Humedad relativa y absoluta

Se acerca el verano y con él las altas temperaturas. También los cambios en cómo sentimos en nuestra piel el cambio de estación, las diferencias en la sensación del calor e incluso la aparición de los resfriados. En todos estos fenómenos están involucradas la humedad relativa y la humedad absoluta, que no solo se notan al aire libre. En interiores, también el exceso de vapor de agua en el aire tiene mucha afectación en nuestro día a día.

Hemos de tener en cuenta que, en España, normalmente la situación que suele darse es la de un exceso de humedad. Si bien disfrutamos de climas secos y húmedos, las altas temperaturas de España y su localización geográfica hacen que sea un país que no suele sufrir de baja humedad. Las zonas donde puede haber una mayor afectación es en las zonas costeras o donde exista una gran concentración de agua.

 
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En interiores, hemos de controlar los valores de humedad relativa humedad absoluta. Porque en nuestro hogar un exceso de humedad puede traducirse en diferentes problemas:

  • Complicaciones respiratorias para las personas que habiten la vivienda.
  • Aparición de enfermedades como asma o alergias.
  • Mayor sensación de calor en interiores y alta sudoración.
  • Defectos en las paredes y techos y también en el mobiliario.

Podemos decir que la humedad afecta a nuestro confort y también a nuestro entorno. Es muy habitual escuchar los conceptos de humedad absoluta y de humedad relativa, además de el de humedad específica. Sin embargo, ¿cuál de ellos nos va a importar más para entender la importancia de este fenómeno que es la condensación de vapor de agua en el aire? Os lo detallamos.

  1. Humedad absoluta. Es la cantidad total de vapor de agua contenido en un determinado volumen de aire. El vapor de agua se mide en gramos y el de aire en m3. La humedad absoluta, pues, la expondremos en gramos de vapor de agua por metro cúbico de aire.
  2. Humedad específica. En realidad, se trata del mismo fenómeno analítico que la humedad absoluta, solo que se cambia el tipo de medición. En el caso de la específica, se realiza el cálculo en kilogramos de agua por kilogramos de aire seco. Igual que en la humedad absoluta, la humedad específica contabiliza el agua en forma de vapor.
  3. Humedad relativa. Se trata de la relación entre la cantidad de vapor de agua contenida en el aire -lo que es la humedad absoluta– y la máxima cantidad de aire que puede albergar a esa temperatura, teniendo en cuenta la humedad absoluta de saturación. La humedad relativa es un cálculo que se ofrece en un valor definitivo en porcentaje.

A nivel general, solo se suele tener en cuenta la humedad relativa por su sencillez de lectura. Si bien el cálculo absoluto y el específico son los valores técnicos más precisos, son más difíciles de entender al no ser tan fáciles de comprender.

La humedad relativa entiende que el valor máximo es el de un 100%, por lo que es fácil de memorizar cuándo tenemos una alta humedad, que será en el momento en que el porcentaje indicativo esté muy elevado. Pero es que además de eso el cuerpo humano solo es sensible a la humedad relativa y no a la específica o la absoluta.

 

¿Por qué hemos de preocuparnos de la humedad relativa y no de la humedad absoluta?

 

El aire nos influirá de manera distinta en todos nosotros según la humedad relativa. Si el valor de humedad en porcentaje es muy bajo, el aire nos resecará a nosotros y también a los objetos y el resto del entorno. Si, en cambio, la humedad relativa es muy elevada y se aproxima al cien por cien será al revés: transferirá la humedad a todo lo que toque.

Es por ello que el valor relativo de la humedad es el que debemos tener en cuenta en todo momento para saber si nos afectará de una u otra forma. La humedad absoluta y la específica, en cambio, servirán para calcular el porcentaje en el ambiente.

¿Qué valor de humedad relativa será el más beneficioso para todos nosotros? Podemos calcular que el valor de humedad ideal se encontraría entre el 40% y el 60%. En caso de que se dé un valor por debajo del 40% -que es más difícil en España por su orografía y climatología particular- se necesitaría utilizar humidificadores u otras soluciones para poder aumentar la humedad.

En el caso de que la humedad relativa sea muy elevada se tendría que tratar de reducir el valor mediante el uso de deshumidificadores. Ya que en ese caso se podrían originar problemas de salud y de deterioro de los interiores. Para poder calcular el nivel de humedad relativa podemos utilizar los detectores de humedad, que por un precio económico nos indican en interiores el valor concreto en cada momento.

 
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