Ventilación en naves industriales

Si hay espacios en donde airear las estancias es aun más difícil esos son sin duda los ambientes profesionales. Un caso bastante común son los extractores industriales en cocinas y en zonas de trabajo sin ventanas. Y si hablamos de un lugar público donde hay que tener especial cuidado ese es aquel que tiene que ver con ventilar un parking, ya que la existencia de humos y otros contaminantes hace que se trate de un recinto sensible. Aun así, la ventilación en naves industriales podemos considerar que se trata de un reto mayor. Porque en ambientes fabriles es donde se pueden producir más contaminantes.

Si bien los conflictos de ventilación son muy habituales en los entornos industriales, en no pocos casos estas instalaciones se encuentran en mal estado o no pasan por las revisiones oportunas. Es por ello que muchas industrias tienen notables deficiencias de ventilación, un problema que es necesario tomar en serio para evitar problemas graves con, por ejemplo, la salud de los trabajadores.

Quizás el problema principal es que la normativa no es todo lo clara que podría ser. Para la ventilación en naves industriales, lo que se entiende como imprescindible es que el trabajador respire en condiciones de salubridad en sus puestos de trabajo.

El Decreto Ley que regula la ventilación en naves industriales es el RD-427. En él se explica que es necesaria una renovación de 30  m3/h por trabajador si no hay humos de tabaco. En caso de que existan problemas por humo, ya sea de tabaco o de la propia producción industrial, la renovación de aire sube a los 50 m3/h por trabajador. Obviamente, ya vemos en esta situación normativa que el Decreto presenta una cierta antigüedad al tener al tabaco presente en interiores.

Se trata de valores que pueden ser insuficientes con suma facilidad. Porque este RD-427 solo tiene en cuenta la renovación por persona, sin especificar nada sobre el tamaño del recinto o la capacidad de contaminación. Y esos baremos pueden aplicarse a talleres o fábricas pequeñas, con un paso de gente común. Pero muchos recintos fabriles pueden tener miles de metros cuadrados y que trabajen únicamente un puñado de personas. Es el caso de las refinerías de aceites, por ejemplo. La regulación existente no tiene en cuenta cómo actuar en cada caso concreto, y lo que es legal podría ser insuficiente para garantizar el confort en el trabajo.

¿Qué podemos tener en cuenta si hemos de ocuparnos de la ventilación de un entorno industrial? Los expertos en este tipo de recintos dan una serie de consejos:

  • El Decreto RD-427 tiene en cuenta el número de veces que se ha de renovar el aire cada hora. Es mejor tener en cuenta el volumen del recinto y sus condicionantes.
  • De esta manera, es óptimo realizar un número de renovaciones cada hora en función del volumen a ventilar. El número de trabajadores es vital también, pero es más importante el tamaño de la zona industrial.

Es muy común que la renovación del aire tenga que producirse hasta diez veces por hora, dependiendo de la contaminación o el humo que se genere en estos recintos. Sobre todo, en naves industriales pequeñas. Para curarse en salud, es posible aplicar diez renovaciones por hora en pequeñas naves. Mientras que la ventilación en naves industriales grandes puede fijarse en las cuatro renovaciones por hora.

 

¿Cómo implantar la ventilación en naves industriales?

 

Ventilación en naves industriales

En el momento de diseñar una nave industrial, la ventilación ha de ser una parte integral del diseño completo de todo el recinto. Ha de de determinarse el caudal necesario y también el tipo de ventiladores que podrán ser útiles para nuestra instalación. Es imprescindible determinar las zonas por dónde se extraerá el aire y también las de introducción de aire fresco.

En la ventilación en naves industriales es habitual el uso de extractores helicoidales, muchos de ellos de tipo mural en paredes. Son más ruidosos, pero tienen menores pérdidas de carga, que es lo que interesa en entornos industriales donde es imprescindible el intercambio de aire. Para la entrada de aire exterior, lo más común son las rejillas de ventilación.

En el caso de que se trate de una nave industrial sin humos y con unas condiciones comunes, lo más eficaz será utilizar conductos de ventilación que comuniquen con todas las estancias. Eso siempre que el aire sea de similares condiciones en cada zona y no existan áreas de mayor contaminación. Para la instalación de estos sistemas, es posible utilizar un ventilador centrífugo que soporte bien las pérdidas de carga y no tenga caídas de rendimiento entre los conductos.

Si existen focos de humos en las diferentes estancias, en ese caso hay que hacer uso de sistemas de captación de humos que puedan direccionarse hacia los focos de contaminación. La ventilación en naves industriales donde existan muchos contaminantes necesita de soluciones específicas y personalizadas a cada lugar. Por ejemplo, en las zonas de soldadura hemos de tener en cuenta que se produce un pico de contaminación que ha de ser eliminado. Para ello, existe maquinaria industrial preparada para poder extraer ese humo de la manera más eficiente.