El aire exterior que se adentra en el interior de los inmuebles está cargado de partículas nocivas para la salud. Estas son generadas, en su mayoría, por el proceso de combustión de los vehículos que utilizan gasolina o diésel para circular. No obstante, dicho aire también contiene bacterias, ácaros y virus de otras procedencias. Por ello, la utilización de filtros en los sistemas de ventilación mecánica se antoja imprescindible para evitar que estos elementos contaminen el ambiente de nuestras viviendas o locales comerciales.

Eficacia de los filtros

Los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo de alto rendimiento se han convertido en elementos indispensables de las edificaciones más sostenibles. Además, al combinarse con el uso de filtros, son capaces de atrapar las partículas de polen que generan alergias, las sustancias nocivas presentes en el aire y todo tipo de microorganismos perjudiciales para la salud. Entre ellos, los ácaros y los hongos responsables del moho.

Pero ¿hasta qué punto llega la eficacia de los filtros dentro de un sistema de ventilación mecánica de este tipo? En el caso de las partículas de entre 2,5 y 10 micras, entre las que se incluyen los ácaros, el polen y las esporas, se acerca mucho al 100 %. En lo que respecta a las más pequeñas (entre 0,1 y 2,5 micras), oscila entre el 75 % y el 90 %.

Tipos de filtros

No todos son iguales. Mientras unos son más efectivos ante partículas grandes, otros ofrecen mejores prestaciones con las pequeñas. Por este motivo, queremos hablarte acerca de los filtros instalados con mayor asiduidad en los sistemas de ventilación.

Filtros de carbón activo

Sin duda, los mejores purificadores de aire. Son especialmente efectivos ante partículas de virus y bacterias, así como frente a gases tóxicos. También eliminan perfectamente los malos olores.

Filtros electroestáticos de aire

Muy efectivos frente a partículas de tamaño inferior a 1 micra. Además, no afectan negativamente al flujo de aire, eliminan el humo de tabaco y filtran el hollín.

Filtros húmedos

Se fabrican a partir de un material filtrante viscoso que atrapa las partículas contaminantes. Su instalación es muy recomendable para retener el polen, los ácaros y otros alérgenos. Curiosamente, los filtros secos también resultan muy útiles en este sentido.

Filtros HEPA

Los más eficaces y utilizados en la actualidad. ¿El motivo? En condiciones ideales, estos filtros son capaces de retener el 99,9 % de las partículas con un tamaño inferior a las 0,3 micras. Por consiguiente, su uso no solo se ha extendido en viviendas y locales comerciales, sino también en aviones y quirófanos. Incluso la NASA los ha empleado para purificar la atmósfera de Marte a través del Perseverance.

 

 

Limpieza de los filtros

Evidentemente, todos estos filtros tienen una determinada vida útil. Pero, para garantizar su utilidad durante el mayor tiempo posible, es imprescindible limpiarlos periódicamente. En concreto, cada 3 o 6 meses, en función de la intensidad del uso del sistema de ventilación y de las características ambientales del entorno. Debemos hacerlo así:

  1. Retiramos los tornillos que sujetan el filtro dentro del sistema. Para ello, recomendamos el uso guantes y mascarilla.
  2. Sumergimos el filtro en un recipiente con agua y jabón durante 15 o 20 minutos.
  3. Lo ponemos debajo del chorro de agua del grifo para retirar los restos de suciedad.
  4. Finalmente, lo dejamos secar al aire libre. En ningún caso, hay que utilizar fuentes de calor externas.

No cabe duda que podríamos dar muy buenos consejos para prevenir las enfermedades respiratorias en el hogar. Sin embargo, el mejor de todos es recomendar la instalación de filtros en los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo de alto rendimiento. Los resultados son excelentes.