Intoxicaciones por dióxido de carbono

En los meses de más calor, la polución se hace más notoria en las ciudades. El aumento de la contaminación en verano es algo que debemos de tener en cuenta y contra lo que es necesario protegerse si vivimos en grandes ciudades o en núcleos urbanos. De todos los venenos contaminantes a los que nos exponemos en los meses de más calor, quizás el dióxido de carbono es el que nos resulta más notorio. Las emisiones de gases y de COpor parte de los coches y de varios procesos industriales son más contaminantes en verano por el calor. Por lo que hemos de protegernos contra las intoxicaciones por dióxido de carbono y también de otros gases.

Ante todo, ¿qué es el COo dióxido de carbono? Podemos calificarlo como un gas incoloro, inodoro y no combustible que se encuentra en baja concentración en el aire que respiramos, en torno a un 0,03% en volumen.

El dióxido de carbono como problema contaminante es el que se genera cuando se quema cualquier sustancia que contiene carbono. El dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero que contribuye al cambio climático.

El CO2 empieza a ser un contaminante y un veneno muy dañino para los seres humanos cuando su concentración es superior al 20%. En realidad, en pequeños porcentajes es beneficioso, ya que si bien cuando lo consideramos un contaminante es por haberlo generado mediante procesos humanos artificiales, la naturaleza libera COtambién. Por ejemplo, la fotosíntesis.

Los efectos más devastadores del alto porcentaje de COy otros gases se notan en la atmósfera. El calentamiento global o el auge de enfermedades tropicales tienen su origen en la emisión de estos gases. Pero también es muy nocivo para nosotros y puede provocarnos graves problemas respiratorios.

El dióxido de carbono, junto otros contaminantes en el ozono como son el monóxido o el dióxido de nitrógeno, así como la contaminación atmosférica por partículas que emanan de los tubos de escape de los autobuses, las motocicletas, los automóviles y los camiones.

¿Qué hacer para protegerse contra los contaminantes del aire en verano y evitar intoxicaciones por dióxido de carbono y otros gases?

En el hogar, hemos de tener en cuenta que hay una serie de medidas que tomar para evitar altos niveles de contaminantes. Por ejemplo:

  • Las personas que viven frente a una gran avenida en la que el tráfico sea constante, abrir las ventanas puede ser un problema. Si es por refrescar el hogar y no se dispone de un sistema de ventilación, al menos se ha de intentar abrir las ventanas solo por las noches.
  • Los días en que la contaminación suba en altos niveles de ozono, a partir de los 180 g/m³, se recomienda que se pase el mayor tiempo en interiores y que la casa esté bien cerrada. No es recomendable hacer ejercicio durante esos días.
  • Si se dispone de un sistema de ventilación mecánico de doble flujo, los problemas de contaminación por ozono o dióxido de carbono no se sufren en el hogar.

A nivel personal, también hemos de protegernos en verano, una época del año en la que nos gusta pasar más tiempo en exteriores.

 

Evitar intoxicaciones por dióxido de carbono en exteriores

 

Al salir a la calle en verano, cuando hace más calor y la contaminación es más notable, hemos de tener mucho cuidado con el aire que respiramos.

Por ejemplo, hacer ejercicio en avenidas muy grandes donde pasen los coches es algo muy poco recomendable. Es preferible ir a grandes parques o buscar caminos naturales.

A las personas que les gusta ir en bicicleta, en verano más que nunca es recomendable protegerse contra las intoxicaciones por dióxido de carbono y otros gases de la atmósfera. En algunos casos se recomienda el uso de mascarillas, aunque su efectividad no está probada del todo.

Para compensar el aire contaminado de las ciudades que respiran quienes viven en núcleos urbanos, se recomienda -sobre todo si hay niños en casa- que al menos una vez a la semana la familia se dirija a entornos naturales a pasar el día. Es una manera de oxigenar y de darse un respiro.

Los niveles de contaminación en verano empiezan a aumentar alrededor de las 14 horas. Es por ello que toda actividad física o de exteriores deberá realizarse durante la mañana siempre que sea posible. Cuando menos, conviene evitar las horas centrales del día.

Más allá de todo eso, hemos de ser conscientes del daño que la actividad humana genera en el medio ambiente. Los ciudadanos podemos trabajar para evitar una mayor contaminación. Por ejemplo, usando el coche o la motocicleta solo cuando sea totalmente necesario y evitando su uso indiscriminado, llevando cestas de la compra y evitando los plásticos e incluso comprando en los mercados de cercanía. Todo ayuda para evitar en un futuro intoxicaciones por dióxido de carbono u otros gases en la atmósfera.