impermeabilización ventana

La impermeabilización es uno de los procesos básicos de construcción, reforma integral o parcial de una edificación. Gracias a él, se evita la entrada de agua en la estructura arquitectónica. Así se erradican humedades y todos los inconvenientes que ello implica, tanto para la salud como para estética arquitectónica.

¿Qué significa impermeabilización e impermeabilizante?

Este es el proceso por el cual se garantiza que el agua no se cuela por las paredes, techos y suelos de un edificio de cualquier tipo. En la misma línea, consiste en asegurarse de que no se producen fugas de líquidos de los depósitos, conductos y canalizaciones.

A la hora de construir o reformar un espacio, este es un paso ineludible. De hecho, cuando el agua discurre por una construcción de forma indeseada puede dañar los materiales, generar humedades perjudiciales para la salud y producir malos olores. Estos son, a menudo, los principales problemas que presentan muchas de las edificaciones, sobre todo las más antiguas.

 
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Por su parte, el impermeabilizante es el material usado para eliminar filtraciones de agua a través paredes, techos y suelos. Se coloca sobre una superficie de manera que impide el paso del agua.

¿Cómo se hace la impermeabilización?

El objetivo principal en estos casos es crear una barrera para impedir el paso de la humedad o el agua. Con este fin, hay diversas formas de realizar el proceso. Todo depende de la edificación que impermeabilizar y sus características, tanto propias como del entorno. Estas son algunas de las técnicas utilizadas:

  • Se recubre con cemento o con mortero la zona para impermeabilizar.
  • Se utilizan selladores incoloros.
  • También se recurre a pinturas que impidan el paso del agua. Entre las opciones están la pintura al silicato o las pinturas plásticas impermeables.

Tipos de impermeabilización y productos utilizados

Los tipos de impermeabilización son, principalmente, la rígida y la flexible. Respecto a los productos, están los impermeabilizantes acrílicos, asfálticos o cementosos. A estos hay que unir los prefabricados, fibratados, ecológicos y elastoméricos. Por otra parte, el acritón es un impermeabilizante muy recomendable para tejados o azoteas, porque refleja la luz solar.

Sumado a esto, están las membranas que se colocan para evitar el paso de agua. Pueden ser líquidas o de poliuretano.

¿Es lo mismo que aislamiento?

Cuando se impermeabiliza un espacio se está aislándolo del agua. Sin embargo, una cosa no es exactamente lo mismo que la otra. El aislamiento es un concepto mucho más amplio, que puede implicar aislamiento térmico, acústico o eléctrico.

Todos son importantes y, cuando se llevan a cabo de la manera correcta, aumentan el bienestar y la calidad de vida.

Además, cuando se combinan con buenos sistemas de ventilación mecánica controlada ofrecen óptimos niveles de eficiencia energética. Así, en el caso del aislamiento térmico se consiguen, por un lado, espacios con temperatura constante, y por otro, aire interior de máxima calidad.

Los aislamientos acústicos y eléctricos también se llevan a cabo a menudo. El primero evita molestias por ruidos externos, mientras que el segundo protege contra los efectos adversos de la electricidad. El térmico, además, logra grandes ahorros en el consumo de luz en las construcciones donde se aplica. Asimismo, permite reducir o evitar los sistemas de climatización, que pueden ser sustituidos por otros de ventilación natural mecánica controlada.

La impermeabilización, por tanto, es una parte esencial del proceso de construcción o reforma. No se puede prescindir de ella, por las ventajas que supone y porque, de hacerlo, la edificación corre el riesgo de sufrir humedades, malos olores o un rápido deterioro. Si te ha parecido interesante este artículo, te recomendamos echar un vistazo a este otro: ¿Qué técnicos se encargan de cada fase de un proyecto de ventilación?

 
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