Contaminación en verano, ¿cómo afecta la subida de temperaturas?
Se acerca el verano y las agradables temperaturas. Y con la llegada del buen tiempo, también aparece un fenómeno dañino del que, en demasiadas ocasiones, no nos damos cuenta. La contaminación en verano es un efecto nocivo que vivimos en las grandes ciudades y en las zonas rurales, ante el que debemos de estar alerta.
En verano, no solo hemos de procurar no quemarnos con el sol y evitar el cáncer de piel. Sino que las personas que sufren algún problema respiratorio han de estar alerta ante la subida de la contaminación, un dato que se suele tener mucho menos en cuenta que, por ejemplo, los grados que asciende el termómetro en los meses más cálidos.
En España, la ciudad con más problemas por contaminación es Madrid. Desde hace un tiempo se está avisando a los ciudadanos, aunque hay días en los que no hace falta más que mirar al cielo para ver que hay una capa de niebla gris que no es otra cosa que polución. Y si bien los valores de suciedad atmosférica son mucho menores que en capitales asiáticas o latinoamericanas, hay días donde la contaminación en verano supera los límites establecidos.
El problema que podemos sufrir en verano es por un exceso de contaminación. ¿Qué fenómeno se da con las subida de temperaturas? La contaminación por ozono troposférico, lo que en jerga común se suele denominar como el ozono malo.
El calor actúa como activador de este ozono troposférico, que es un gas que se produce por culpa de la contaminación atmosférica causada por la quema de combustibles fósiles y la fabricación de disolventes orgánicos.
Este contaminante, no obstante, afecta también a las zonas rurales, sobre todo en las tardes de primavera y verano con mucho sol. En esos días, las elevadas temperaturas activan la formación de ozono en niveles muy peligrosos para la salud, a partir de los contaminantes emitidos por el tráfico, la industria y el transporte marítimo.
En el momento en que se produce una concentración nociva de ozono troposférico se dan riesgos para la salud, siempre en función de la concentración de ozono en el aire inspirado y del tiempo de exposición.
Este ozono malo es un contaminante secundario que puede irritar los ojos y las vías respiratorias superiores. Es igualmente dañino para la vegetación y puede dañar bosques y cultivos.
¿Quiénes son más sensibles a esta contaminación en verano? Las personas con enfermedades respiratorias crónicas como el asma o quienes sufran de enfermedad pulmonar obstructiva. Igualmente, este ozono troposférico es especialmente dañino en los niños y los ancianos, además de en las personas que hacen ejercicio al aire libre.
Cómo protegerse ante la contaminación en verano
En España, la mayoría de comunidades autónomas -sobre todo las que están más afectadas por la contaminación- tienen leyes para informar a la población cuando se sobrepasan los niveles donde se considera que se da contaminación atmosférica. Se considera nivel de ozono moderado de 120 a 180 gramos por metro cúbico, y eso ya puede producir efectos leves en personas sensibles a la contaminación en verano.
Es más complicado cuando se da el nivel de ozono alto, de 180 a 240 gramos por metro cúbico. En estos casos, la población sensible y los niños deberían de estar en interiores, así como no practicar deporte en exteriores. Más allá de esos valores, es el umbral considerado como muy alto, y ya existe peligro para la salud.
En todos los casos relacionados con el aumento de contaminación en verano es necesario crear concienciación en la sociedad y explicar los peligros de la polución en las personas. Es por eso que, en interiores, también hemos de tener en cuenta que existen riesgos que atentan contra la salud, si bien la exposición es menor que al aire libre.
En interiores, cuando abrimos la ventana para airear una estancia podemos hacer que entren contaminantes si hay polución en el ambiente. En los días en que haya más contaminación en verano se recomienda no abrir las ventanas y tratar de estar en interiores.
El problema se da si no existe un sistema de ventilación que haga circular el aire y que introduzca aire filtrado desde el exterior. Para una mejora de la respiración en el hogar, los sistemas de ventilación mecánicos de doble flujo son la alternativa que mejor calidad de vida y confort en el hogar pueden otorgarnos.
Con un sistema de ventilación de doble flujo podemos respirar en casa aire del exterior filtrado. Esto significa que, antes de introducir el aire en nuestro hogar, pasará por unos filtros que eliminarán todas las partículas nocivas y los efectos dañinos de la contaminación en verano. Al tener aire limpio en casa, descansaremos mucho mejor y ganaremos en salud.
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