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Si lo que pretendemos es obtener la mayor eficiencia energética en nuestro edificio, debemos asegurarnos de ejercer un control inteligente sobre nuestro sistema de ventilación y climatización. En el presente artículo haremos especial hincapié en la importancia de los sistemas de control inteligente sobre los sistemas de ventilación y climatización y que tienen como objetivo aumentar la eficiencia energética de los edificios de manera que se tienda a un consumo energético casi nulo (desde la Unión Europea se marcan directrices que promueven los ECCN, Edificios de Consumo Casi Nulo, o NZEB, por sus siglas en inglés, Nearly Zero Energy Building).

 

Hacia una reducción de la demanda energética

El incremento constante del precio de la energía y los requerimientos normativos, cada vez más exigentes, hacen que aumente el interés por parte de contratistas, arquitectos, ingenieros, propietarios y demás ocupantes de edificios sobre el concepto de eficiencia energética en los edificios. ¿Cómo conseguir que nuestro sistema de ventilación y climatización alcance los niveles de eficiencia energética deseados? De acuerdo con la Guía sobre la Gestión de la Demanda Energética del Edificio, de la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (FENERCOM), es necesario cumplir con las siguientes indicaciones:

  • Garantizar que la energía de calefacción y refrigeración generadas se adecúan a las necesidades reales de cada momento.
  • Hacer un uso eficiente del calentamiento y enfriamiento «sin coste alguno», aprovechando la energía solar y la terrestre, y los efectos de la ventilación y refrigeración nocturnas.
  • Asegurar que la energía (calor y frío) se distribuye de manera eficiente por todo nuestro edificio, y minimizar las pérdidas.
  • Procurar emplear, en la medida de lo posible, energías renovables. Si se utilizan combustibles fósiles como fuente energética, tratar de lograr la mayor eficiencia posible (calderas de temperatura baja).
  • Establecer un ajuste óptimo en el caso de instalaciones de ventilación y climatización existentes.
  • Tratar de reducir la electricidad consumida por los sistemas de ventilación y climatización, utilizando bombas de recirculación, ventiladores, etc.

 

El Reglamento con el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE, 2007) también señala que debemos seleccionar tanto los equipos de generación de calor y frío, como aquellos destinados al movimiento y transporte de fluidos, en función de su capacidad para conseguir que sus prestaciones estén lo más cercanas posible a su régimen de rendimiento máximo, sea cual fuere su condición de funcionamiento.

 

El control inteligente de tu sistema de ventilación y climatización

La implementación de una tecnología de control moderna e inteligente sobre nuestros sistemas de ventilación y climatización puede traducirse en un gran ahorro de energía, sobre todo en los edificios comerciales. Mediante la optimización de los parámetros de control de los sistemas (sustituir los algoritmos de control clásicos por soluciones innovadoras de ahorro energético muy eficientes, por ejemplo), se puede obtener un ahorro energético de hasta el 15%.

Dado los costes, en la mayoría de los sistemas tan solo se emplean sistemas de control de calefacción con control de la temperatura del fluido en función de las condiciones exteriores. Para disminuir las desventajas que suponen controlar la temperatura interior de un edificio en función de la temperatura exterior, es primordial que la tecnología de control implementada mantenga el punto de consigna de la temperatura de fluido con el nivel más bajo posible. Existen en el mercado controladores especiales, que lo consiguen adaptando automáticamente la curva de calentamiento (que se adapta, a su vez, al edificio). Este control de los sistemas de ventilación y climatización en función del clima también imposibilita hacer un registro de la influencia que tienen la radiación del sol, el calor generado por los equipos electrónicos o la ocupación de los locales (se estima que cada una de las personas que ocupan una estancia genera, por su propia actividad metabólica, unos 60-100 W de energía térmica).

La normativa (RITE, 2007) exige que las instalaciones dispongan de todos sistemas de regulación y control necesarios de modo que se puedan conservar las condiciones de diseño previstas en los locales climatizados, y ajustar, a su vez, el consumo de energía a las variaciones de la demanda térmica (y, por supuesto, interrumpir el servicio cuando sea necesario).

 

La gestión smart integral de sistemas: el futuro inmediato

Los distintos sistemas de un edificio acostumbran a emplear diferentes protocolos de comunicación. Si bien los problemas de integración suelen solventarse gracias a pasarelas, un único elemento de hardware puede reemplazar varias pasarelas, inclusive proporcionar funciones centralizadas (registro y almacenamiento de datos medidos, gestión de las alarmas o una interfaz gráfica para los usuarios). ¿Cómo funciona una plataforma de integración? La plataforma de integración, que admite múltiples protocolos, actúa como un nudo de información descentralizado que lee la información de varios subsistemas gracias a protocolos de comunicación a través de controladores.

En definitiva, si queremos aumentar de manera notoria la eficiencia energética de nuestro edificio, se hace necesario la implantación de controles modernos y eficientes de los sistemas de ventilación y climatización, así como la aplicación de la tecnología inteligente actual capaz de gestionar dichos sistemas.

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