Retos de la normativa de consumo casi nulo: conclusiones de la UE
Ha entrado en vigor la normativa de la Unión Europea que obliga en España a que todos los inmuebles que se firmen desde ahora y sean de carácter público tengan que ser edificios de consumo casi nulo. Pero entre los profesionales del sector se conoce que el reto es grande, porque hasta ahora -que en lugar de obligatoriedad por parte de la UE simplemente había recomendación- no había tenido mucho éxito la introducción de los criterios para este tipo de edificación. Con la aplicación total de la normativa de consumo casi nulo el panorama cambia. ¿Estamos preparados para este cambio?
Depende. La Unión Europea, por un lado, alienta a España a que aplique esta normativa. Y, además, desde las asociaciones profesionales se está dando salida a ello. Por ejemplo, el Colegio Superior de Arquitectos de España ve la aplicación de la edificación de consumo casi nulo como el gran reto actual. Aun así, no estamos en un país que esté a la cabeza en este tipo de construcción sostenible y de alta eficiencia energética. Es en el norte de Europa donde hay más experiencia.
Ya hemos hablado de los requerimientos de los edificios de consumo casi nulo y también de lo que suponen. Pero, ¿cómo afrontamos este reto en España? El grupo Enedi (energética de la edificación), que es una iniciativa de la Universidad del País Vasco, redactó la situación en un importante estudio sobre el momento actual. Y las conclusiones son que, básicamente, hay mucho trabajo por delante.
Según el grupo de investigación, España y la mayoría de países del sur de Europa están mal preparados para poner en marcha la normativa de consumo casi nulo. Es más, advierte que modernizar y reformar las viviendas y edificios que ya tenemos será mucho más complejo.
Porque la aplicación de las políticas propuestas por los edificios nZEB -de su definición en inglés Near Zero Energy Building– incluidas en la Directiva 31/2010/EU implica unos cambios que, según Enedi, «muchos países están lejos de alcanzar ese nivel de eficiencia energética«. Entre ellos, España. Al otro lado están los estados del centro y del norte de Europa, tal y como explica el coautor del estudio Juan María Hidalgo.
El mismo estudio incorpora datos aportados desde otras universidades europeas y ha sido elaborado por más de una docena de investigadores de toda Europa. Y se concluye que hay siete países que están en alguna situación de indefensión en el sur de Europa: Chipre, Francia, Grecia, Italia, Portugal, Rumanía y España. Cada uno de los estados aplica de manera diferente la normativa de consumo casi nulo, por lo que falta un consenso a nivel europeo.
Se trata de una situación que no ha de provocar pánico alguno, sino que es el momento de trabajar y de aplicar las políticas europeas que, además, van en beneficio de los países y de su desarrollo ecológico en un terreno tan importante como la construcción.
¿Qué es difícil al aplicar la normativa de consumo casi nulo?
En el análisis del sur de Europa frente a la normativa de consumo casi nulo se encuentran barreras sociales y tecnológicas, tanto en la nueva construcción como en la rehabilitación de edificios. No se trata de que en España y en toda la zona la cuestión económica sea la única que importa, sino también el clima y otros condicionantes sociológicos influyen en el resultado final.
Por ejemplo, Enedi destaca que existen los siguientes rasgos característicos en los retos de la implantación de los edificios de consumo casi nulo:
- Hay una escasa formación en este terreno por buena parte de todos los implicados en la aplicación de esta normativa. Los ciudadanos no han sido muy informados y desconocen el cambio, igual que muchos de los trabajadores del sector de la construcción.
- Desde la administración pública no se ha comunicado aún en qué consiste exactamente un edificio de consumo casi nulo y se necesita ayuda por parte del sector público.
- En algunas zonas de España hay unos grandes cambios de temperatura entre invierno y verano, además de tener muchos climas en España. Eso hace más difícil la aplicación de la normativa, ya que ha de estudiarse al detalle el pasó de estaciones muy frías a otras demasiado cálidas.
- Han de aplicarse situaciones muy distintas en territorios demasiado pequeños. En Cataluña o en el País Vasco hay todo tipo de climas y situaciones meteorológicas, lo que hace que puedan ser dos autonomías que sirvan como banco de pruebas.
- Es necesario enfrentarse a la problemática de sufrir problemas de confort térmico, sobrecalentamiento o un mal funcionamiento de los edificios. Además de los costes derivados de aplicar la normativa.
Sin embargo, hay que ver este reto como una oportunidad. Si bien la administración aún no ha sido excesivamente clara con la nueva situación en edificios de consumo casi nulo, ahora mismo están aplicándola en la construcción pública y tienen dos años hasta que obliguen al sector privado a ponerla en marcha. Tiempo suficiente para aprender y poner formación en marcha.
El sector profesional, además, está muy comprometido con este cambio. Enedi ofrece información como mejoras para las normativas o el diseño de los edificios, y los Colegios de Arquitectos también ofrecen apoyo en este tipo de edificación. Son muchos los actores implicados en el reto de aplicar la normativa de consumo casi nulo y hemos de ver el cambio en positivo, ya que será el sector quien se beneficiará y sobre todo los ciudadanos ganarán en calidad de vida.
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