Tratamiento del aire

La calidad del aire que respiramos en interiores es algo tan importante como la alimentación o el deporte, si bien a veces no lo tenemos en cuenta. Pero respirar el aire viciado de lugares cerrados puede ser tan perjudicial o más que estar en una carretera muy transitada, pese a la fuerte presencia de gases de combustión. Por eso, necesitamos aplicar un tratamiento del aire en nuestros hogares y también en los espacios de trabajo donde pasamos mucho tiempo cada día.

Es en interiores uno de los lugares más delicados si tenemos en cuenta el aire que respiramos. Si bien hacer deporte al aire libre en una zona contaminada puede ser una de las situaciones con más riesgo -debido a que el ejercicio intenso hace que nuestros pulmones sean más vulnerables-, es entre paredes cuando pasamos más tiempo. Necesitamos una mínima calidad del aire en interiores debido a los siguientes motivos:

  • Los trabajos que requieren concentración se realizan en interiores. Con mala calidad del aire somos menos productivos y proclives a mareos o dolores de cabeza.
  • Las horas de sueño serán muy importantes para nuestro bienestar y rendimiento durante el día. Quizás no nos demos cuenta mientras dormimos de las consecuencias de un aire contaminado, pero nuestro organismo sí que lo sufrirá.
  • Hoy en día pasamos mucho más tiempo en interiores que en exteriores, por lo que el aire que más hemos de controlar es el que respiramos para evitar irritabilidades, malestar general e incluso dolores de cabeza.
  • Un exceso de humedad o de sequedad en casa hace que desarrollemos enfermedades y, además, es perjudicial para la piel y nuestra imagen personal.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la renovación del aire en interiores es imprescindible para poder gozar de una buena salud y de respirar mejor. Para ello, los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo son la solución ideal, ya que eliminan el aire en mal estado de manera automática e introducen aire renovado del exterior.

Sin embargo, para que dicho aire introducido sea de la máxima calidad es preciso que pase previamente por un proceso de tratamiento del aire. Los sistemas de ventilación mecánicos de doble flujo incorporan filtros específicos para ello, haciendo posible que el aire introducido esté libre de partículas contaminantes y también de bacterias. Por otro lado, se evita también la entrada de mosquitos y otros insectos en el hogar, ya que el aire introducido viene únicamente por los conductos del equipo de ventilación y las ventanas se mantienen cerradas.

Sin embargo, en el tratamiento del aire también hacemos posible mejorar la temperatura de la vivienda, ya sea en invierno o en verano, gracias al post-tratamiento del aire de ventilación. Ello es posible gracias a unidades recuperadoras de calor.

De manera técnica, podemos decir que el post-tratamiento del aire de ventilación consiste en poder aprovechar el caudal de impulsión de aire nuevo para aportar calor o frío al interior de la vivienda, o mantener un porcentaje ideal de humedad en el aire insuflado. Es posible usar baterías de agua mixtas para poder enfriar o calentar el aire que se introduce a través del sistema de ventilación mecánico.

 

Combatir la humedad con el tratamiento del aire

 

La humedad es uno de los grandes males que acosan a nuestros hogares. En invierno, por ejemplo, la tasa de humedad en el interior de las viviendas es muy baja, cosa que puede perjudicar la calidad del aire insuflado y al confort de la vivienda. Y un aire demasiado seco puede provocar molestias, resecando las mucosas, incrementado la resistencia de algunos virus y también irritando los ojos o la garganta.

Los detectores de humedad pueden ayudarnos a detectar la humedad en el aire. Y, combinados con un sistema de ventilación mecánico, extraer ese exceso de humedad. Para optimizar mucho mejor la tasa de humedad presente en el ambiente podemos utilizar un equipo humidificador. Su funcionamiento se basa en un proceso natural de evaporación del agua, conocido como adiabático. Además, el consumo de energía es mínimo, pudiendo realizarse automáticamente y en silencio.

Es imprescindible tener en cuenta todos estos factores para mejorar la calidad del aire en interiores. Como hemos comentado, pasamos mucho más tiempo entre paredes que en el exterior, y es allí donde somos más vulnerables. Si realizamos un correcto tratamiento del aire, mejorando el nivel de humedad y evitando que las partículas contaminantes y la polución se instalen en nuestras casas, estaremos logrando fortalecer nuestra salud. Porque respirar un aire de mala calidad es como alimentarse con productos caducados o beber agua en malas condiciones.