Nivel de humedad ideal en casa y cómo lograrlo fácilmente

Un nivel de humedad ideal en casa resulta fundamental para lograr el máximo bienestar personal. Por este motivo, conviene saber por qué es tan importante, cuál es el grado de humedad idóneo y, sobre todo, cómo podemos conseguirlo.

Influencia de la humedad en casa

Hay varias formas en las que la humedad aparece en una vivienda. Una de las más perjudiciales para la salud es la que se produce por filtraciones de las tuberías o por una ventilación no adecuada, ya que puede causar problemas respiratorios, asma o alergias.

Está claro que no podemos cambiar el grado de humedad en el exterior, pero sí controlar los niveles del interior de nuestro inmueble. En este sentido, el confort en el hogar se logra con porcentajes que oscilan entre el 30 y el 50 %.

Cuando la humedad supera estos valores, algunas de las consecuencias pueden ser las siguientes:

  • Sensación de incomodidad.
  • Crecimiento de moho y de la condensación en las ventanas.
  • Gotas de agua en lugares de mayor condensación.
  • Deterioro de las paredes, suelos, techos y mobiliario del hogar.
  • Mal olor general, incluyendo la ropa y el interior de los armarios.

Por el contrario, los niveles bajos también pueden crear problemas. Por ejemplo:

  • Sequedad en la piel.
  • Problemas de sinusitis.
  • Aumento de la electricidad estática.
  • Deterioro del mobiliario doméstico, sobre todo del que esté fabricado con madera.
  • Aparición de grietas en las paredes.

Para evitar todos estos inconvenientes (tanto por exceso como por defecto), resulta esencial buscar la manera de obtener un nivel de humedad ideal.

Cómo lograr el nivel de humedad ideal en casa

Dada la enorme importancia de mantener un nivel de humedad ideal en el hogar, aportamos algunos consejos para conseguirlo

Usar medidores de humedad interior

Gracias a ellos, es posible determinar cuánta humedad hay en el aire. Hemos de colocarlos en diferentes áreas del hogar, ya que los niveles varían de una habitación a otra. Por ejemplo, los sótanos suelen ser más húmedos que otros espacios de la vivienda, ya que la humedad del suelo puede filtrarse.

Instalar un acondicionador de aire

Además de enfriar el aire interior, las unidades de aire acondicionado eliminan la humedad. Por lo general, un aparato de este tipo debe ser sustituido tras un periodo de uso de 12 a 15 años. Cuando sobrepasan su vida útil, sus componentes se desgastan, lo que provoca dificultades para eliminar la humedad de manera eficiente.

Utilizar un deshumidificador

Incluso el mejor acondicionador de aire no logra la comodidad óptima. Un deshumidificador de habitación complementario, sin embargo, mejora notablemente la sensación de bienestar. Cuando los valores interiores del hogar superan el 50 %, un deshumidificador puede resultar muy útil.

Instalar un extractor en el cuarto de baño

Por mucho que disfrutemos de duchas o baños largos con agua caliente, no hemos de olvidar que todo el vapor que se genera afecta a los niveles en el resto de la casa. Con un extractor de aire para el baño se soluciona este problema de forma rápida y sencilla.

Colocar un aislante en los suelos

Hoy en día, los suelos de prácticamente todas las viviendas son aislantes. Sin embargo, las construidas antes de 1950 todavía tienen suelos de tierra. La solución, en estos casos, es colocar una barrera aislante con, por ejemplo, una capa de arena o gravilla.

Por último, si los niveles de humedad son bajos, es posible intervenir de las siguientes formas:

  • Colocar plantas de interior.
  • Adquirir un humidificador.
  • Ducharse con la puerta abierta.

En conclusión, conseguir un nivel de humedad ideal en casa no resulta complicado. No obstante, hemos de asegurarnos de que los parámetros de cada habitación son saludables y tener claro, por ejemplo, cuándo conviene colocar un extractor de baño.