Purificar el aire

La ventilación se ha convertido en algo esencial en las viviendas y en los edificios. La necesaria renovación del aire limpia el entorno de impurezas y es fundamental para lograr una buena salud dentro de casa. Gracias a la ventilación podemos eliminar la humedad o los humos de las estancias que habitamos, además de impulsar el aire necesario cuando nos encontramos en viviendas de alto aislamiento térmico. Pero, más allá de las necesidades de ventilación, podemos purificar el aire, que si bien no es obligatorio a nivel normativo nos aporta una mucho mayor calidad de vida, gracias a la posibilidad de respirar un aire de mucha mejor calidad.

Aunque a veces se confunden, los fenómenos de ventilación purificación del aire son diferentes, si bien compatibles. La ventilación es una necesidad contemplada por el Código Técnico de la Edificación en el Documento Básico HS3, y con la alta estanqueidad de la construcción actual es necesaria para garantizar el flujo de aire, además de su renovación para evitar problemas en interiores como el aire viciado. En cambio, purificar el aire se centra en limpiar las impurezas y contaminantes que lo ensucian, y es altamente eficiente cuando introducimos aire en interiores procedente del exterior.

Podemos estimar ambos conceptos como lo siguiente:

  1. Ventilación. Como hemos comentado, la necesidad de ventilación mecánica parte del requerimiento de renovar el aire. La mayor parte del tiempo lo pasamos en interiores, y si el aire no es renovado pierde calidad y puede ser muy dañino para la salud. Igualmente, al contar con edificios de gran estanqueidad es necesario poder introducir el aire del exterior, ya sea impulsándolo en un sistema de ventilación de doble flujo o permitiendo su entrada mediante rejillas de ventilación que conecten con el exterior. Además, la ventilación elimina el humo, los ácaros o la humedad, que además de ser una amenaza para la salud también lo son para los edificios.
  2. Purificación del aire. La funcionalidad de purificar el aire consiste en eliminar los elementos contaminantes que se encuentran en suspensión, como pueden ser los tóxicos, el humo y las partículas presentes en el aire. Para purificar el aire es preciso que éste pase por un filtro.

Mientras que ventilar significa renovar el aire, eliminando el que ha perdido calidad e introduciendo aire procedente del exterior, en ningún momento se limpia el aire. La purificación del aire, en cambio, sí que se dedica a ello. Para que el aire pase por un filtro, existen varias opciones. Una muy sencilla es utilizar un purificador de aire en las estancias, pero eso no evita la entrada de aire contaminado.

La manera más eficiente de purificar el aire es contando con un sistema de ventilación de doble flujo que sea capaz de impulsar aire desde el exterior, controlando el que entre en todo momento en interiores. De esa forma, es imposible que el aire introducido contenga impurezas. Los filtros de purificación de aire se colocan en estos casos en los conductos por los que es impulsado el aire. Se trata sin duda de la mejor manera de purificar el aire.

 

Beneficios de purificar el aire

 

filtros purificar el aire

A la izquierda, los problemas de aire contaminado que pueden afectarnos, y a la derecha las calificaciones ISO y su eficacia.

Lo más importante para la purificación del aire es el tipo de filtro utilizado, ya que será el encargado de atrapar las partículas contaminantes, tanto las PM2.5 -muy usadas para calcular la calidad del aire- como todas las demás. La nueva normativa de filtros ISO 16890 garantiza que se cumplan los requisitos que garanticen la máxima calidad de aire en interiores.

Existen opciones para purificar el aire que son capaces de limpiarlo de impurezas restantes hasta en un 99%. Algunos de los beneficios de la purificación son los siguientes:

  • Dejan de notarse las alergias y es un alivio para quienes son afectados por el polen.
  • Las lágrimas constantes o la sequedad de piel son problemas derivados de una mala calidad del aire. Purificarlo acaba con ellos.
  • Podemos aliviar la congestión y el goteo nasal, la sequedad y el dolor de garganta o incluso los estornudos.
  • El aire contaminado en interiores puede llegar a causar presión torácica, sensación de ahogo, tos seca o bronquitis. Es posible evitarlo al purificar el aire.
  • Se duerme mucho mejor y es posible relajarse más gracias a un aire limpio También mejora la productividad y nos irritamos menos.
  • Las enfermedades más comunes, como son la gripe o los resfriados, son fácilmente evitables respirando un aire de calidad.
  • Igualmente, nos quitamos los malos olores del hogar gracias al aire limpio.

Por todo ello, merece la pena que además de optar por la ventilación mecánica para limpiar el ambiente de nuestras estancias, tratemos de purificar el aire para mejorar en salud y en calidad de vida, ya que la mayor parte del tiempo lo pasamos respirando aire en interiores.