Unidades de tratamiento del aire

Lo que conocemos como climatizadores en sistemas de climatización es lo que en ventilación denominamos como unidades de tratamiento del aire, cuyas siglas pueden ser UTA o AHU, que viene del término en inglés, Air Handling Unit. En realidad, estas UTA son la parte principal de los sistemas de climatización que necesitan de un mayor control. Y dichas unidades no se encargan de la producción de calor o de aire frío.

Porque las unidades de tratamiento del aire tienen la función gestionar el calor o el frío, no de producirlo. Recibirán, a través de medios externos -como pueden ser calderas o frigoríficos, tuberías de agua o incluso mediante un gas refrigerante- el calor o el frío producido previamente. Las UTA se encargarán entonces de gestionar dichas sensaciones térmicas, para luego poder llevarlo a las estancias.

Dicho de otro modo, las unidades de tratamiento del aire tendrán en cuenta una serie de variables para gestionar el aire que se introduce en una sala y que ofrezca las sensaciones que se seleccionan en el climatizador, ya sea de manera manual o automáticamente.

De manera autónoma, las UTA gestionarán:

  • La llegada de aire del exterior, para gestionar una buena ventilación.
  • Al incorporarse filtros de aire en los sistemas de climatización, las UTA vigilarán la calidad del aire que introduzcan.
  • Han de medir la temperatura para hacer uso de los sistemas de calor o de frío, y así respetar la sensación térmica que el usuario desea.
  • Si hay una mayor o menor humedad, la UTA deberá adaptarse a ello para seguir ofreciendo el confort en el hogar esperado.

Normalmente, las unidades de control del aire -llamadas de la misma forma climatizadores- suelen utilizarse en recintos donde se necesite una regulación específica de las condiciones climáticas. Por ejemplo, en lugares muy espaciosos o donde pueda haber mucha gente.

  • Las UTA se utilizan para aportar aire y ventilación a lugares climatizados mediante equipos que produzcan calor, pero no aire de ventilación. Por ejemplo, si la solución térmica son radiadores, las UTA pueden ofrecer el aire de ventilación necesario.
  • En grandes salones de actos, zonas de conciertos, pabellones u otras áreas con mucha densidad de personas, es importante centralizar el sistema de climatización. Para esos casos, las unidades de control del aire serán de buena ayuda.
  • Cuando se requiere que las condiciones de salud sean muy elevadas, como suele ser en los laboratorios o en los hospitales -sobre todo en quirófanos-, estas unidades pueden hacer un buen trabajo de racionalización del aire aportado.

Las unidades UTA tienen una parte electromecánica, que es el ventilador que generará el caudal necesario y la presión estática. El mismo distribuirá el aire por toda la estancia.

 

Instalación de las unidades de tratamiento del aire

 

Para identificar los lugares donde deberemos instalar nuestras unidades de tratamiento del aire, primero de todo hemos de comprender las diferencias entre los dos modelos principales. Aun así, la intención será que estos sistemas no ocupen espacio ni roben un lugar en nuestros hogares:

  1. Unidades UTA compactas. En estos casos, que son más sencillos y también más económicos, nos encontramos con unidades de tratamiento del aire formadas por un único módulo en el que se incluyen las distintas etapas para tratar el aire. Podemos encontrar modelos que pueden montarse fuera de la estancia a ventilar, o también otras estrechas que pueden montarse en un falso techo. Eso siempre que, claro, se puedan habilitar las tareas de mantenimiento, si bien es una opción de tener la unidad de manera no visible.
  2. Unidades UTA modulares. Los sistemas compactos son menos habituales que las unidades UTA modulares, de un tamaño ya bastante grande. En estos casos, la instalación es bastante diferente, ya que no caben tras un falso techo. Un buen lugar de instalación es en la cubierta del edificio. O incluso en un lugar concreto que tenga ventilación directa desde el exterior. En estos casos, se ha de garantizar la extracción y la entrada de aire.

Por otro lado, cabe destacar que las unidades de tratamiento del aire pueden considerarse energéticamente eficientes. Por ejemplo, son capaces de regular su caudal de ventilación según el dióxido de carbono detectado en el ambiente.

De la misma manera, será posible regular el caudal de manera variable, según las condiciones de calor o de frío. Eso hace necesario que se utilicen variadores de frecuencia en los ventiladores, que sean capaces de adaptarse a un caudal o a otro. También podrán las unidades UTA, además, utilizar aire frío del exterior sin necesidad de calentarlo o enfriarlo siempre que se detecte que no es necesario en la estancia a climatizar. Esto es gracias a sus capacidades para medir lo que se necesita en cada caso concreto. Incluso pueden las unidades de tratamiento del aire recuperar algo de la energía del aire cálido que expulsan al exterior.