Ciudades ecológicas

¿Pueden ser las urbes del futuro más sostenibles? Sin duda. Y precisamente ese es el reto que se plantea la construcción moderna, como se ve en la inminente obligatoriedad en seguir las directrices de la Edificación de Consumo Casi Nulo. Pero, ¿pueden llegar a ser consideradas como ciudades ecológicas? Esa es la prospectiva que existe en algunos países en desarrollo -como China-, donde se quiere crear auténticas localidades verdes. Si bien sus características son aplicables a las ciudades actuales.

Se ha hablado mucho en los últimos años de ciudades inteligentes y ante todo de eficiencia energética. Sin embargo, las ciudades ecológicas tienen un concepto algo diferente, al menos en su idea completa. Para resumirlo en un concepto, podemos decir que son «ciudades saludables». De una manera en que cada urbe es única y con personalidad propia, ya que no hay un modelo para definir lo que es la salud de las ciudades. Sin embargo, esa es la definición más aceptada, ya que fue ideada hace ocho años en Canadá por la consultura Ecocity Builders y la Asociación de Estándares y Grupos de Trabajo Internacionales Ecocity. Ambos organismos son considerados los principales entes de esta corriente arquitectónica.

Tal y como definieron ambos entes en 2010 lo que es una ciudad ecológica, esta fue la definición:

«Una ciudad ecológica es un asentamiento humado modelado en una estructura de autosuficiencia y abastecimiento y con funciones de sistemas ecológicos y naturales. Las ciudades ecológicas ofrecen una abundancia saludable de recursos para sus habitantes sin consumir más recursos (renovables) de aquellos que produce, sin generar más basura de la que pueda asimilar, y sin crear toxicidad para la propia ciudad o el ecosistema. Su impacto ecológico en sus ciudadanos refleja un estilo de vida beneficioso para el planeta; su orden social refleja los principios fundamentales de justicia, igualdad y reparto igualitario».

El problema al que se enfrentan las tendencias que apuestan por las ciudades ecológicas es básicamente que resultan difíciles de implementar en urbes condicionadas por su pasado, ya que al fin y al cabo son los edificios los mayores contaminantes, y no puede hacerse nada con las construcciones antiguas y de alto consumo y escasa eficiencia. Es por ello que las ecocities son más comunes en proyectos de nuevas urbes en estados como China.

Si bien no existe un decálogo oficial de las características de una ciudad ecológica, sí que hay un acuerdo generalizado en aquello que han de llevar a cabo este tipo de urbes:

  1. Las ciudades ecológicas operan una economía de autosuficiencia y de obtención de recursos de manera local.
  2. No hay dependencia del carbón y se promueven técnicas de abastecimiento como la producción de energías renovables.
  3. El diseño de la ciudad se crea en base al aprovechamiento de recursos.
  4. La distribución geográfica ha de favorecer el uso de la bicicleta, el transporte público y de caminar en detrimento del uso del coche.
  5. Promueven la conservación de recursos con eficiencia energética y reutilizando el agua, sin crear desechos.
  6. Se hace uso de sistemas de ventilación mecánicos en los edificios para garantizar la salubridad.
  7. Apuestan por la renovación de áreas urbanas contaminadas.
  8. Aseguran la accesibilidad a la vivienda en igualdad de condiciones y mejora las oportunidades laborales para los grupos menos favorecidos, como pueden ser los inmigrantes o las personas con alguna disminución.
  9. Ponen énfasis en la producción agrícola local.
  10. Se incluyen mecanismos para crecer ordenadamente en el futuro.

El problema de las ecocities, como mencionan sus críticos, radica básicamente en la dificultad de crear una urbe nueva que cumpla con una serie de directrices ecológicas sin tener en cuenta  la realidad de las ciudades actuales. Es por ello que no son algo que se plantee en el mundo desarrollado, ya que si bien hay lugares excesivamente poblados, también hay muchísimas viviendas reformables o no habitadas.

 

¿Qué puede aportar a la sostenibilidad el concepto de ciudades ecológicas?

 

ciudades inteligentes

Si bien el concepto de ciudades ecológicas ha perdido fuerza al querer ser algo que empieza de cero -en lugar de reaprovechar las posibilidades de las ciudades actuales-, sí que pone unas bases interesantes en lo que ha de ser una ciudad de futuro, centrada en un consumo de recursos responsable y en unos suministros de alta eficiencia energética.

En la actualidad, las ciudades ecológicas han perdido fuelle en favor de algo más realista y de futuro casi inmediato, como son las ciudades inteligentes. En este caso, es mucho más fácil acercarnos a conceptos acordes con la realidad, ya que las smart cities se desarrollan a través de las urbes actuales. Por ejemplo, Barcelona está considerada en España como un territorio que puede ser considerado como ciudad inteligente en muchos ámbitos.

Las ciudades ecológicas comparten muchos puntos en común con las smart cities, ya que ambas buscan un modelo de desarrollo local, en el que las nuevas tecnologías busquen un consumo de recursos eficiente y con énfasis en la producción local. Que es donde el sector de la construcción quiere dirigirse en la actualidad.