automatización en ventilación

En la actualidad, los sistemas de confort tienden a una mayor automatización. Lejos de pesadas configuraciones y también de engorrosos manuales de instrucciones. Sin embargo, la moda de la domótica en el hogar es algo de lo que se habló mucho y que ahora parece menos popular. Sin embargo, eso es debido a que los mecanismos automáticos se han aposentado con normalidad en el día a día del hogar. También con la automatización en los sistemas de ventilación, que ofrecen una renovación del aire inteligente.

En realidad, la ventilación mecánica es una de las soluciones con mayor automatización en el hogar, y quizás con mayor utilidad que las persianas o luces automáticas, que son la cara más visible de la domótica. La renovación del aire mediante sistemas mecánicos de ventilación es algo que está siempre en funcionamiento. No existen botones de encendido o apagado, porque la funcionalidad del sistema es que sea capaz de ofrecer el aire necesario a la calidad requerida en todo momento.

Con los sistemas de ventilación mecánicos, la automatización empieza directamente porque están siempre en funcionamiento y renuevan el aire con las ventanas cerradas. Se adaptan de manera natural a las estancias, teniendo en cuenta detalles imprescindibles como la ocupación, la temperatura, la humedad o el nivel de contaminación del aire.

Por eso, es muy importante que cada instalación de los diferentes sistemas mecánicos de ventilación se realice teniendo en cuenta cada proyecto de manera personalizada. El caudal de ventilación, los recorridos de los conductos o el tipo de sistema variarán siempre en función del tipo de construcción, la climatología del lugar y otras condiciones. Si se realiza correctamente, es posible automatizar la ventilación y lograr que no nos preocupemos de la calidad del aire.

La importancia de la automatización de los sistemas de ventilación la encontramos en que, además de mejorar nuestro confort, la correcta renovación del aire es una necesidad de salud. En los edificios modernos, que suelen contar con gran aislamiento térmico, precisamos de esta ayuda para poder garantizar el correcto flujo de aire. Es por ello que el Código Técnico de la Edificación avisa que la ventilación es necesaria en los edificios actuales.

La primera diferenciación que encontramos en la automatización de la ventilación es en el tamaño del sistema:

  1. Sistemas de ventilación descentralizados. Son los más sencillos y normalmente se instalan en una zona seca o húmeda para que puedan impulsar aire o extraerlo. Cada unidad es independiente y su automatismo se centra en conocer las características del espacio a ventilar en un radio de acción determinado, para actuar en consecuencia.
  2. Sistemas de ventilación centralizados. En este caso, la automatización es mucho mayor. Esto es porque se tratará de un sistema complejo, que incluye una centralita de control y luego un entramado de conductos por los que circulará el aire. Si se trata de un sistema de ventilación de doble flujo, el aire se extraerá cuando pierda calidad y se introducirá aire renovado del exterior, además de filtrado.

También hay que tener en cuenta que si el sistema cuenta con una unidad de recuperación de calor aún será más necesaria la automatización para poder saber las necesidades de calor y frío en interiores.

 

¿Cómo se realiza la automatización en los sistemas de ventilación?

 

Domótica y ventilación

Para que el sistema de ventilación mecánico sepa cómo renovar el aire de manera totalmente automática requerirá de una serie de mecanismos domóticos que informen de la situación a tiempo real en las estancias:

  • Detectores de presencia. El sistema adaptará el caudal de extracción y de admisión en base al número de personas que ocupen una estancia.
  • Detectores de humedad. La humedad relativa en el ambiente es un factor muy a tener en cuenta, por lo que si el sistema incorpora este sensor será capaz de eliminar los excesos de humedad y garantizar una mejor calidad del aire, además de temperaturas óptimas.
  • Sensores de CO2. El CO2 puede afectar en nuestra rutina y ser nocivo para la concentración o el descanso. Si se detecta de manera automática un aumento, el sistema puede encargarse de renovar el aire actuando en consecuencia.
  • Control horario. Podemos ajustar las horas en las que es más importante ventilar, siempre en relación a la ocupación de las estancias o las temperaturas.
  • Controles de temperatura. Si hay ascensos o descensos de la temperatura, los sistemas de ventilación pueden adaptar su caudal para mejorar las temperaturas en interiores. Se trata de una función importante en la que también influirá si se cuenta con una unidad de recuperación de calor.

Gracias a todas estas funcionalidades, la automatización de los sistemas de ventilación puede ser total, para que realice todos los procesos de manera controlada. Lo único que sería necesario es la configuración inicial, con una simple pulsación, para avisar al sistema si queremos una ventilación más económica o por ejemplo aprovecharemos las características de la unidad de recuperación de calor.