¿Cómo ha mejorado la vivienda en los últimos 20 años?
Es muy habitual en los medios de comunicación que, al hablar de las mejoras de la vivienda en los últimos años, se queden siempre con el aspecto económico. La inversión inmobiliaria y el baile de precios. Pero eso es solo un detalle de un sector -el inmobiliario además del de la construcción- que ha ahondado grandes cambios en los últimos tiempos. Sobre todo, en las dos décadas pasadas.
Hace diez años, el sector inmobiliario se tambaleó y sufrió una crisis que afectó enormemente a España. En esta década, no obstante, la construcción ha sabido adaptar la vivienda a un tiempo más acorde al que nos toca vivir. Se habla de la revalorización del mercado, e incluso de nuevas burbujas, pero no podemos obviar los grandes cambios de los inmuebles en estos años.
Eficiencia energética, estanqueidad, ventilación eficiente, climatización de bajo coste y, por supuesto, la Edificación de Consumo Casi Nulo. Todo ello en un marco de ecología que ha transformado al sector, al calor del Código Técnico de la Edificación y sus nuevas directrices. Hoy en día no basta con construir, se ha de hacer de manera eficiente.
Podemos hablar de dos cambios principales en la manera en cómo concebimos los inmuebles. El primero se trata de esta década que se inició con el arranque de la crisis. En este tiempo, el sector de la vivienda ha apostado por un valor añadido en la manera de construir y en recortar el enorme gasto de los edificios.
Pero no podemos obviar la década anterior a la crisis, en la que el boom de la construcción y la altísima demanda crearon un nuevo panorama, que también se notó en la transformación de los inmuebles. Entonces, teniendo en cuenta este nuevo panorama, ¿qué mejoras de la vivienda se han vivido en los últimos 20 años?
Principales mejoras de la vivienda en las dos últimas décadas
La vivienda se ha transformado para mejor en las últimas dos décadas, y eso es en parte por la desaceleración del sector, que ha obligado a mejorar la eficiencia y ofrecer un mayor valor añadido. Como ejemplo, en 2008 se consumían alrededor de 50.000 miles de toneladas de cemento para abastecer a la economía del ladrillo. Actualmente, dicha cifra se ha estabilizado alrededor de las 10.ooo miles de toneladas, algo mucho más razonable.
También en estos días se venden más casas y se ofrecen más hipotecas -desde 2015 que hay aumentos anuales de hasta dos dígitos-, entre las que se incluyen las hipotecas energéticas, unos tipos de préstamos hipotecarios que salen más económicos si se apuesta por construcciones de alta eficiencia energética.
Porque, sin duda, el gran cambio ha sido la apuesta por la eficiencia energética en la edificación. Eso en parte es porque el consumidor se ha replanteado también el papel de su hogar. Previamente, la vivienda era el lugar donde uno residía. Hoy, con el aumento de tiempo dentro de interiores, el confort ha repuntado. Y, en este caso, el confort térmico es primordial. En parte porque es lo que nos hace sentir mejor en casa, y también por los beneficios que tiene para nuestra salud.
¿Cuáles son los principales cambios y mejoras de la vivienda en estas décadas?
- Se apuesta por la eficiencia energética, en lugar de por el abaratamiento de costes. Ya no basta con lograr el menor coste, sino que se ha de garantizar la sostenibilidad de los edificios. Esto, en parte, ha venido dado por la preocupación de los gobiernos y, en España, por la normativa del CTE. La estanqueidad en los edificios ha hecho que la energía necesaria sea menor.
- La apuesta por la salubridad en interiores es muchísimo mayor en la actualidad. Ya no basta con tener una ventilación natural, sino que los edificios de nueva construcción necesitan un sistema de ventilación al menos híbrido. Con ello, la renovación del aire ha evitado que la humedad o el aire viciado se establezcan en nuestros hogares. Dichos sistemas de ventilación mecánicos, además, nos sirven para mejorar las temperaturas en interiores.
- Los nuevos edificios abandonan los espacios pequeños, los ascensores diminutos y la escasez de zonas comunes. Precisamente, muchos edificios optan actualmente por unos espacios para los propietarios que les permiten depender menos de los exteriores. Zonas de estudio, parques infantiles e incluso piscinas son más habituales en los edificios de nueva construcción.
- De cara a la eficiencia energética y a la sostenibilidad en la construcción, los edificios han empezado a utilizar mecanismos energéticos y recursos procedentes de fuentes ecológicas, como puede ser la recogida de agua de la lluvia para uso sanitario o el aprovechamiento de la energía solar. E incluso de medios más avanzados, como la geotermia o la aerotermia.
