Extractor helicoidal: cálculo de la eficacia y otras consideraciones
De acuerdo con el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE, 2007) es conveniente intentar que los sistemas de ventilación ofrezcan la máxima eficiencia energética. Escoger aquellos extractores que brinden el máximo rendimiento, así como tomar en consideración la presión y el caudal nominal del aire, ayudará a conseguirlo. Hay tres tipos de extractores en el mercado: extractor helicoidal (también llamado axial), centrífugo y helicocentrífugo. En los primeros, el aire circula en la dirección del eje. Se trata de una buena elección, pues permite la obtención de caudales elevados con unas pérdidas de carga mínimas. En los segundos, los centrífugos, el aire circula en la dirección de los radios. Si el aire entra en el extractor con la misma dirección que el eje pero sale en la dirección de los radios hablamos de extractores helicocentrífugos.
Extractor helicoidal: algunas consideraciones a tener en cuenta
También llamados axiales, reciben el nombre de extractor helicoidal porque la trayectoria del flujo del aire dibuja un helicoide al salir del extractor. Una de las ventajas de disponer de un ventilador helicoidal en los sistemas de ventilación es que permiten mover cantidades de aire elevadas a bajas presiones. Por ello, resultan convenientes para la extracción del aire viciado en naves industriales.
Aunque los extractores helicoidales son muy eficientes desde el punto de vista energético, hemos de tener en cuenta que el caudal que aporta un extractor en descarga libre (cuando no dispone de ningún conducto conectado) no es igual que si existe conducto conectado (en este caso, se produce una pérdida de carga que se traduce en una disminución del caudal). Cabe señalar que la longitud del conducto, los cambios de dirección y las uniones también ocasionan pérdidas de carga.
Para evitar estas indeseadas pérdidas de carga, un buen sistema de ventilación mecánica controlada de doble flujo debe disponer de un trazado de conductos hermético, de manera que reduzca al máximo el consumo de energía (las pérdidas de carga obligan a incrementar el caudal de aire que circula por el sistema). Existen en el mercado conductos termoplásticos y metálicos. Sea cual sea el material de nuestro tendido de conductos, debemos cerciorarnos de que estos son perfectamente estancos.
Ventilación, eficacia y tipos de aire
¿Sabes qué es la eficacia cuando hablamos de sistemas de ventilación? Se trata de un parámetro que pone en relación la concentración de partículas contaminantes que contiene el aire de impulsión (cSUP), el aire de descarga (cEHA) y el aire del recinto ocupado (cIDA, el aire que respiran los ocupantes). La eficacia, que dependerá del reparto del flujo del aire y de la clase y ubicación de la fuente contaminante, se expresa de la siguiente manera:
εv=cEHA- cSUP/ cEHA- cIDA
¿Cómo se clasifican los tipos de aire que intervienen en el proceso?
El aire de impulsión (SUP) se clasifica en SUP 1 (si el aire de impulsión solo contiene aire exterior) y en SUP 2 (si el aire de impulsión contiene aire exterior y aire de la recirculación).
El aire de descarga se clasifica en EHA 1(si el nivel de contaminantes es bajo), EHA 2 (si el nivel de partículas contaminantes es moderado), EHA 3 (cuando el nivel es alto) y EHA 4 (si la concentración de contaminantes es muy elevada).
Para clasificar el aire interior de la zonas ocupadas existen cuatro categorías (IDA1, IDA2, IDA3 e IDA4), según la calidad del aire sea alta, media, moderada o baja.
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