¿Conoces los pasos que se deben seguir para elaborar un sistema de ventilación adecuado? En el presente artículo te explicamos los pasos que se deben seguir tanto en la fase previa como durante la fase de proyecto del sistema.

 

Antes de proyectar el sistema de ventilación de un edificio:

De acuerdo con la norma UNE-CEN/TR 14788 IN, el proyectista ha de tener en cuenta una serie de factores, a saber:

  • Las condiciones meteorológicas exteriores.
  • Los niveles de contaminantes presentes en el aire exterior, pues será este aire el que se insufle al interior del edificio, y los niveles de contaminantes máximos aceptables en su interior (la calidad del aire, IDA, no será la misma para un edificio de uso hospitalario que para un edificio residencial).
  • El nivel de ruido proveniente del exterior y el nivel de ruido que produce el sistema de ventilación.
  • La estanquidad de la edificación y sus características térmicas y acústicas, así como el confort térmico y acústico.
  • El número de ocupantes.
  • La limpieza y el mantenimiento exigido a la instalación.

 

Durante la fase de proyecto del sistema:

Es competencia del proyectista llevar a cabo las siguientes actuaciones:

  • Detallar los caudales de ventilación mínimos. En este caso, la normativa aplicable es el CTE DB HS3 Calidad del aire interior. Se establecen unos caudales de admisión de 5 l/s por ocupante en habitaciones y de 3 l/s por ocupante en comedores y salas de estar. Los caudales de extracción son de 15 l/s en cuartos de baño; 2 l/s por m2 útil en cocinas; 0,7 l/s por m2 útil en trasteros y zonas comunes; y de 10 l/s por m2 útil en almacenes.
  • Seleccionar una estrategia de ventilación. El proyectista puede optar por una ventilación natural, mecánica o híbrida.
  • Seguridad en caso de incendio. Cabe recordar que las instalaciones de ventilación, como el resto de instalaciones, deben proyectarse y ejecutarse de manera que se garantice que no se propaga el humo ni el fuego entre compartimentos. Además, todos los componentes del sistema han de montarse y estar fabricados con materiales resistentes que ofrezcan resistencia al fuego.
  • Protección contra el ruido. El sistema de ventilación ha de diseñarse de forma que se cumplan las exigencias acústicas entre las viviendas, o entre una vivienda y el exterior.

 

Calidad del aire interior

Cualquiera que sea el sistema de ventilación, la finalidad principal es conseguir un nivel óptimo de calidad del aire interior, minimizando al máximo las pérdidas energéticas. Para ello, se deberá procurar mantener la concentración de dióxido de carbono por debajo de los niveles permitidos, es decir, entre 2000 y 3000 ppm (partes por millón); mantener los niveles de humedad entre el 40 y el 60% (por debajo se obtienen atmósferas excesivamente secas y por encima se propicia la formación y mohos y condensación, con las consecuencias negativas que ello representa para la salud de los ocupantes); eliminar los malos olores en el menor tiempo posible; y, por último, evitar que proliferen los contaminantes y los agentes microbiológicos.

 

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