Qué aspectos tener en cuenta en la rehabilitación de edificios

La rehabilitación de edificios es una obra mayor que busca una mejora integral de las condiciones de estética, seguridad, accesibilidad y eficiencia energética. Otro de los objetivos que persigue es modernizar y dotar de mayor confort térmico y acústico el espacio en el que se interviene.

¿Qué es una rehabilitación de edificios?

La rehabilitación de edificios requiere de permisos y licencias municipales, dado que afecta a la estructura de la construcción y también al entorno.

Hay que diferenciarla de la restauración, ya que esta última supone una intervención para conservar el valor arquitectónico, histórico o artístico. Es decir, se lleva a cabo en edificaciones muy deterioradas para que vuelvan a parecer como nuevas. En este segundo caso, las actuaciones pueden incluir una limpieza de los ladrillos vistos o de la pintura.

Sin embargo, la rehabilitación supone, a menudo, una reforma estructural. Puede cambiar el uso para incluir viviendas u oficinas, así como la colocación de algún elemento, como un ascensor.

¿Qué se considera obras de rehabilitación?

Una rehabilitación de edificios tiene las siguientes características:

• Cambio de la funcionalidad. Por ejemplo, de acoger una fábrica a albergar unos grandes almacenes.
• Dotación de una serie de condiciones de accesibilidad. Construcción de rampas, instalación de ascensores adaptados, etc.
• Instalación de elementos que suponen cambios de calado en la edificación, como el que hemos comentado de un ascensor.
• Renovación de todos los sistemas eléctricos, de ventilación o aislamiento térmico, para dotar al edificio de mejores condiciones de eficiencia energética.
• Mejoras o reforzamientos en la estructura para mejorar la seguridad.
• Adecuar la red de saneamiento.

A menudo, este tipo de actuaciones combinan varios o todos los supuestos anteriores. De hecho, estos proyectos son, después de la propia construcción desde cero, los de mayor envergadura que puede haber en términos arquitectónicos.

¿Cuándo se realiza una rehabilitación de un edificio?

Si una edificación se encuentra en un estado de deterioro tal que pone en riesgo la seguridad de sus residentes es momento de rehabilitarla. Este es uno de los principales casos, pero también hay otros, como el mantenimiento, la mejora, la adaptación a criterios de ahorro y eficiencia energética, etc. Hay muchas razones para realizar una rehabilitación, aunque los puntos de partida son el mal estado de conservación y la antigüedad.

Ayudas y subvenciones

En la actualidad, el Gobierno de España tiene abierta una línea de ayuda económica en este sentido. Entre las opciones disponible están las siguientes:

• Programa de ayuda a las actuaciones de rehabilitación a nivel de edificio.
• Programa de ayuda a las actuaciones de mejora de la eficiencia energética en viviendas.

Estas son dos de las principales subvenciones, pero también existen opciones disponibles en las comunidades autónomas y ayuntamientos. Por lo tanto, es necesario llevar a cabo una labor de investigación y solicitud de información para saber a cuál o cuáles acogerse.

Puntos para tener en cuenta

En el momento en que se decide acometer un proyecto de estas dimensiones, es recomendable considerar una serie de factores. Entre ellos están:

• Objetivos de la rehabilitación.
• Cálculo del presupuesto aproximado y el coste de materiales y mano de obra.
• Solicitud de ayudas y subvenciones.
• Solicitud de los correspondientes permisos y las licencias municipales.
• Estimación del tiempo aproximado.

Más de la mitad del parque de vivienda en España tiene una antigüedad superior a 50 años. Por lo tanto, en muchos casos resultan necesarias este tipo de intervenciones. La rehabilitación de edificios supone, en todo caso, una mejora de la seguridad, el confort, la eficiencia energética y la accesibilidad. Si te ha gustado este artículo, quizá te interese leer otro más: Reforma de viviendas bajo criterios de ahorro energético: la importancia de la ventilación mecánica controlada.