extractores de humo

Ventilación general

ACuando se quiere ventilar un local mediante un sistema de ventilación general, es importante evaluar el tipo de actividad que desempeñan las personas que lo ocupan. El índice de ocupación y las sustancias contaminantes presentes en el ambiente cambian mucho de, por ejemplo, una planta de oficinas con un nivel de ocupación bajo a una cafetería o un taller de pintura. Actualmente las personas pasan el 90% de su tiempo confinados en espacios cerrados: lugares de trabajo, viviendas, centros comerciales, etc. por lo que se deben ventilar los espacios interiores, para que los ocupantes disfruten de un ambiente confortable e higiénico. Es necesario diluir el olor corporal, controlar los índices de humedad, la temperatura, así como la polución que se desprende del mobiliario y de los materiales constructivos.

Al dimensionar un sistema de ventilación, se puede proceder calculando el caudal de aire que se necesita según la cantidad de ocupantes (7,5 litros por segundo y persona). El índice de ocupación condiciona el numero de renovaciones por hora (N) que debe producirse en el local. Baste como ejemplo que entre las tipologías donde se requiere un mayor número de renovaciones por hora se encuentran las cocinas domésticas (12-15 N), los teatros (10-12 N), las naves industriales (30-60 N) o los talleres de pintura (40-60 N). Partiendo de este índice se puede obtener el caudal de aire a renovar (Q) en m³/h. Por ejemplo, en un restaurante con un volumen de 225 m3 (15 x 5 metros de superficie con una altura de 3 metros) se recomienda un número de renovaciones por hora, N = 10, resultando un caudal de:

 

Q (m³/h) = V x N

En el ejemplo:

Q = 225 x 10 = 2.250 m³/h 

 

Ventilación localizada

En este sistema de ventilación el aire contaminado es captado en el mismo lugar donde se produce, evitando su difusión por todo el local. Se logra mediante una campana de extracción que abarque lo más estrechamente posible el foco de polución y que lo conduzca al exterior. Los elementos esenciales de este tipo de instalaciones son:

  • Captación.
  • Canalización o conducto
  • Filtro o separador.
  • Extractor de aire.

 

Extractores de humo: componentes y fundamentos

Cuando es posible localizar el punto donde se origina el la contaminación, el extractor de humo se convierte en la solución más eficaz y económico para evitar la difusión de las emanaciones tóxicas o de humos por el resto del local. Por lo general consiste en una caja cerrada con una cara abierta hacia la emisión nociva, de la que parte un conducto de evacuación activado por un extractor mecánico. Sus componentes y fundamentos principales son:

Campana: dispositivo diseñado para la captación del aire contaminado, por lo general con forma de pirámide orientada hacia el foco contaminante.

Pérdida de carga: es la pérdida de presión que se origina al circular el aire por una canalización, debida al rozamiento, al cambio de dirección o al choque frente a un obstáculo.

Plenum: es una cámara intercalada en una conducción o captación de aire para uniformar la presión.

Tobera: elemento de captación cuyo diseño estrecha la boca de captación para aumentar la velocidad del aire.

Velocidad de captación o de arrastre: es la velocidad del aire en la boca de una campana o cabina, necesaria para vencer las corrientes contrarias y recoger el aire con su contenido en gases, polvo y humos.

 

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