Salud y viviendas

La salubridad en el hogar es tan importante como la personal. Si no habitamos en casas saludables, difícilmente podremos evitar enfermedades o complicaciones respiratorias. Es por ello que el binomio salud y vivienda es tan importante.

Para vivir en un hogar higiénico es necesario ir mucho más allá de la idea de mantener la casa limpia. Se han de tener en cuenta también el tipo de productos que utilizamos para desinfectar las estancias, los lugares donde se almacena la basura, la posible entrada de contaminantes y, por supuesto, el aire que se respira. Porque de poco nos sirve cuidarnos si no tenemos en cuenta la calidad del aire de nuestro hogar.

Primero de todo, si queremos vivir en un hogar saludable y que nos proteja frente a enfermedades, lo que debemos hacer es llevar una estricta limpieza. Por ejemplo, siguiendo estos consejos:

  • La cocina es imprescindible que, si queremos mejorar nuestra salud y que la vivienda nos proteja de enfermedades, la mantengamos en perfecto estado. El fregadero y las superficies donde secamos los platos pueden almacenar muchas bacterias y también originar moho o humedad. Hay que limpiar con regularidad todas las partes de la cocina.
  • El cubo de basura es óptimo que lo podamos almacenar en otro lugar que no sea donde pueda generar malos olores, lo que significaría que algo en mal estado puede contaminar el aire.  Si está a la vista o en nuestra estancia, hay que tirar la basura con frecuencia.
  • Cuando usamos desinfectantes o quitagrasas en nuestro hogar, es imprescindible airear la estancia. Para gozar de una buena salud y de viviendas que sean agradables para quienes las habitamos, es muy importante tener en cuenta que los productos químicos pueden ser un veneno si los respiramos con frecuencia. Además, pueden producir aire viciado.
  • También hemos de cambiar con regularidad los paños que se utilicen para la limpieza. Todos los utensilios de limpieza han de mantener su higiene y evitar la formación de bacterias.
  • No podemos obviar el cuarto de baño, donde la ducha ha de estar desinfectada, igual que el lavabo y la pila de lavarse las manos. En el caso de los lavabos es imprescindible una buena ventilación. Siempre es necesario contar con un extractor de aire de baño.
  • Hemos de combatir la humedad no solo con la necesaria renovación del aire, sino también teniendo cuidado de cambiar las toallas o lo que tengamos mojado en cada momento. Por ejemplo, tender la ropa dentro de casa puede ser un problema para ello.
  • Obviamente, las manos limpias también son muy importantes para mantener una óptima higiene en el hogar. Y es que todo lo que tocamos puede verse contaminado si no guardamos una higiene corporal.

Más allá de todo esto, es imprescindible recordar que no solo se trata de tener una casa limpia para cumplir con los valores de salud y viviendas. El aire que respiramos es tan importante como cualquier otro detalle de la limpieza de nuestras casas.

 

El aire que respiramos: salud y viviendas agradables para todos

 

Peligros de la contaminación

En muchas ocasiones, cuando pensamos en llevar una vida saludable pensamos en el deporte, la buena alimentación o en controlar la ingesta de alcohol. Pero olvidamos acordarnos de la importancia de la calidad del aire. De muy poco nos sirve tener un buen organismo si podemos sufrir problemas pulmonares.

En interiores, es muy importante tener en cuenta que un aire limpio es la parte más crucial de la higiene en la vivienda para alcanzar un verdadero bienestar. Para ello, no basta con abrir las ventanas. El aire de las ciudades lleva muchos contaminantes que es mejor evitar.

Los sistemas de ventilación mecánica de doble flujo son la solución ideal para disfrutar de un aire limpio en interiores. Gracias a ellos:

  • Mantendremos las estancias sin humedad, ni siquiera sufriremos problemas de vaho en los cristales al ducharnos.
  • Evitamos la entrada de contaminantes y partículas procedentes del exterior.
  • Los mosquitos u otros insectos no pueden entrar en el hogar.
  • El aire viciado y la humedad son eliminados de manera automática.
  • El volumen de aire necesario, tanto extraído como introducido, es garantizado por los conductos de entrada y salida. Los detectores y sensores se ocupan de saber cuándo es necesario renovar el aire.
  • El calor en verano y el frío en invierno se combaten gracias a este sistema.

Para garantizar nuestra salud y viviendas más confortables, es importante no olvidar la necesidad de respirar un aire limpio de calidad. En el caso de no disponer de un sistema de ventilación, airear abriendo las ventanas por la noche es una solución así como evitar realizar acciones que generen humedad en interiores.