Reforma de edificos: cuándo se considera integral y qué ayudas hay disponibles
En los últimos tiempos estamos oyendo hablar mucho de la reforma de edificios. ¿El motivo? Principalmente, la entrada en vigor del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Esta iniciativa, que ha sido financiada con los fondos Next Generation de la Unión Europea, pone a disposición de los interesados subvenciones realmente cuantiosas e interesantes para mejorar la eficiencia energética de los inmuebles.
¿Qué es una reforma integral de un edificio?
Se estima que, aproximadamente, los edificios tienen una vida útil que ronda los 80 años. Como es obvio, durante todo ese tiempo hay que hacer pequeñas reparaciones con el propósito de mantenerlos en buen estado.
El problema está en que, una vez transcurrido este tiempo, pueden aparecer problemas estructurales que perjudiquen su habitabilidad. Llegados a este punto, la única solución pasa por realizar rehabilitaciones o reformas integrales.
La reforma de edificios con carácter integral tiene el objetivo de adecuar la estructura y la funcionalidad. En concreto, se compone de las siguientes fases:
- Diagnóstico del estado del edificio. El propósito es determinar su estado actual y establecer todas las anomalías que presenta. Ha de llevarse a cabo a través de técnicos cualificados.
- Proyecto. Con base en la información obtenida anteriormente, se desarrolla un proyecto de actuación destinado a resolver los problemas estructurales y funcionales. También se acompaña de un presupuesto con los costes de construcción, licencias y dirección técnica.
- Ejecución del proyecto. Es el desarrollo mismo de las obras. En algunos casos, los propietarios tienen que abandonar sus inmuebles durante un tiempo, aunque depende de la magnitud de las obras. No es obligatorio en todos los casos.
Entre las tareas más habituales de los proyectos de reforma integral de edificios suelen estar la sustitución de las instalaciones de suministros (fontanería, canalización, red eléctrica, etc.), la impermeabilización de la cubierta y la rehabilitación de la fachada. También es frecuente instalar revestimientos que favorezcan la eficiencia energética del inmueble y mejorar sus accesos.
¿Cuál es la diferencia entre rehabilitación y restauración?
Muchas personas utilizan los conceptos de rehabilitación y restauración de edificios como sinónimos. Sin embargo, no lo son.
Cuando hablamos de rehabilitación, a lo que hacemos referencia es a un proceso por el cual se trata de volver a hacer un edificio apto para su uso cuando ha dejado de serlo. En cambio, la restauración es un conjunto de acciones destinadas a recuperar su imagen original. Se da, generalmente, en aquellos inmuebles que tienen un determinado valor artístico o histórico.
Programas y ayudas
Actualmente, el Gobierno de España se encuentra impulsando el PRTR al que hicimos referencia en la introducción de este artículo. Se trata de un plan financiado con fondos Next Generation de la Unión Europea y que está dotado con 3420 millones de euros. Uno de sus principales objetivos es rehabilitar edificios con el propósito de reducir un 30 % el consumo de energías no renovables.
Estas ayudas y subvenciones pueden alcanzar hasta los 21 400 euros por vivienda afectada, siempre que esa cifra se sitúe entre el 40 % y el 80 % del coste de la reforma. En casos de vulnerabilidad social y económica, puede ser de hasta el 100 %. La iniciativa ha de partir de las comunidades de vecinos.
Conviene destacar que estas ayudas para la reforma de edificios son gestionadas por las comunidades autónomas mediante convocatorias o concesiones directas. Sin duda, se trata de excelentes vehículos a través de los cuales disfrutar de las grandes ventajas de las viviendas pasivas y de la ventilación mecánica controlada sin necesidad de recurrir a la compra de obra nueva. Algo que, en estos momentos, no está al alcance de todo el mundo.
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