Eficiencia energética y demanda controlada en sistemas de ventilación
La eficiencia energética se ha convertido ya en una máxima en la construcción actual. Hoy en día no se conciben edificios modernos sin que ahorren en costes energéticos y que mantengan un alto nivel de confort en el hogar. Hasta el punto de que ya es una realidad la edificación de consumo casi nulo.
Los sistemas de ventilación son imprescindibles en la búsqueda de la edificación energéticamente eficiente, como también lo son los materiales de construcción, la iluminación y otros aspectos que inciden directamente sobre los edificios.
En el momento de construir un edificio, se ha de tener en cuenta hasta el más mínimo detalle para que no se genere un consumo energético elevado. Y, para ello, la ventilación juega un papel crucial, ya que gracias a sistemas de ventilación será posible mejorar la sensación térmica dentro de las estancias. Con una inversión moderada en estas soluciones es posible obtener una gran eficiencia energética.
Esto es porque la demanda de energía de cualquier edificio suele estar marcada de cerca por la climatización del aire interior. Tanto los equipos de aire acondicionado como los de calefacción suelen protagonizar el mayor gasto en energía de toda una finca. Y estos pueden recortarse gracias a una extracción del aire de manera mecánica y controlada. Además, eso evita la entrada de polución en las viviendas.
Todo ello nos lleva a la Demanda Controlada de Ventilación, una solución que también nos hace ganar en ahorro energético.
Demanda controlada con eficiencia energética
La Demanda Controlada de Ventilación es la tecnología que, de manera automática y sin que tengamos que estar pendiente de ella, es capaz de ofrecer un caudal de ventilación concreto en cada situación. Adaptándose a cada momento, lo que hace que se ventilen las estancias de manera inteligente. Y de manera energéticamente eficiente.
Hay varias maneras de tener una Demanda Controlada de la Ventilación para ajustarse a las necesidades de un edificio, de manera automática. Algunas de las características de estos sistemas son:
- Se ha de poder controlar la velocidad o el caudal de ventilación, que se adaptará a cada situación.
- Pueden usarse detectores de presencia para saber en qué momento ha de ventilarse más o menos.
- Para determinar cuándo es necesario renovar el aire, son necesarios los detectores de humedad o incluso de dióxido de carbono. También sensores de presión.
- Los ventiladores han de ser de bajo consumo.
Gracias a la Demanda Controlada de Ventilación, en el hogar podemos ahorrar en sistemas de aire acondicionado o de calefacción, por lo que el avance en eficiencia energética es notable. Eso repercute directamente en la factura de la luz. Es por eso en buena parte que se recortan los costes de muchos de estos aparatos, para que puedan ser amortizados muy pronto.
Sin embargo, no se habla tanto de los avances en salubridad y de la protección que se consigue con una ventilación controlada. Al no depender de las ventanas, el aire que respiramos en interiores está libre de agentes contaminantes. Dejamos de lado la polución exterior y también las partículas contaminantes del aire.
De la misma forma, los sistemas de ventilación controlados y que se adaptan a la demanda de cada momento sufren menos el desgaste mecánico. Un ventilador puede durar toda una década, pero al regularse automáticamente, podrá durar más tiempo y no estropearse con sencillez.
Construcción y eficiencia energética
Dentro de la eficiencia energética, tenemos opciones de construcción como son las casas pasivas. En estos casos, desde la iluminación hasta la orientación de las viviendas se hace pensando en el ahorro energético y en el consumo nulo de energía. Solo el sistema de ventilación será de uso mecánico.
En estos casos, por ejemplo, se utilizan sistemas de ventilación mecánicos que además se beneficien de la aerotermia. Este proceso es energéticamente eficiente, ya que utiliza una bomba de calor para reaprovechar la energía gastada y convertirla en frío o en calor, dependiendo del momento del año.
En este caso particular de la aerotermia, los fabricantes estiman que hasta un 78% de la energía que use el sistema de ventilación puede ser reciclada. En casos concretos donde el clima sea mucho más extremo, también puede optarse por el sistema de la geotermia, que lo que hace es recuperar la energía del suelo. Sin embargo, requiere una instalación mucho más costosa y no es necesario si el invierno no es muy duro.
Para garantizar el confort en el hogar y también una eficiencia energética destacable, una de las mejores opciones es, como hemos comentado, invertir en sistemas de ventilación que suplan los gastos de los aparatos de aire acondicionado o los de calefacción. Son al fin y al cabo lo que más gasta en un hogar, y podemos evitarlo con un buen sistema de ventilación que gaste de manera inteligente y se adapte a toda situación.
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