Para saber cómo mejorar la calidad del aire del interior de los edificios, hay que considerar aspectos como la ventilación y ciertas medidas de convivencia

Muchas personas no conocen los factores que perjudican la calidad del aire del interior de los edificios. Sin embargo, esta es un aspecto imprescindible para preservar la salubridad en este tipo de inmuebles, además de ser básica para mantener el bienestar emocional y la productividad en los centros de trabajo. Por tal razón, queremos abordar este tema en profundidad y dar todas las pautas necesarias al respecto.

¿Qué factores perjudican la calidad del aire interior?

Según diversos estudios, pasamos en torno al 90 % del tiempo de nuestra vida en el interior de inmuebles. De media, en ellos el aire puede estar hasta cinco veces más contaminado que fuera. Esto se debe, en la mayoría de los casos, a:

  • El mero hecho de respirar. Puesto que consumimos oxígeno y expulsamos dióxido de carbono, este gas acaba acumulándose en el espacio, lo que degrada notablemente la calidad del aire interior.
  • Actividades perjudiciales. Determinadas actividades generan monóxido de carbono y dióxido de nitrógeno. Un ejemplo de ello es el consumo de tabaco en interiores o la existencia de ciertas combustiones (cocinas, calefacción, etc.).
  • La humedad. Muchos tipos de bacterias y hongos la necesitan para crecer y proliferar. En los espacios cerrados y mal ventilados encuentran el caldo de cultivo ideal para hacerlo.
  • Las plantas. Solemos decir que renuevan el aire y que tienen la capacidad de regular la temperatura del ambiente. Sin embargo, muchas de ellas liberan pólenes que causan alergias.

Todo ello, unido al uso de materiales de construcción y productos de limpieza poco saludables, hacen que el aire se vicie y que notamos nada más entrar a cualquier inmueble. Por ello, atajar el problema rápido es fundamental.

 

Medidas para saber cómo mejorar la calidad del aire interior

El primer paso siempre consiste en medir el nivel de contaminación ambiental. Hay dispositivos de gran utilidad al respecto que son capaces de detectar los gases derivados del carbono, los formaldehídos y las partículas en suspensión, en general. El siguiente consiste en medir el volumen de aire del edificio y su estructura. Solamente así es posible determinar las medidas a tomar.

Prohibir que se fume dentro del inmueble, usar solo productos de limpieza ecológicos y emplear materiales de construcción saludables son los siguientes pasos. No obstante, por sí mismos, estos factores no van a ser suficientes para mejorar la calidad del aire ambiental. En este punto, optimizar la ventilación es imprescindible.

Ventilación mecánica ayuda a generar salud, confort y bienestar

La ventilación mecánica de doble flujo capaz de mantener una buena calidad del aire

Pero ¿cómo? Una excelente opción para mejorar la calidad del aire de casa es abrir las ventanas y dejar que la corriente haga su trabajo. De hecho, este sistema está considerado como el más efectivo y en el que más hincapié han hecho las autoridades sanitarias en los momentos más duros de la pandemia. No en vano, los estudios han revelado su eficacia a la hora de frenar la transmisión del coronavirus.

¿Cómo funciona la ventilación mecánica?

Cuando la ventilación natural no es suficiente en los edificios, el uso de sistemas de ventilación forzada o mecánica se convierte en una alternativa eficaz. Se trata de dispositivos que extraen el aire del interior y lo sustituyen por aire limpio procedente del exterior. Durante este proceso, el empleo de filtros y purificadores de aire elevará aún más su calidad.

Filtros capaces de filtrar cualquier partícula de virus o bacteria


En definitiva, la ventilación natural para mejorar la calidad del aire de los edificios ha de ser una prioridad. No hay otro sistema capaz de desplazar mayor cantidad de metros cúbicos por hora que este. Pese a ello, las características de determinados inmuebles hace imposible que resulte plenamente eficaz. En este tipo de casos, los sistemas de ventilación forzada, acompañados de purificadores y filtros y de ciertas medidas de convivencia, se antojan imprescindibles. Sin duda, factores claves para entender cómo mejorar la calidad del aire interior.