Absorber la humedad

Cuando nos referimos a la humedad no solemos hacerlo para comentar sus beneficios. Porque el vapor de agua en el aire es, por supuesto, muy necesario en la vida y un bajo nivel sería también perjudicial. Sin embargo, en ventilación y ante todo en los hogares, cuando hablamos del fenómeno del vapor en el aire, nos referimos al conflicto por sufrir un exceso de este fenómeno. Por lo que absorber la humedad allá donde se concentre es importante. Un elevado nivel puede darnos problemas importantes en nuestras casas.

Encontramos humedad en cualquier lugar donde haya vida. En viviendas y edificios, puede ser encontrada en el mismo ambiente o empañando cristales en momentos determinados. Pero cuando empieza a ser muy preocupante es si la vemos en las paredes o en el techo. Las manchas de humedad nos avisan de que, en al menos algún punto del edificio, se está sufriendo un problema de elevada humedad.

Si bien la humedad es muy necesaria para respirar, es importante que su presencia en el aire sea de entre el 40% y el 85%. Se suele hablar mucho del exceso de humedad al ser más visible, pero una baja humedad tampoco nos aporta nada bueno, al contrario. Por debajo de este baremo pueden producirse molestias en las vías respiratorias y tener problemas en los pulmones.

Antes de nada, si el problema en interiores es por escasa humedad es de solución más fácil. Para ello, los humidificadores son la opción más sencilla para que nuestras casas cuenten con un vapor de agua en el aire superior. ¿Qué puede ocurrir si al contrario hay un exceso de humedad?

  • El problema principal de la humedad es cuando aumenta por encima de los niveles permitidos. Es en ese momento cuando puede ser un problema y ha de eliminarse.
  • A ser posible, en zonas cálidas y húmedas se ha de tratar el problema antes de que sea evidente. Merece la pena utilizar un medidor de humedad para descubrir los valores con los que convivimos, antes de empezar a notar sus efectos nocivos en paredes o incluso en nuestros cuerpos.
  • Para absorber la humedad, lo que necesitamos es ventilación. Ya sea mediante la aireación de los espacios cerrados como utilizando ventilación mecánica. ¿Un ejemplo? Si nos duchamos en un baño sin ventilación en seguida veremos los cristales empañados. En el momento en que abrimos la puerta ese efecto desaparece y ya podemos vernos en el espejo.
  • El primer paso sería ese, airear de manera natural y dejando que el vapor de agua en el ambiente se vaya, renovándose el aire en el proceso. Eso es posible con buenas ventanas en según qué colocación, pero no siempre es suficiente. Sobre todo en casas antiguas y poco preparadas.
  • El siguiente paso recomendable sería apostar por la solución de los deshumidificadores. Estos aparatos recogen el vapor de agua en el aire y, o lo almacenan en un recipiente, o lo expulsan al exterior. Lo ideal es que bajen la humedad hasta valores del 60%, aunque si los valores que tenemos en casa son muy elevados, al aparato le costará mucho. Sobre todo en estancias grandes.
  • En el caso de que el deshumidificador no funcione, debería plantearse la instalación de un sistema de ventilación mecánico. Si es de doble flujo, aún mejor, ya que ni siquiera volvería a sufrirse de cristales empañados en los baños.

Para poder respirar mejor, necesitamos absorber la humedad de la manera más eficiente. Podríamos decir que los tres pasos habituales son los arriba comentados. Primero, probar con la ventilación natural. Hacerse con un deshumidificador en caso de que no bastara con abrir las ventanas. Y, finalmente, apostar por un sistema de ventilación mecánico.

Si, en cambio, nos fijamos en la mejor opción, esa será siempre la ventilación mecánica, ya que calculará exactamente cuánto aire extraer e introducir. Es la más costosa y requiere instalación, pero es un cambio muy positivo en el hogar que nos aporta otros beneficios igualmente.

 

Mejorar la salud al absorber la humedad

 

Niveles recomendados de Humedad relativa en el hogar

En España, los problemas relacionados con el vapor del agua en el aire son por un exceso, por eso nos preocupamos de absorber la humedad. Normalmente, los valores bajos se dan en climas muy fríos del norte de Europa. En nuestro país suele ser al contrario, y en zonas ante todo de costa o cercanas a los ríos podemos tener unos niveles de humedad muy elevados.

Es imprescindible acabar con la humedad, ya que el listado de problemas que puede acarrear es notable:

  • Lo notamos en confort, ya que la humedad hace que suba mucho la temperatura.
  • En verano sudamos mucho debido a la humedad. Y en invierno el frío se cala en los huesos.
  • La humedad desprende fuertes olores.
  • Puede aparecer moho, especialmente en los techos y las paredes.
  • Es posible que nuestros muebles se vean muy afectados.
  • La humedad puede originar problemas respiratorios.

Por todo ello, absorber la humedad que hay en exceso es una misión muy importante en nuestros hogares. Sobre todo si no tenemos un buen sistema de ventilación y la finca es antigua.