esporas

Las esporas son cuerpos microscópicos muy importantes en los los ciclos vitales biológicos de plantas, algas y hongos. Estos últimos producen esporas salvo algunos que no lo hacen que se denominan hongos asporógenos. El resto de los hongos pueden producir diferentes tipos de esporas que se clasifican en:

  1. Ascosporas: producidas en ascas, concretamente en los ascomicetos.
  2. Basidiospora: son producidas en los basidios de los basidiomicetos.
  3. Conidio: esporas asexuales producidas en los conidiófonos de los hongos imperfectos.
  4. Edidiospora: son producidas por ejemplo en la Puccinia, donde se alternan con la producción de basidiosporas.
  5. Esporangiospora: son esporas producidas por los zigomicetos.
  6. Glomerospora: las producen los glomericetos.
  7. Teliospora: producidas por los basidios de algunos basidiomicetos.
  8. Zigospora: producidas en zigosporangios de zigomicetos.
  9. Zoospora: son esporas flageladas producidas por los hongos primitivos como los quitridios y los opistosporidios.

Las esporas también constituyen la forma de reproducirse de los mohos, uno de los principales tipos de hongos que suelen desarrollarse en lugares húmedos y con poca luz. Son sustancias alérgenas que se pueden desarrollar en el interior de una vivienda sobre todo alrededor de aparatos sanitarios y lavavajillas. Para evitar su desarrollo la humedad en el interior de una casa no sebe superar el 50%, por lo que unas condiciones de ventilación adecuadas son esenciales para prevenir su aparición.

La ventilación debe ser especialmente exhaustiva en cocinas y cuartos de baño. La presencia de hongos puede producir reacciones alérgicas que crean síntomas como la congestión nasal, irritación de los ojos o resuello. En algunos casos pueden darse reacciones más severas como la fiebre y dificultades a la hora de respirar. Las personas con enfermedades crónicas, como la enfermedad obstructiva de los pulmones, pueden llegar a presentar infecciones de moho en los pulmones. Algunos mohos especialmente tóxicos pueden producir micotoxinas que pueden tener consecuencias muy graves para la salud en algunas personas.

 

Otros organismos alérgenos además de las esporas

Otros organismos alérgenos son los ácaros domésticos. Se caracterizan por tener un ciclo vital de entre 2 y 3 meses. Su tamaño máximo es de 0,3 mm. Viven en el polvo doméstico y proliferan en ambientes cálidos y con mucha humedad. Con mucha probabilidad es el excremento de los ácaros el que provoca las reacciones alérgicas ya que al tener un tamaño similar al polen pueden penetrar en los alvéolos pulmonares. Depósitos domésticos donde suelen encontrarse frecuentemente a los ácaros son las alfombras, las almohadas, los colchones o los muebles tapizados. Entre las reacciones alérgicas que producen se encuentran el asma de tipo perenne, rinitis o conjuntivitis, a menudo con episodios nocturnos o a primera hora de la mañana.

La presencia de granos de polen en nuestras casas también puede producir reacciones alérgicas. El polen está compuesto por agua, aminoácidos, proteínas, lípidos, carbohidratos, minerales, vitaminas y encimas. Para evitar las reacciones alérgicas que los granos de polen suelen producir, conviene reducir la entrada de aire en el interior de la vivienda entre las 5 y las 10 de la mañana, y entre las 19 y 22 horas, periodos que coinciden con los procesos de polinización de las plantas.

 
Principios básicos para rehabilitar una vivienda