- Los espacios y las estancias han ganado en optimización, ante todo en las grandes ciudades y los núcleos urbanos más densos. Dicha optimización no solo ofrece más espacio habitable en los mismos metros cuadrados -obviando zonas muertas-, sino que también mejora la eficiencia energética al abandonar espacios difícilmente climatizables. En este aspecto, también se tiene en cuenta más que nunca la situación del edificio frente al viento o el sol para mejorar el consumo energético, gracias al aprovechamiento de los recursos naturales.
- Se han abandonado muchos de los materiales de construcción tradicionales que eran contaminantes, poco ecológicos en su extracción o que no resistían el paso del tiempo. La normativa ha ayudado mucho en este aspecto, ya que era necesaria la intervención de las políticas públicas.
- El diseño ha pasado a ser una pieza fundamental en toda vivienda, al igual que en todo lo que nos rodea. Ya no basta aquello que es cómodo o funcional, ha de ser agradable para que pueda convencer a los compradores.
En todos estos puntos, el más importante es el de la apuesta de los edificios por la eficiencia energética. A simple vista, la apuesta por un mejor diseño o el aumento de las zonas comunes y de la popularizacion de otros aspectos como la domótica puede parecer lo más destacable. Pero es la reducción de costes energéticos en la edificación lo que condiciona más a la edificación del siglo XXI.
Eficiencia energética en la edificación actual
Las mejoras de la vivienda en los últimos 20 años son ante todo notables en el ámbito de la eficiencia energética y del consumo de suministros en el hogar. En parte es necesario ya que la pobreza energética se ha convertido en una realidad establecida. No solo debido a la falta de recursos económicos, sino también por el fuerte aumento de las tarifas de la luz y el gas, que pueden provocar que todo hogar que no sea sostenible acabe en situación de emergencia por consumo elevado.
Cabe recordar que los cambios en eficiencia energética van unidos a los de salubridad en los edificios, y todos ellos han sido impulsados en el Código Técnico de la Edificación mediante el Documento Básico HS3. En él se reúnen las medidas necesarias de todo edificio de obra nueva o frente a una reforma para adaptarse a las necesidades actuales.
¿Qué mejoras son las principales en eficiencia energética en edificios?
- La implementación de la ventilación mecánica es clave tanto para la salud de las personas en interiores como para rebajar los costes energéticos. La renovación del aire se ha de realizar mediante sistemas mecánicos, que funcionen en todo momento y que eliminen el aire de mala calidad que se almacena en los edificios. La admisión de aire puede ser natural o también mecánica.
- El sistema de ventilación mecánico de doble flujo es uno de los grandes avances en la edificación moderna. En este caso, toda la renovación del aire, tanto de admisión como de extracción, se realiza de manera mecánica y automatizada. Gracias a sensores y medidores, el sistema sabe en qué momento ha de renovar el aire, y qué caudal de entrada y de salida ha de garantizar. Así, se elimina la humedad, las partículas y la contaminación en su justa medida. Gracias a filtros de aire en el canal de admisión, el aire introducido es de alta calidad, más saludable que el de la calle.
- Junto a la ventilación mecánica está la recuperación de calor, mediante unidades que son capaces de convertir el aire frío de la calle en caliente, o al revés. De esta manera, la mayoría de las necesidades de climatización quedan satisfechas, reduciendo al máximo el uso de sistemas tradicionales de calefacción o aire acondicionado.
- El gran aliado de la eficiencia energética y de la ventilación mecánica es la estanqueidad de edificios. En la actualidad, las construcciones han de ser mucho más herméticas, tanto en puertas y ventanas como en paredes y techos. De esta forma, se evita la filtración de aire del exterior y se mantiene la temperatura ideal en interiores de manera sencilla. Esto también hace más necesario que nunca el uso de un sistema de ventilación para garantizar la salubridad.
- Por otro lado, los sensores y medidores automáticos se han convertido en una tónica habitual para poder garantizar un confort que sea además sostenible. Los hay desde aquellos que activan sistemas de renovación del aire mediante la detección de presencia hasta aquellos capaces de saber qué porcentaje de humedad hay en una estancia y actuar en consecuencia.
- Igual que las ventanas y las puertas se han vuelto mucho más estancas y herméticas, las bombillas y otros aparatos eléctricos o de iluminación también consumen mucho menos. También en la construcción se apuesta por una mejor orientación de cara al sol y ventanas que dejen pasar mejor el paso de la luz y del calor cuando es necesario, sirviendo de barrera a las inclemencias en verano e invierno.
La importancia de la eficiencia energética es tan primordial en las mejoras de la vivienda actual que en 2020 todas las construcciones que se realicen en suelo español tendrán que ser de Edificación de Consumo Casi Nulo. Un nuevo reto para el sector que será de gran beneficio para las ciudades y quienes las habitamos.
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