El respeto hacia el medio ambiente se ha situado como uno de los valores centrales en los inicios del siglo XXI en todo el mundo. Es un movimiento transversal que afecta a las principales industrias y motores de cualquier economía, a las políticas públicas y legislaciones de diverso ámbito y es cada vez más demandado por el público final. En este contexto, el desarrollo de edificios y viviendas sostenibles (Arquitectura sostenible) ha pasado en muy poco tiempo de ser considerado como un lujo de difícil acceso a un requerimiento indispensable, tanto en la construcción de nuevos espacios como en la remodelación de los mismos.

Los beneficios de la Arquitectura sostenible

En primer lugar, debemos tener en cuenta que en el conjunto de la Unión Europea, considerada como uno de los espacios más garantistas y sensibles hacia la sostenibilidad en el mundo, aproximadamente el 75% del parque inmobiliario es considerado como ineficiente desde el punto de vista energético. Solo en España, los edificios son responsables del 36% del consumo energético del país, cifra que cobra especial magnitud en contextos inflacionarios con subidas constantes en el precio de la electricidad, gas o carburantes.

La respuesta a esta situación pasa por la construcción y rehabilitación de espacios con metodologías basadas en la arquitectura sostenible, cuyo principal beneficio es una reducción drástica de los recursos energéticos utilizados tanto en la fase de construcción como en la posterior utilización de edificios y viviendas. Y es que solo la renovación del parque de edificios en uso supondría una reducción energética de entre el 5 y el 6% en el conjunto de la UE, con una disminución del 5% aproximadamente en las emisiones de CO2.

Materiales orgánicos y reciclabas en el uso de la arquitectura sostenible


¿Cuáles son las principales características de la arquitectura sostenible?
Desde la fase de construcción, se utilizan sistemas que permiten reducir considerablemente la huella de carbono empleando técnicas y materiales de construcción sostenibles a través de la utilización de elementos como el bambú, fibras vegetales, piedra o madera. Asimismo, la fase de planificación cobra especial relevancia ya que es el momento en el que se deben tener en cuenta aspectos como la orientación hacia el sur en zonas soleadas, la biodiversidad del entorno, su orografía o las condiciones climáticas entre otros aspectos. El emplazamiento es, por lo tanto, un aspecto fundamental a tener en cuenta.

La arquitectura sostenible ofrece además importantes ventajas económicas, produciéndose un ahorro tanto en la fase de construcción como en el uso posterior de los espacios a través de soluciones que otorgan una elevada eficiencia energética.

En este sentido cobra especial relevancia diversos aspectos como el aprovechamiento de sistemas de ventilación eficientes, la energía fotovoltaica o el agua pluvial entre otras soluciones limpias de autoconsumo.

El aislamiento térmico de las estructuras es otro de los aspectos fundamentales de la arquitectura sostenible. Es indispensable para conseguir una eficiencia energética óptima, ya que se evitan cambios bruscos de temperatura a través de filtraciones. Finalmente, el uso de sistemas de control del consumo energético permite conocer en tiempo real el rendimiento de nuestro sistema y actuar en consecuencia cuando la situación lo requiere.

 

Tipos de Arquitectura sostenible

Arquitectura bioclimática. Basada en el diseño de edificios que hacen uso de los recursos naturales como la energía solar, vegetación, lluvia y viento; reduciendo el impacto medioambiental y optimizando el rendimiento energético del conjunto. Se caracteriza, además, por un uso inteligente del espacio, la utilización de materiales sostenibles, inteligentes y renovables, el confort higrotérmico o la instalación de sistemas de ventilación eficientes entre otros aspectos.

Arquitectura biomimética. El objetivo de esta modalidad de arquitectura sostenible es la integración no invasiva de las estructuras en su entorno natural además de realizar un uso eficiente de recursos sostenibles. La comprensión de la naturaleza y su funcionamiento son tomados en cuenta desde la concepción de los edificios hasta su construcción y uso posterior.

Bioconstrucción. La característica principal es el mayor el uso posible de materiales naturales y sostenibles en todo el proceso constructivo, desde la estructura hasta los acabados, y el aprovechamiento de los recursos materiales y humanos del entorno. Busca el bienestar y confort a través de espacios proporcionados

 

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