Contaminación acústica

Se habla menos que de otros tipos de polución, pero la contaminación acústica puede ser un gran problema, especialmente en grandes ciudades. Si además pensamos en las enormes edificaciones que no están bien equipadas contra el ruido, puede llegar a ser un conflicto mucho mayor en el hogar.

Cuando nos referimos a contaminación acústica hemos de diferenciar dos tipos:

  1. La que se produce en el interior de nuestros hogares.
  2. La que se genera por la actividad del exterior y llega a nuestras casas.

Normalmente, quienes sufren más ambos tipos de polución en el hogar es debido a la estanqueidad deficiente de algunos edificios. Si una vivienda fue construida sin poner mucho énfasis en bloquear los ruidos del exterior o de otras habitaciones, seguramente padezcamos de un exceso de contaminación acústica.

Por otro lado, si abrimos las ventanas para airear las estancias y vivimos en una zona cercana a una gran avenida no solo sufriremos la entrada de gases contaminantes, sino que también tendremos que lidiar con los ruidos del exterior.

Normalmente cuando esto ocurre en un hogar, no es común que se trate de resolver la contaminación eliminando ese ruido. La reacción natural de muchas personas es aumentar los volúmenes. Si escuchamos música o vemos la televisión, tendemos a subir el volumen, por lo que la contaminación es mayor.

El problema de la contaminación acústica en casa es que puede afectar a nuestro día a día. Es posible que nos cause daños como un aumento del estrés, pérdida de la concentración, descanso de peor calidad o incluso ansiedad.

¿Cómo afecta la contaminación acústica en la ventilación? Primero de todo, hay que tener en cuenta que algunos sistemas de climatización tradicionales son bastante ruidosos. Por ejemplo, los aparatos de aire acondicionado. En este caso, el mayor problema no es el de las unidades que se instalan en cada casa, sino el malestar que pueden generar los equipos compresores. Muchos de ellos suelen instalarse en el exterior, mayoritariamente en terrazas. Si se trata de una finca o un bloque de pisos, este hecho puede afectar a los vecinos de al lado que en verano quieran pasar un rato en su terraza.

La manera en que la ventilación puede ayudar a reducir la polución acústica es a través de los sistemas de ventilación mecánicos, y en especial los de doble flujo. En este caso, cerramos las ventanas y los ventiladores de extracción e introducción de aire son silenciosos. No se genera el ruido de los compresores y evitamos el ruido tanto del exterior como el generado en interiores.

En los edificios que se construyan a partir de 2020 la contaminación acústica se reducirá drásticamente al usar sistemas de ventilación mecánicos en conjunción con una construcción de alta estanqueidad, que no permite que entre el mal tiempo en el hogar ni tampoco los ruidos. Se trata del avance de la Edificación de Consumo Casi Nulo.

 

Métodos para reducir la contaminación acústica en casa

 

Si bien no se cuenta con un hogar que sea estanco ni que tenga un buen sistema de ventilación, también puede intentarse poner en marcha acciones para minimizar este problema en casa y no sufrir contaminación acústica.

Por ejemplo, no podemos cambiar de paredes o la manera en que está construida nuestra casa, pero sí podemos instalar protecciones sencillas para frenar el ruido.

  • Primero de todo, intenta evitar todo lo que puedas aumentar el ruido en tu casa. Así que puedes empezar por apagar tus aparatos electrónicos. Desde los teléfonos cargando o las televisiones en stand-by. Parece que no hagan ruido, pero sí lo hacen. Si quieres un hogar más tranquilo, no dejes tus electrodomésticos conectados.
  • No uses zapatos ruidosos en casa para evitar molestar a los vecinos o a tus familiares, mejor usa unas zapatillas. Sobre todo en casas con suelos de madera.
  • Instala persianas en tus ventanas. No puedes imaginar cuánto pueden parar el ruido de los coches y de la actividad urbana. Incluso puedes encontrar persianas para frenar la contaminación acústica.
  • Los vecinos ruidosos son un problema en las comunidades de vecinos. ¿Qué puedes hacer para evitar escucharles? Trata de poner muebles en las zonas que colindan con tus vecinos, como pueden ser armarios o librerías. Estos muebles pararán el impacto del ruido.
  • Cambia las puertas de tu casa. Es otra solución sencilla que puedes poner en marcha, ya que las puertas transmiten el ruido si son de mala calidad. También puedes encontrar puertas que paren los ruidos del exterior.

La contaminación acústica es un tipo de polución que a veces no tenemos en cuenta. Pero igual que una mala calidad del aire se nota en nuestro organismo, los ruidos pueden afectar a nuestro día a día igualmente. Y nuestro rendimiento y descanso agradecerán un poco de protección contra el ruido.