable de las muertes por cáncer de pulmón. Y si bien hasta ahora no se le había dado la prioridad que necesita, ahora mismo es obligatorio detectarlo. ¿Cómo se controla el nivel de gas radón en edificios públicos?

El problema del gas radón en edificios públicos es similar al caso de este veneno en las viviendas. Durante los últimos 30 años, la Unión Europea lanzó numerosas alertas sobre el peligro que supone este dañino gas. Sin embargo, en España no se ha tomado verdadera constancia casi hasta que se ha implementado la Ley que, desde este año, obliga a revisar los edificios en busca de la presencia del gas.

El gas radón se origina en los sótanos de numerosas viviendas españolas, y en muchas de ellas ni siquiera se conoce su existencia. Galicia, Extremadura y Madrid son las tres comunidades más afectadas por este gas, si bien está en muchas más regiones. Las dos Castillas son también autonomías en alerta. Todo ello puede consultarse en el mapa del gas radón, que distribuye la afectación por zonas geográficas en España.

Es precisamente este problema de desconocimiento en nuestro país el mismo que afecta a los edificios públicos. A partir de ahora, el Gobierno ha de facilitar a los hogares privados la detección del gas, e incluso subvencionar parte de las reformas que se encaren hacia la eliminación del gas radón en las viviendas. Y, de cara a los edificios públicos, las autoridades y el Consejo de Seguridad Nuclear han de ayudar a gobiernos provinciales y municipales a vigilar la presencia de este veneno. Sobre todo teniendo en cuenta que se origina en los subsuelos y subterráneos.

Muchos de los ayuntamientos de España están aplicando un plan de medidas contra la presencia de gas radón, animados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Por ejemplo, el municipio gallego de Guitiriz ha iniciado un programa para medir los niveles de este gas en 14 edificios públicos, incluyendo centros de salud y educativos.

Para muchos de los ayuntamientos y poderes públicos, se trata de una nueva preocupación aún desconocida, pero reconocen que es necesaria ser tratada. Las medidas que pueden hacer los ayuntamientos son, al principio, utilizar métodos de detección del gas y tratar de informar a los gestores de cada edificio público.

En el municipio de Guitiriz se utilizan 95 detectores de radón para esos 14 edificios. En el caso de detectar la presencia de gas radón, el siguiente paso sería buscar fórmulas para evitar el filtrado del gas hacia las estancias habitadas por personas. Se calcula que son necesarios tres meses para lograr saber si el gas está en el ambiente.

 

Medidas para frenar el avance del gas radón en edificios públicos

 

rebajar los niveles de radón

El primer paso para frenar el avance del gas radón en edificios públicos y también en viviendas es el uso de los detectores de este veneno.

Normalmente, los detectores de radón son unos cilindros pequeños con un código identificador y que se colocan a la altura de la respiración, mayormente en estanterías o mesas, nunca cerca de las ventanas. Se ha de documentar toda la localización.

Durante 100 días, los detectores de radón absorben el paso del aire en su interior y el gas se desintegra, dejando puntos negros y marcas que luego se analizarán en un microscopio. Así podrá saberse si supera la tasa máxima de 300 Bq por m3/s. En caso afirmativo, sería necesario tomar medidas.

Estas acciones para rebajar el nivel de gas radón pueden ser las siguientes:

  • Mejorar la ventilación. Es imprescindible que la ventilación expulse este veneno fuera de nuestras estancias.
  • Usar sistemas de extracción mecánica para extraer el aire contaminado de los subterráneos.
  • Tapar filtraciones. El gas se cuela por fisuras y han de ser tapadas.
  • Sellar las paredes con el mismo fin de no dejar orificios ni rendijas donde el gas pueda colarse.

El mayor problema del gas radón, no obstante, es su falta de atención hasta ahora. Sin embargo, es letal. Se calcula que alrededor del 25% de los cánceres de pulmón están afectados por el radón. En realidad, la mayoría de casos es por la intoxicación por gas radón en personas fumadoras. Pero muchos casos, alrededor del 5% de todos los cánceres de pulmón, están originados en exclusiva por el radón.

¿Qué hacer si detectamos la presencia de gas radón en edificios públicos o en casa? Ante todo, no alarmarnos. Si bien pueden considerarse casas que matan, la solución es sencilla. Para usos domésticos, la detección puede costar entre 200 y 400 euros, y la expulsión total no más de 3.000 euros. Y desde ahora, la buena noticia es que ha de contarse con el soporte del poder público.