filtros de aire coronavirus

Los filtros de aire se han convertido en utensilios indispensables a la hora de higienizar el ambiente y elevar su salubridad. ¿El motivo? Consiguen retener la mayor parte de las bacterias y de las partículas de polvo y polen en suspensión. Sin embargo, no todo el mundo tiene claro cómo funcionan. A continuación, lo vamos a explicar de forma detallada.

¿Qué son los filtros de aire y qué función cumplen?

Los filtros de aire son mecanismos destinados a mejorar la calidad del ambiente en interiores. Como veremos un poco más adelante, existen varios tipos, pero todos ellos cumplen con la misma función: eliminar las impurezas presentes y proporcionar un aire más limpio y puro.

 
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Pero ¿cuáles son las partículas que empobrecen la calidad del aire de un espacio cerrado? Estas son las más habituales:

  • Humos derivados del consumo de tabaco o de cocinar.
  • Partículas de polen y polvo, que son la causa de muchas reacciones alérgicas.
  • Ácaros y otros microorganismos.
  • Hongos (moho) y esporas.
  • Bacterias responsables de infecciones respiratorias y otras enfermedades.
  • Partículas de virus.

El problema de estos elementos nocivos es que tienen un tamaño muy reducido. Nuestro cuerpo está preparado para filtrar de manera natural las partículas con un tamaño superior a las 10 micras (µm), pero no es eficaz ante las más pequeñas.

Por suerte, los mejores filtros de aire que hay disponibles actualmente son capaces de retener partículas de hasta 0,03 µm. Esto quiere decir que ofrecen una eficacia que roza el 100 %.

filstros de aire gráfico dimensión de las partículas y eficacia del filtro

¿Qué tipos de filtros de aire existen?

En el mercado podemos encontrar, fundamentalmente, cinco tipos de filtros de aire:

  • Filtros de carbón activo. Los más útiles a la hora de acabar con los malos olores y con partículas de virus y bacterias. Por este motivo, se suelen instalar en la mayoría de sistemas de recirculación de aire.
  • Filtros húmedos. En este caso, el material filtrante se empapa de un aceite responsable de retener los agentes contaminantes. Es muy eficaz contra el polvo y el polen.
  • Filtros secos. Funcionan igual que los anteriores, pero utilizando una red de fibras a través de las cuales los contaminantes del aire no pueden pasar.
  • Filtros electrostáticos. Su principal ventaja es que no reducen ni un ápice el flujo de aire. Esto se debe a que funcionan mediante una serie de placas electrónicas imantadas que atraen las partículas. Resultan muy recomendables contra el humo del tabaco y el hollín.
  • Filtros HEPA. Se hicieron especialmente populares durante la pandemia de COVID-19, puesto que las autoridades sanitarias recomendaban su uso por su elevada eficiencia. Son los únicos capaces de retener partículas de 0,3 µm de diámetro, dentro de las cuales están casi todas las presentes en el aire.
  • ¿Qué pasa si el filtro de aire está sucio?

    En primer lugar, que pierde eficacia. Es decir, el filtro de aire no será tan efectivo a la hora de retener los contaminantes presentes en el ambiente. Sin embargo, este no es el único problema asociado a la suciedad.

    Además, el flujo de aire se verá mermado, ya que las partículas acumuladas obstruirán el paso. Esto obligará también a que el motor del sistema de ventilación tenga que hacer un sobreesfuerzo para mantener estable el caudal. De este modo, se elevará el consumo energético y se reducirá la vida útil del sistema.

    Por tanto, la limpieza periódica de los filtros de aire se antoja fundamental para garantizar su efectividad con el paso del tiempo. Es más, lo habitual es tener que sustituirlos cada cierto tiempo. Para saber más al respecto, invitamos a nuestros lectores a echar un vistazo a nuestro artículo Filtros de sistemas de ventilación: normativa vigente y usos.

     
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