Contaminación en los hogares

En España pasamos más tiempo en espacios cerrados que en lugares al aire libre. Ya no solo es por los ratos de descanso en el hogar, sino que el ocio se ha movido hacia interiores. Ya sea en casa o en lugares comerciales, cines y espectáculos. Además de que el trabajo se realiza, cada vez menos, en exteriores. Sin embargo, al preocuparnos de la contaminación solemos tener en cuenta únicamente la polución en exteriores. ¿Qué hay de la contaminación en los hogares y en los espacios cerrados? Desgraciadamente, este aspecto se suele pasar por alto más a menudo. Y eso que en interiores es donde pasamos la mayoría de nuestro tiempo.

Esto ocurre, mayoritariamente, porque hay una gran necesidad legislativa sobre la contaminación del aire interior, especialmente en viviendas, además de una falta de información. Si bien en España estamos en un país que cuida el aire interior en comparación con los países en vías de desarrollo, es una asignatura pendiente si nos comparamos con Europa. En números, ¿cómo afecta esta baja calidad del aire en interiores? En estudios anteriores se estimó que los niveles de plomo, cadmio o arsénico llegan a tener una concentración de 2 a 5 veces más grande en espacios cerrados. Y que somos quienes los habitamos los que generamos, mayoritariamente, esos contaminantes del aire.

¿Cuáles son los principales elementos que generan más contaminación en los hogares?

  • Las alfombras y ante todo las moquetas son grandes contaminantes del aire en interiores. Las partículas se incrustan en sus superficies y crean un nido de bacterias, además de malos olores.
  • Los aparatos electrónicos y algunos plásticos son igualmente contaminantes, especialmente los que están hechos de ploricloruro de vinilo, el famoso PVC.
  • La pintura de las paredes es altamente contaminante, por lo que si estamos pintando la casa hemos de tener en cuenta que airear las estancias es clave y que hemos de evitar pasar mucho tiempo entre paredes.
  • En las cocinas se producen muchos contaminantes, como puede ser el monóxido de carbono, también muy presente en las casas con estufas antiguas. Los gases en las zonas de cocinado han de ser eliminados con campanas extractoras.
  • Los sistemas de iluminación antiguos, como los fluorescentes, son altamente contaminantes.
  • Por supuesto, las casas con problemas de tabaco son propensas a tener una calidad del aire en interiores muy baja.
  • Los disolventes y muchos de los desengrasantes que tenemos en casa también crean contaminación en los hogares.
  • La humedad es un gran contaminante, y hemos de prevenirnos contra ella.
  • Una mala ventilación genera aire viciado, lo que contaminta el ambiente y puede ser muy dañino para nosotros.
  • Los hongos y los ácaros también están en interiores y son dañinos para nuestro organismo. Su presencia se está incrementando en los hogares a medida que se rehabilitan viviendas y no se tiene en cuenta un buen sistema de aislamiento.
  • Las partículas en suspensión suelen venir desde los exteriores, y se cuelan en nuestros pulmones, llegando a ser muy perjudiciales.

Podemos concluir que sí, el aire en interiores puede tener mucha más contaminación que el que respiramos en exteriores. Es por eso que debemos protegernos contra sus efectos dañinos. Y eso sin tener en cuenta que algunos hogares están expuestos al gas radón, un veneno difícil de detectar que es la segunda causa de la proliferación del cáncer de pulmón.

 

¿Cómo disminuir la contaminación en los hogares?

 

Para poder reducir los niveles de contaminación en los hogares es imprescindible poder «limpiar» el aire, extraer el que sea de mala calidad y poder airear las estancias. Para ello, se puede depender de sistemas naturales o mecánicos.

En el caso de no contar con sistemas de ventilación mecánicos, al menos se ha de intentar que las estancias respiren. Por ejemplo, abriendo las ventanas en momentos del día importantes como por la noche y evitando el uso de productos químicos. Si no se cuenta con un sistema de ventilación, es mejor prescindir del uso de moquetas o alfombras. Y usar un aspirador con regularidad.

Para poder respirar un aire de calidad en interiores y eliminar la contaminación en los hogares, la mejor solución es la ventilación de doble flujo. En este tipo de solución mecánica, el aire que se introduce en casa es exclusivamente filtrado, por lo que llega libre de impurezas y partículas contaminantes. Ni siquiera el polvo o los mosquitos se cuelan en el hogar.

De la misma manera, gracias a un sistema de ventilación mecánico de doble flujo podemos tener en nuestras casas un aire de calidad para concentrarnos mejor, descansar más profundamente y, ante todo, evitar problemas respiratorios. Igualmente, el confort es mayor y podemos olvidarnos de los aparatos de aire acondicionado en verano y de la calefacción en invierno.