Explicamos el funcionamiento de un recuperador de calor

Para que sirve un recuperador de calor es un sistema de ventilación que proporciona bienestar en espacios cerrados, renueva el ambiente y, además, ahorra energía, por lo que contribuye a mejorar la eficiencia energética. Pero ¿Qué son exactamente estas unidades de ventilación, para qué se usan y cuáles son sus beneficios?

Para qué sirve un recuperador de calor

Un recuperador de calor es uno de los componentes de ventilación que pueden instalarse en un edificio. Este equipo aprovecha las diferencias de temperatura del ambiente, ya que intercambia el aire del interior con el del exterior. Esto se consigue con un elemento que se denomina célula intercambiadora. Gracias a ella, se evita la pérdida de energía y se impide que se mezclen el aire del interior y el del exterior.

Los distintos tipos de células intercambiadoras son los que marcan el rendimiento de estos dispositivos. Son los siguientes:

  • Flujos cruzados (hasta el 75 %).
  • Rotativo (hasta el 90 %).
  • De celulosa ( hasta el 90 %).
  • Contraflujo (hasta el 95 %).

Los otros componentes de los recuperadores de calor son:

  • Ventiladores para la impulsión y extracción.
  • Filtros.
  • Bypass parcial o total.
  • Sondas de temperatura.
  • Presostatos diferenciales.
  • Control.

Para llevar a cabo su función correctamente, estos aparatos atraen aire mediante un ventilador extractor y se desprenden de él gracias a un ventilador de expulsión. Así, en el intercambiador de calor, el aire más caliente cede temperatura al más frío. En las épocas más frías, este sistema se usa para calentar, mientras que el proceso se invierte en los meses en que el mercurio alcanza mayores cotas.

Por último. es importante destacar que este proceso para evitar la mala ventilación está sujeto al Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE). En la misma línea, los aparatos deben cumplir la normativa europea de ecodiseño ErP 2018.

Ventajas de los extractores de baño

Uno de los sistemas de recuperación de calor más utilizados son los extractores de baño. Sus beneficios son numerosos. A continuación, hacemos un repaso de estos.

Reducción de la humedad

A veces, nos gusta que haya un cierto nivel de humedad cuando nos bañamos. No obstante, para evitar bacterias y condiciones poco higiénicas, lo ideal es controlarla. En este sentido, un aparato de este tipo reduce los niveles y garantiza que se mantiene en las mejores condiciones. Así, por ejemplo, la pintura o el papel de las paredes se conserva durante más tiempo.

Por otra parte, evitamos que los armarios o las puertas se inflen y se cierren con dificultad. Sumado a eso, controlamos la proliferación de moho. Cuando este aparece, puede resultar muy complicada su eliminación.

Control de los malos olores

Otra de las ventajas más destacables que nos proporcionan estos aparatos es el control de los malos olores. Todos sabemos cómo huele la humedad, sobre todo cuando se ha convertido en un problema crónico en un determinado lugar. Esta es una manera de evitar esa desagradable sensación.

Incremento de la seguridad

Sin duda, garantizar la salud de las personas que utilizan el cuarto de baño resulta fundamental. Con un extractor de baño, se mitigan los efectos nocivos que pueden tener los productos de limpieza en la calidad del aire. En este sentido, no debemos olvidar que hay algunos que están compuestos por sustancias químicas que, al inhalarse, pueden afectarnos de forma negativa.

Por todas estas razones, un recuperador de calor es un excelente sistema para garantizar la calidad del aire en la vivienda. Lo mismo ocurre en cualquier otra edificación, como un bloque de oficinas, por ejemplo. En espacios como los cuartos de baño, su instalación está especialmente recomendada.