Durabilidad de tu sistema de ventilación: rejilla de acero inoxidable
¿Qué es el acero inoxidable?
El acero inoxidable es un acero con un bajo porcentaje de carbono. Dado que contiene, como mínimo, un 10, 5% de cromo, se trata de un material que resiste la corrosión y, bajo condiciones normales, no presenta manchas de óxido.
El motivo por el cual no presenta herrumbre en su superficie es el siguiente: el cromo se combina con el oxígeno del aire para formar una fina capa de óxido de cromo sobre la superficie, de manera que se evita la corrosión adicional del acero inox.
¿Cómo se clasifica el acero inoxidable?
Existen cinco grupos, o familias, diferentes: austenita, ferrita, martensita y dúplex (austenita + ferrita), todas basadas en una estructura cristalina; y aleaciones endurecidas por precipitación, están basadas en el tipo de tratamiento térmico empleado y no en la estructura cristalina.
Acero inoxidable austenítico
El acero austenítico se consigue combinando elementos formadores de austenita, como el níquel, el manganeso y el nitrógeno. Se trata de un acero cuyo contenido en cromo oscila entre el 16 y el 26%. El porcentaje de carbono varía entre el 0,03 y el 0,08%.
Cuando la aleación es de cromo y níquel, hablamos de acero inoxidable serie 300 AISI. En el caso de que la aleación sea de cromo, manganeso y níquel, hablamos de acero inoxidable serie 200 AISI.
El primero, 300 AISI, tiene un alto porcentaje de níquel y hasta un 2% de manganeso. También puede contener molibdeno, cobre, silicio, aluminio, titanio y niobio. Para aumentar su manipulación, se puede añadir azufre o selenio en su aleación.
El segundo, 200 AISI, dispone de una proporción más baja de níquel. Su porcentaje de manganeso oscila entre el 5 y el 20%. Para aumentar su resistencia mecánica, se añade nitrógeno a la aleación.
Acero inoxidable ferrítico
El acero inoxidable ferrítico es un acero que tiene un porcentaje de cromo superior al 10,5%. El contenido de carbono se sitúa sobre el 0,08%. Se trata de un acero magnético con una alta resistencia a la corrosión y una dilatación térmica, coeficiente de conductividad térmica y densidad bajos.
Acero inoxidable martensítico
El acero inoxidable martensítico es, esencialmente, una aleación de cromo y carbono. El cromo se encuentra en un porcentaje que oscila entre el 10,5 y el 18%. El contenido de carbono es elevado (puede llegar a contener hasta un 1,2%).
Acero inoxidable dúplex
El acero inoxidable dúplex (combinación de acero austenítico y ferrítico) tiene una proporción de cromo de entre el 18 y el 26%. El contenido en níquel oscila entre el 4,5 y el 6,5%. Para aumentar la resistencia a la corrosión, se puede añadir nitrógeno, molibdeno, cobre, silicio y tungsteno a la aleación.
Rejilla de acero inoxidable en los sistemas de ventilación
Existen en el mercado dos tipos de rejillas de ventilación: las rejillas de plástico y las rejillas metálicas. Las primeras se suelen fabricar de PVC y las segundas, de aluminio o de acero inoxidable. Las rejillas más empleadas son las rejillas metálicas, dado que tanto el aluminio como el acero inoxidable son materiales altamente resistentes que resisten bien la intemperie.
Podemos clasificar las rejillas de la siguiente manera, según sus características y la función que desarrollan dentro del sistema de ventilación:
• Rejillas de impulsión. Acostumbran a disponer de lamas orientables, de manera individual, de manera que es posible ajustar el alcance y la altura del flujo de aire que se impulsa al recinto.
• Rejillas de suelo. Tanto en el caso de que se utilicen en la extracción de aire como en la impulsión, su montaje se realiza de tal manera que se posibilita el tránsito de personas y equipos pesados.
• Rejillas de tránsito. Se utilizan para posiblitar la circulación del aire a través de las puertas y los tabiques. Pueden tener lamas en forma de “V”, de modo que es posible el paso del aire pero se impide el paso de la luz.
• Rejillas de toma de aire exterior. Deben resistir las a agresiones meteorológica y se utilizan para aspirar el aspirar el aire del exterior. Las lamas están diseñadas de manera que se evita la entrada de agua de precipitaciones.
• Rejillas lineales. Acostumbran a cumplir una función decorativa recintos donde son muy visibles y se pueden instalar en paredes, suelos y techos.
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