Consecuencias del dióxido de carbono en el interior de edificios y viviendas
El CO2 es un gas que puede incidir de manera negativa en las personas. Son muy conocidos los efectos que tiene sobre el medioambiente debido a la contaminación atmosférica. Sin embargo, también resulta interesante conocer las consecuencias del dióxido de carbono en el interior de edificios y viviendas.
¿Por qué hay dióxido de carbono en el interior de edificios y viviendas?
Lo habitual es que en el interior de un edificio o vivienda la mayor cantidad de dióxido de carbono tenga su origen en la propia respiración de las personas que se encuentran dentro. Pero cuando los índices son superiores a los normales pueden existir otros motivos, por ejemplo, que entre del exterior, que haya demasiadas personas en una estancia o que la ventilación no sea la adecuada.
Dentro de la normativa vigente existe un documento llamado NTP 742, Notas Técnicas de Prevención, sobre la “Ventilación General de los Edificios”, en el que aparece recogida la calidad del aire interior y se mide en función de la presencia de dióxido de carbono que se permite en el edificio o vivienda. Los estándares de ventilación se establecen teniendo en cuenta el CO2 que producen sus habitantes.
La calidad del aire se valora teniendo en cuenta la siguiente clasificación:
- Menos de 350 ppm (partes por millón). Calidad de aire interior alta.
- Entre 350 y 500 ppm. Calidad de aire interior buena.
- Entre 500 y 800 ppm. Calidad de aire interior moderada.
- Entre 800 y 1200 ppm. Calidad de aire interior baja.
- Más de 1200 ppm. Calidad de aire interior mala.
¿Cuáles son las consecuencias del dióxido de carbono en el interior de edificios y viviendas?
Está claro que una gran cantidad de CO2 en una vivienda provoca que la calidad del aire no sea buena o que incluso llegue a ser mala. Pero a demás, puede afectar directamente a la salud de quienes habitan la vivienda o el edificio. El dióxido de carbono en el interior de edificios y viviendas puede ocasionar problemas físicos a nivel renal y óseo, también estrés.
Cuando los niveles de CO2 son muy altos, entre 1.000 y 2.000 ppm, la persona puede notar somnolencia. Si dichos niveles son aún más elevados, se pueden sentir dolor de cabeza, náuseas, incremento de la frecuencia cardíaca y problemas para concentrarse.
¿Cuál es el nivel adecuado de dióxido de carbono en el interior de las viviendas y cómo se puede conseguir?
En la actualidad existen un buen número de estudios que cifran la cantidad adecuada de dióxido de carbono en los hogares, habitaciones y otros edificios entre las 400 ppm y las 800 ppm.
Es importante para disfrutar de buena salud y para que el hogar resulte confortable. Hay algunos consejos que se pueden tener en cuenta y que te ayudarán a reducir la presencia de CO2 en tu vivienda:
- Calentadores de agua. Es fundamental que los calentadores de agua funcionen de manera correcta. Debes tener en cuenta que los eléctricos emiten CO2 y por lo tanto conviene revisarlos de manera periódica.
- Calefacción. Es preciso revisar la eficacia de los sistemas de calefacción para no tener que utilizarlos a mayor rendimiento del necesario.
- Electrodomésticos. Se recomienda limitar el uso de electrodomésticos a gas lo máximo posible.
En el mercado puedes encontrar medidores de dióxido de carbono. Son aparatos muy sencillos de utilizar y que te ayudarán a determinar si en tu hogar la presencia de CO2 es la adecuada, así podrás tomar las medidas que sean necesarias.
Además, si tienes cualquier duda relacionada con este asunto, ponte en contacto con nuestro equipo de expertos que podrá darte el asesoramiento que necesitas.
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