Futuro de las ciudades

Si nos preguntáramos como será el futuro de las ciudades, ¿qué podríamos decir? Más allá de las fantasías de la ciencia-ficción, de los coches que no tienen ruedas, lo que podríamos casi asegurar es que las ciudades del futuro serán mucho más eficientes y verdes. Serán ecociudades. Y es en Occidente, sobre todo en Europa, donde será más fácil ver estos avances.

El casi inmediato auge de las ecociudades -que ya empieza a verse en el mundo- responde en buena parte a los requerimientos de las nuevas normativas en sostenibilidad. Tanto edificios como lugares públicos han de adaptarse para emitir menos contaminantes del aire y ser eficientemente energéticos.

Esa es la base de las ecociudades o futuro de las ciudades: lograr que el impacto ambiental sea el mínimo. Ya sea gracias al menor consumo de las personas y de las cargas de trabajo en su entorno, como por el cambio tecnológico que garantiza un mayor rendimiento con un consumo inferior. Con ello, se puede avanzar en el desarrollo económico sin tener que hipotecar el futuro de las próximas generaciones.

La Unión Europa es uno de los organismos internacionales que más se ha volcado en el futuro de las ciudades como urbes mucho más sostenibles, respetuosas con el medio ambiente y que actúen como economizadores de energía.

Por ejemplo, una muestra del futuro que ya llega es el proyecto europeo CITYnvest, puesto en marcha en 2015 y que acaba este año. Se trata de un plan piloto para probar las capacidades de los gobiernos locales de poner en marcha una modernización de los edificios públicos para el ahorro energético. Esta primera prueba se realiza en las ciudades de Lieja en Bélgica, Ródope en Bulgaría y también en España, en la región de Murcia. La financiación parte de la Unión Europea con 180.000 euros.

Otro gran acuerdo en materia de políticas verdes que llega desde la Unión Europea es el Pacto de los Alcaldes, otra iniciativa para hacer frente a la lucha contra el cambio climático en la que participan más de 6.500 municipios de toda Europa. ¿Su objetivo? Reducir un 20% el consumo de energía en las localidades, otro 20% la emisión de gases invernadero y por último aumentar un 20% la producción de energías renovables.

Todo ello nos avisa que el futuro de las ciudades pasa por minimizar la contaminación y racionalizar el uso energético. ¿Cómo se plantea que sean los edificios públicos en las próximas décadas y qué requisitos cumplirán?

  • Deberán utilizar sistemas de renovación del aire ecológicos para climatizar los edificios como son la aerotermia y la geotermia, además de producir energía mediante fuentes renovables, como la solar o la eólica.
  • Las bombas de calor también deberán ser más habituales en lugar de los sistemas tradicionales de calefacción.
  • Los sistemas de ventilación mecánicos deberán convertirse en un estándar para la renovación del aire.
  • El uso de sondas y medidores de la calidad del aire deberá convertirse en algo habitual.
  • Los edificios tendrán que ser mucho más aislantes para evitar pérdidas de calor.

Por supuesto, junto a esto se están poniendo en marcha políticas que reduzcan también el uso de vehículos en las ciudades y que apuesten por medios de transporte alternativos. Además de apostar en muchos países europeos por la popularización del coche eléctrico para reducir las emisiones contaminantes.

 

Edificios ‘verdes’ en el futuro de las ciudades

 

Casas sostenibles

A nivel privado, las obligatoriedades para desarrollar unas ciudades mucho más sostenibles pasa por las casas sostenibles. Para ello, existen opciones con sellos de certificación de edificios ecológicos, como son BREEAM o las casas pasivas de Passivhaus.

En general, los edificios cumplen los siguientes requisitos::

  • Su diseño arquitectónico se basa en la economización de la energía.
  • Reducir el consumo energético ha de ser una máxima.
  • Usan fuentes de energía renovables, como la solar o la aerotermia.
  • Han de producir el mínimo de residuos.
  • Su mantenimiento ha de ser mínimo.

Además de todo ello, los edificios en el futuro de las ciudades han de ser capaces de mejorar la calidad de sus habitantes. Esto es posible, por ejemplo, gracias a los sistemas de ventilación mecánicos de doble flujo. Con ellos, la salubridad de nuestros hogares y de cualquier edificio se ve beneficiada, con sistemas automáticos para conocer cuándo es necesario renovar el aire o los excesos de humedad. De la misma forma, el flujo de aire se adapta exclusivamente a las necesidades reales de cada edificio. En la necesaria climatización, un proyecto de futuro de ciudad desarrollado es el de la nueva gestión computerizada de la climatización en el metro de Madrid.

Un paso importante en el futuro de las ciudades es la Edificación de Consumo Casi Nulo, que en 2020 obligará a todas las construcciones en España a una serie de medidas enfocadas a eliminar el consumo energético al máximo, mediante el uso de sistemas de ventilación, fuentes energéticas alternativas y métodos de construcción específicos.