Ahorro en climatización

Uno de los gastos más importantes en las facturas del hogar es el de la climatización. Ya sea en verano debido al uso de los aparatos de aire acondicionado o en invierno al encender la calefacción o la estufa. En cambio, si se apuesta por el uso de sistemas de ventilación mecánicos que renueven el aire podemos lograr un mayor ahorro en climatización. Así no gastaremos tanto cuando las temperaturas sean muy elevadas o especialmente bajas.

Los sistemas de ventilación mecánicos, y en especial el de doble flujo, climatizan las estancias de una manera diferente a los métodos tradicionales. En el caso de la ventilación mecánica, se extrae el aire viciado para luego introducir aire fresco y renovado. Esto logra un intercambio de aire cuyo beneficio se traduce en verano en refrescar las estancias, además de cuidar de nuestra salud. Explicado más en detalle:

  • Los sistemas de ventilación mecánicos de doble flujo extraen el aire que se almacena en nuestras estancias. En verano, por ejemplo, se encarga de extraer del hogar ese aire que ha perdido en interiores.
  • El aire que introduce desde los exteriores es más fresco, además de haber sido filtrado previamente para eliminar las partículas contaminantes que pudiera llevar. Al cruzarse en los conductos el aire frío de la vivienda con el cálido del exterior, este último se atempera. La sensación de bienestar es que si fuera estamos a 30ºC, en la vivienda nos mantenemos a unos frescos 24ºC.
  • En el caso que el aire exterior tenga una temperatura más agradable que la del interior, como puede pasar en las noches de verano, el by-pass que monta el sistema se activará de forma automática. Así refrescará la vivienda, evitando el uso de aires acondicionados.
  • ¿Y en invierno? Todo el calor que tenemos dentro de la vivienda lo recuperaríamos cruzándolo con
    el aire del exterior. Al cruzarse el aire nunca se mezcla, sino que pasa muy cerca uno del otro, lo suficiente para que el aire exterior que está frío le robe el calor al aire caliente que estamos expulsando de la vivienda. Además, puede montarse una unidad recuperadora de calor.

Este proceso es mucho más económico que el trabajo que realiza cualquier aparato de aire acondicionado o de calefacción. Además, es más saludable, ya que se produce una renovación del aire, que llega filtrado, y evitamos que llegue a nuestros hogares la contaminación exterior o se produzca aire viciado.

¿Cuál es el ahorro en climatización que supone utilizar sistemas de ventilación mecánicos en lugar de métodos tradicionales? Muy grande. Con el consumo de una bombilla -es lo que gasta la ventilación- podemos llegar a recuperar el 95% del calor. O mantener la estancia fresca en verano.

Eso significa que por muy poco dinero es posible mantener la casa climatizada dentro de unos niveles normales, sin que en verano esté muy fría ni en invierno muy cálida. Con temperaturas que son acordes a una eficiencia energética.

 

Consejos para el ahorro energético en verano

 

En un futuro inmediato, todas las casas tendrán que incorporar sistemas de ventilación para poder ser licitadas, tal y como se exige en la normativa de Edificación de Consumo Casi Nulo que se pondrá en marcha en 2020.

Si aún no dispones de un sistema de ventilación mecánico en tu hogar y de cara a este verano dependes del equipo de aire acondicionado, hay una serie de consejos que puedes aplicar, más allá de aprender a refrescar tu casa en las noches de verano.

Normalmente, las casas antiguas son las que sufren más en verano. No son estancas y el aire frío se filtra por las juntas de las ventanas, por las paredes, por las puertas y por otros sitios. Si dispones de un equipo de aire acondicionado y quieres usarlo menos, puedes probar a ver por dónde se escapa el aire frío.

Enciende el equipo de aire acondicionado y pon una temperatura muy baja. Cuando la estancia esté fría, ve fuera de ella y mira por donde se escapa el aire frío. Simplemente, colócate frente a puertas o paredes y mira si notas salir el viento de tu estancia a baja temperatura. Igual te sorprende que es a través de una ventana cerrada o de una puerta desde donde el aire se escapa. Y, en ese caso, puedes solucionar el problema. Cambiando puertas y ventanas se soluciona mucho la climatización, tanto de cara al verano como en invierno.

Si usas un equipo de aire acondicionado, trata de usarlo a una temperatura elevada y al mínimo de ventilación. O puedes desactivar la función de frío y dejar que simplemente ventile, a veces con eso basta. ¿Otro recurso sencillo si no dispones de un sistema de ventilación y buscas el ahorro en climatización? Crea corrientes de aire abriendo puertas y ventanas, dejando que el aire pase de un lugar a otro.