Calefacción de bajo consumo: ventajas de la ventilación de doble flujo
Un sistema de calefacción de bajo consumo debe ir acompañado de la instalación de un sistema de ventilación eficiente que evite pérdidas de calor en invierno. De esta forma se evita el aumento del consumo energético de la vivienda. Los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo son sistemas capaces de fomentar el ahorro en el consumo energético.
Funcionan de manera distinta en invierno y en verano. En invierno, el aire limpio que se introduce desde el exterior recupera las calorías del aire contaminado extraído, gracias a la presencia de un intercambiador térmico, este es capaz de realizar esta transferencia de calor sin necesidad de mezclar los dos caudales de aire, de esta manera cuando en el exterior la temperatura es de 5 º C, y de 20 ºC en el interior, el aire nuevo entra a 19ºC. En verano el sistema de doble flujo utiliza el intercambiador para enfriar el aire limpio que entra en el interior, evitando el recalentamiento de la vivienda. Cuando la temperatura exterior es de 30ºC y la interior de 21 ºC, el aire entra a 22ºC, consiguiendo así refrescar las estancias interiores. Especialmente eficientes son los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo con by-pass. En los periodos nocturnos durante el verano, dejan entrar el aire fresco enfriando la vivienda de forma natural.
Componentes de una ventilación mecánica de doble flujo para alcanzar una calefacción bajo consumo
Para conseguir que el rendimiento de una instalación de ventilación mecánica de doble flujo sea optimo, es necesario dimensionar correctamente los caudales para conseguir un equilibrio entre el volumen impulsado y el extraído. Para ello se deben dimensiona correctamente los componentes que forman la instalación: el recuperador de calor, la caja de distribución, los conductos de impulsión en las salas secas y los conductos de extracción en las salas húmedas.
En el caso de los conductos pueden distribuirse de forma lineal o en estrella. Generalmente la distribución lineal se realiza con conductos de acero galvanizados o de materiales termoplásticos. Esta distribución tiene la ventaja de que utiliza menos material para su instalación, pero el inconveniente de que puede transmitir ruido entre las diferentes estancias de la vivienda. Para evitarlo es necesario incorporar aislamiento acústico en la instalación. En la distribución en estrella se utilizan conductos independientes entre la caja de distribución y cada sala de la vivienda, lo que comporta un mayor consumo de material. En esta caso los conductos suelen ser de polietileno de alta densidad, conservan la misma sección a lo largo de todo el trazado y no existe la posibilidad de que haya transmisiones acústicas entre los diferentes locales de la vivienda.
También existe la posibilidad de utilizar el sistema de doble flujo mediante equipos individuales para la admisión y la extracción del aire. Su instalación es más sencilla ya que se evita la colocación de conductos, pero obliga a realizar aperturas en la fachada con el consiguiente impacto visual que se produce en los cerramientos exteriores sobretodo cuando se trata de edificios existentes.
Conviene resaltar que los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo son indispensables cuando se quiere construir edificios pasivos o edificios con un alto grado de ahorro energético. En este sentido la directiva 2010/31/UE promueve que haya cambios normativos en los diferentes países de la Unión Europea para que a partir de del 31 de Diciembre de 2018 todos los edificios de nueva construcción que sean ocupados o sean propiedad de autoridades públicas, deban ser Edificios de Energía Casi Nula (EECN).
Deja un comentario
No hay comentarios
Todavía no hay ningún comentario en esta entrada.