partículas pm2.5

A finales de septiembre, en España se aprobaba el primer Programa  Nacional de Control de la Contaminación Atmosférica (PNCCA) para alinearse con las directivas europeas de reducción de las emisiones de determinados contaminantes. Una batería de propuestas de urgencia entre las cuales se encuentra como una prioridad reducir en un 50% las emisiones de partículas finas o partículas PM2,5 (por sus siglas en inglés) en 2030. Pero, ¿qué son estas partículas y hasta qué punto resultan contaminantes y dañinas para la salud?

Las siglas PM significan materia particulada o contaminación de partículas y es el término empleado para referirse a una mezcla de partículas sólidas o gotas líquidas que se encuentran suspendidas en la atmósfera y que son las causantes de la mala calidad del aire que respiramos.

Dichas partículas presentan una amplia gama de tamaños y pueden estar formadas por cientos de productos químicos diferentes. Algunas como el hollín, el polvo o el humo, por poner algunos ejemplos, pueden detectarse a simple vista. Sin embargo, hay otras tan diminutas que únicamente pueden hallarse con un microscopio electrónico.

La forma de clasificar las partículas PM2.5 es en función del diámetro aerodinámico en PM10 (partículas con un diámetro aerodinámico inferior a 10 micras) o PM2,5 (diámetro aerodinámico inferior a 2,5 micras) y, de ellas, estas últimas cuyo grosor es similar al del cabello humano, son las más peligrosas para la salud.

De hecho, en la actualidad la disminución de las partículas PM2.5 es uno de los mayores retos que afrontan todos los países del mundo por tres motivos:

  1. Resultan más nocivas para la salud humana que cualquier otro contaminante.
  2. Los efectos sobre la salud se producen por la mera exposición al aire.
  3. Actualmente resulta prácticamente imposible escapar a ellas y son afectadas tanto personas de zonas rurales como urbanas, de países desarrollados y en desarrollo.

Hemos de tener en cuenta que la peligrosidad de las partículas PM2.5 es muy elevada, por lo que nos conviene conocer sus riesgos y protegernos frente a ellas.

 

Efectos nocivos de las partículas PM2.5

 

El carácter liviano y diminuto de las llamadas partículas finas favorece que  permanezcan durante más tiempo en el aire que aquellas más pesadas, lo cual incrementa las posibilidades de que tanto las personas como los animales las inhalen. No sólo resulta imposible evitar que penetren en la nariz, sino también que, una vez dentro del organismo, se desplacen por la garganta y puedan llegar a los alveolos o, incluso, ingresen en el torrente sanguíneo.

De todas las partículas finas, las que mayor riesgo presentan para la salud son las partículas PM2.5 y entre las principales afectaciones que provoca se cuentan:

  • Muerte prematura. Numerosos estudios han encontrado una correlación entre la exposición a las partículas finas como las PM2.5 y la muerte prematura por enfermedad cardíaca y pulmonar.
  • Enfermedades respiratorias. Se sabe que las partículas finas desencadenan o empeoran enfermedades crónicas como asma, ataque cardíaco, bronquitis y otros problemas respiratorios. En este caso, la sintomatología puede ir desde la sensación de opresión en el pecho y la dificultad para respirar hasta la sibilancia (pitos al respirar).
  • Irritación. Tanto en los ojos como en la garganta y la nariz.
  • Problemas cardíacos. Hay estudios que vinculan una exposición prolongada a PM2.5 con la creación de depósitos de placa en las arterias, que provocarían una inflamación vascular y un endurecimiento de las arterias que en última instancia podría ser la causa de un paro cardíaco y o de un derrame cerebral.

Protegerse contra las partículas 2.5 es difícil en exteriores o zonas afectadas, aunque conocer su origen y sus riesgos nos hace tomar mayores precauciones. En cambio, en interiores sí que podemos tomar medidas para protegernos contra su afectación. Al fin y al cabo, pasamos más tiempo en interiores que fuera de casa o de los edificios.

 

¿Cómo puedo reducir mi exposición a PM 2.5?

 

Individualmente resulta complicado evitar la exposición a los contaminantes atmosféricos, dado que como se mencionaba anteriormente esta situación precisa que las autoridades públicas tomen cartas en el asunto y con carácter de urgencia. Con todo, podemos tomar ciertas precauciones tanto en exterior como en interior.

Una opción es consultar el pronóstico diario de calidad del aire y 11en los días de mayor contaminación disminuir el tiempo de actividad física al aire libre. Sobre todo si esta consiste en un esfuerzo prolongado o pesado, o sustituirla por otra que implique menos esfuerzo, por ejemplo.

Como norma general, y hasta que se disminuyan las emisiones de partículas PM2.5,  convendría no hacer ejercicio cerca de calles muy transitadas, teniendo en cuenta que los niveles de partículas en general son más altos en estas zonas.

Tampoco los espacios interiores escapan a la contaminación de aire provocado por las partículas PM2.5. En estos casos se recomiendan ciertas medidas como no fumar y reducir o eliminar el uso de velas, estufas de leña y chimeneas. Con todo, lo más efectivo para disfrutar de un aire libre y no contaminante en el hogar es necesario purificar el aire y para ello lo mejor opción es optar por la ventilación mecánica de doble flujo.

Los sistemas de doble flujo son la mejor opción para lograr la eficiencia energética en el hogar y garantizar la salud en interiores. Por eso, optimizarlos es sumamente importante para garantizar el confort necesario y, ante todo, suponen una climatización sin coste. También son la mejor solución para cerrar las puertas a las partículas PM2.5 en casa.