Certificado energético BREEAM

El camino hacia una mejor eficiencia energética es el que ha de tomar el sector de la construcción. No solo frente a las grandes promociones o en edificios innovadores, sino en todos los ámbitos. A nivel individual, instalar sistemas de ahorro energético y de muy bajo consumo en nuestros hogares puede darnos grandes beneficios a medio y largo plazo, tanto en salubridad como en la factura de la luz y otros suministros. Y para saber exactamente cómo lograr un hogar de alta eficiencia, contamos con el certificado energético BREEAM, además de otros, que nos garantizan que un hogar es eficiente y nos dicen hasta qué punto.

Frente a este emblema, lo primero que nos preguntaríamos es en qué consiste y cómo puede ayudarnos. BREEAM es un sello certificador creado para esas construcciones que requieran una evaluación homologada bajo unas directrices homogéneas. En la actualidad, el certificado energético BREEAM es uno de los más importantes, junto con Passivhaus y Leed. Pero, ¿qué es un edificio sostenible bajo los criterios del ente regulador? Según explican en BREEAM, es aquel que funciona bien a día de hoy y, además, es energéticamente eficiente. Por ejemplo, si se trata de un hospital ha de garantizar todas las funciones requeridas para su operación y, al mismo tiempo, ser eficiente.

Desde el sello certificador BREEAM tienen en cuenta tres ámbitos en los que la eficiencia energética ha de exhibirse:

  1. Sostenibilidad económica. Los edificios certificados por BREEAM han de costar poco de construir y muy poco de mantener, con un ciclo de vida adecuado.
  2. Sostenibilidad social. Es preciso que el edificio logre la funcionalidad para la que se creó.
  3. Sostenibilidad ambiental. Ha de ser un edificio que respete al medio ambiente y también a los usuarios que lo habitan.

Para BREEAM, la sostenibilidad es una escala, no algo a lograr. Es por ello que premian a los edificios que van más allá de la normativa, ya que este sello certificador de eficiencia energética no se contenta exclusivamente con alcanzar lo que indica la normativa, sino alcanzar un grado superior. Y otorgará diferentes puntuaciones en función de cuán eficiente sea un edificio.

En cualquier caso, la pregunta principal a nivel económico a la que responde el sello energético BREEAM es la del precio. Desde este emblema quieren desmitificar la idea de que apostar por edificios que ahorren resulta caro. Así que, además de optar a construcciones que no requieran de grandes consumos, buscan que no sean caras de construir.

 

Preguntas y respuestas sobre el sello certificador BREEAM

 

Una de las preguntas clave en relación al sello certificador BREEAM es qué beneficios aporta. Según la entidad, son tres:

  1. Ofrece una guía de cómo lograr un edificio sostenible. Todos los manuales son gratuitos e indican cómo se mide la sostenibilidad. Gracias a ellos, se puede llegar a lograr la eficiencia energética en interiores.
  2. El segundo beneficio es que permite comparar, ya que mide cualquier construcción frente a otros edificios, ya sean de la competencia o no. Es posible colocar una obra en una escala de sostenibilidad y ver hasta qué punto llega, en relación al mercado.
  3. Permite también certificar un edificio, siendo este un beneficio importantísimo. En el caso de que se tenga que demostrar a un cliente, un inversor o un promotor que se han alcanzado las medidas de eficiencia energética en un edificio, el sello certificador sirve de aval independiente.

Otra de las preguntas más comunes frente a la aplicación de BREEAM es a quién va dirigido. Según el sello certificador, su intención es servir de ayuda a diseñadores, promotores, usuarios finales o constructores que quieran hacer un edificio mejor, más sostenible y también de mayor duración.

Por otro lado, lo que distingue a BREEAM de otros certificados son varios factores. Primero de todo, que es muy internacional y que fue el primero en aparecer en el mercado, en 1990 en el Reino Unido. Por otro lado, se adapta a las necesidades locales de cada país; por ejemplo, en España va de la mano del Código Técnico de la Edificación y del RITE. Y además existe un asesor que hace de puente entre el organismo certificador y el promotor. Este asesor será quien ayudará al promotor y entregará luego los datos al ente certificador.

¿Quién evalúa un edificio BREEAM? El propio sello certificador se encarga de ello, permitiendo que técnicos puedan presentarse al examen y convertirse en certificadores o asesores. Se trata de personal con experiencia tanto en el sector como de cara al trato con el cliente. Al ser técnicos españoles, todo el proceso es en base a las normativas locales y en español.

Sobre los costes asociados a la certificación, existen tres. Pero los principales son los gastos para poder alcanzar la certificación, que no son más que las instalaciones de eficiencia energética para que el edificio pueda alcanzar los retos impuestos por el sello certificador BREEAM. A partir de ahí, los otros dos costes son los del asesor y las tasas impositivas.